sábado, 16 de agosto de 2008

Propios de la Santa Eucaristía.
17 de agosto de 2008.
XIV Domingo después de Pentecostés (Propio 15)
Colecta del Día:
Dios omnipotente, por nosotros entregaste a tu Hijo único como sacrificio por los pecados y como ejemplo de vida piadosa: Danos gracia para recibir con gratitud los frutos de su obra redentora, y seguir de día en día las huellas benditas de su santísima vida; por Jesucristo tu Hijo nuestro Señor, que vive y reina contigo y el Espíritu Santo, un solo Dios, ahora y por siempre.
Amén.
Lectura del Libro del
Profeta Isaías
(56: 1-7).
El Señor dice: "Practiquen la justicia, hagan lo que es recto, porque pronto voy a llevar a cabo la liberación; voy a mostrar mi poder salvador. Dichoso quien sigue estos mandatos y los cumple con fidelidad, que respeta el Día de Reposo y no lo profana, que tiene buen cuidado de no hacer nada malo." Si un extranjero se entrega al Señor, no debe decir: "El Señor me tendrá separado de su pueblo." Ni tampoco el eunuco debe decir: "Soy un árbol seco"; porque el Señor dice: "Si los eunucos respetan mi Día de Reposo, y si cumplen mi voluntad y se mantienen firmes en mi alianza, Yo les daré algo mejor que hijos e hijas; les concederé que su nombre quede grabado para siempre en mi Templo, dentro de mis muros; les daré un nombre eterno, que nunca será borrado. A los extranjeros que se entreguen a mí, para servirme y amarme, para ser mis siervos, si respetan mi Día de Reposo y no lo profanan y se mantienen firmes en mi alianza, Yo los traeré a mi Monte Santo, y los haré felices en mi Casa de Oración. Yo aceptaré en mi altar sus holocaustos y sacrificios, porque mi Casa será declarada Casa de Oración para todos los pueblos.
Palabra del Señor.
R./ Demos gracias a Dios.
Salmo 67
R./ ¡Que te alaben -Señor-, todos los pueblos!
¡¡Aleluya!!
1 El Señor tenga compasión y nos bendiga,*
nos mire con buenos ojos,
2 para que todas las naciones de la tierra*
conozcan su voluntad salvadora.
3 Oh Dios, que te alaben los pueblos;*
¡todos los pueblos te alaben!
4 Las naciones griten de alegría,
pues gobiernas los pueblos con justicia;*
¡tú diriges las naciones del mundo!
5 Oh Dios, que te alaben los pueblos;*
¡que todos los pueblos te alaben!
6 La tierra ha dado su fruto;*
¡nuestro Dios nos ha bendecido!
7 ¡Que Dios nos bendiga!*
¡y le rinda honor el mundo entero!
R./ ¡Que te alaben, Señor, todos los pueblos!
¡¡Aleluya!!
Lectura de la Carta del
Apóstol San Pablo
a los Romanos.
11:13-15 y 28-32
Hermanos: tengo algo que decirles a ustedes, los que no son judíos.
Dios me ha enviado a los no-judíos, y yo tengo en gran estima este servicio. Quiero que algunos de mi propia raza sientan celos de ustedes, y así llevarlos a la salvación.
Si el rechazo de los judíos ha traído al mundo la reconciliación con Dios, ¿qué cosa buena no traerá el que lleguen a ser aceptados? ¡Nada menos que la vida para los que estaban muertos! En cuanto al Evangelio, a los judíos se les considera enemigos de Dios a fin de darles oportunidad a ustedes; pero Dios todavía los ama a ellos, porque escogió a sus antepasados, porque lo que Dios da, no lo quita, ni retira tampoco su llamamiento.
En tiempos pasados, ustedes desobedecían a Dios, pero ahora que los judíos han desobedecido, Dios tiene compasión de ustedes. De la misma manera, ellos han desobedecido ahora, pero solamente para que Dios tenga compasión de ustedes y para que -también ahora-, tenga compasión de ellos. Dios sujetó a todos por igual a la desobediencia, con el fin de tener compasión de todos por igual.
Palabra del Señor.
R./ Demos gracias a Dios.
+Santo Evangelio de
Nuestro Señor Jesucristo,
según San Mateo
(15:21-28).
+En aquel tiempo, Jesús se dirigió (...) a la región de Tiro y Sidón. Y una mujer cananea, de aquella región, se le acercó, gritando: --"¡Señor, Hijo de David, ten compasión de mí! ¡Mi hija tiene un demonio que la hace sufrir mucho!" Jesús no le contestó nada. Entonces sus discípulos se acercaron a él y le rogaron: --"Dile a esa mujer que se vaya, porque viene gritando detrás de nosotros".
Jesús dijo: --"Dios me ha enviado solamente a las ovejas perdidas del pueblo de Israel". Pero la mujer fue a arrodillarse delante de él, diciendo: --"¡Señor, ayúdame!" Jesús le contestó: --"No está bien quitarles el pan a los hijos para dárselo a los perros." Ella le dijo: --"Sí, Señor; pero hasta los perros comen las migajas que caen de la mesa de sus amos." Entonces le dijo Jesús: --"¡Mujer, qué grande es tu fe! Que se haga como tú quieres". Y desde ese mismo momento su hija quedó sana.
El Evangelio del Señor.
R./ Te alabamos, Cristo Señor.
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Conmemoraciones de la Semana:
18 de agosto:
William Porcher DuBose; presbítero, 1918
20 de agosto:
Bernardo; abad de Clairvaux, 1153
En el Ciclo Anglicano de Oración,
oremos por...
La Iglesia Unida del Sur de la India.
Revdmo. Badda PeterSugandhar,
Obispo de la Diócesis de Medak y Moderador.
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U.I.O.G.D.