lunes, 28 de septiembre de 2009

ecupres
Agencia de Noticias Prensa Ecuménica.
25 de Septiembre, 2009, Honduras.
Tomado del Sitio
http://www.ecupres.com.ar/noticias.asp?Articulos_Id=4014

Esclarecedor comunicado de la
Diócesis de Santa Rosa de Copán.
Se reproduce textualmente el comunicado de la Diócesis de la Iglesia Católica Romana de Santa Rosa de Copán, Honduras, emitido el jueves 24 de septiembre de 2009.
Izq.: Obispo Luis Alfonso Santos.
FOTO Agregada por este blog, procedente del sitio:
http://www.conadeh.hn/imagenes/luissantos1.jpg
1.
El presbiterio de la Diócesis de Santa Rosa de Copán, siempre fiel a los valores del Reino de Dios y al pueblo que se nos ha encomendado apacentar, iluminados por la Palabra de Dios y el Magisterio eclesiástico, hemos analizado el fenómeno del Golpe de Estado y después de maduro examen, queremos compartir nuestras reflexiones al respecto.

2. Rechazamos el golpe de Estado porque viola la constitución de la República, principalmente los art. 3, 71, 72, 84 y 102, coarta las garantías constitucionales, enfrenta las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional con el pueblo humilde, obliga al pueblo a la insurrección ( cfr. Const. Art 3 ) causa inestabilidad e intranquilidad en la ciudadanía y ha enlutado muchas familias con los homicidios, heridos y golpeados cuyo número aumenta cada día.

3. El grupo de familias, sumamente enriquecidas, con empresas que viven de los proyectos que el Estado financia, con los impuestos que paga la ciudadanía y el dinero que viene de países amigos, debería decir al pueblo hondureño, las causas y razones que las indujeron a dar el golpe de Estado al Gobierno de José Manuel Zelaya Rosales o que desautoricen al Gobierno usurpador( Cfr. Const. Art 3).

4. Creemos que ningún bien material vale la vida de tantas personas que por órdenes de Roberto Michelletti Baín, del Jefe de Estado Mayor Conjunto, General Romeo Vásquez Velásquez, el ministro de Seguridad Jorge Alberto Rodas Gamero, del asesor Billy Joya y ejecutadas por malos agentes de la Policía Nacional, se han producido en el intento de impedir manifestaciones del pueblo.

5. Recordamos a todos los ciudadanos, que nadie debe obediencia a un gobierno usurpador y que nadie debe obedecer a una orden de matar personas.(cfr. Const. Art 3..)

6. Responsabilizamos al Señor Roberto Michelletti Baín, al actual Congreso Nacional y a los Magistrados de la Corte Suprema de Justicia por todos los daños que sobrevengan a personas y bienes después de este Golpe de Estado.

7. Como ordenados presbíteros, nos solidarizamos con nuestro hermano en el sacerdocio ministerial, el Padre Andrés Tamayo, defensor de nuestros bosques y profeta de estos tiempos, reclamando que la Iglesia Católica no debe amparar al grupo económicamente rico sino a los pobres.

8. El Golpe de Estado es fruto de la injusta distribución de la riqueza, que genera en Honduras profundas desigualdades, en la alimentación, en el trabajo, la educación, la salud, la posibilidad de expresión y la participación ciudadana, ya que el 80% de nuestro pueblo empobrecido, es nuevamente víctima de un juegos de poderes, donde quiere imponerse, la soberbia de los más adinerados.

9. Interpelados por el clamor de muchos hermanos católicos y no católicos, que esperan de nosotros una palabra profética, en defensa de la verdad y la justicia, iluminando desde la fe, la circunstancias actuales y acompañando al pueblo en el sufrimiento de su lucha reivindicadora citamos las palabras de nuestro querido Papa Benedicto XVI:
“Desear el bien común y esforzarse por el, es exigencia de justicia y caridad. Trabajar por el bien común es cuidar, por un lado y utilizar, el conjunto de instituciones que estructuran jurídica civil, política y culturalmente la vida social”.. (cf Caritas in veritate n. 7) Las palabras de Nuestro Señor Jesucristo consuelan al sufrido pueblo.

“Bienaventurados los pobres por que de ellos es el Reino de los cielos. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia porque ellos serán saciados..”(Cfr Mt 5,6).

10. Este Golpe de Estado ha sido la oportunidad para solicitar la ayuda de todos los países de la Organización de las Naciones Unidas; porque todos los países del mundo se han dado cuenta de la manera como se administraba y gobernaba Honduras y de cómo se usaban las ayudas económicas que ellos aportaban para el desarrollo social y humano de nuestro país. Lanzamos un S.O..S. a todos los hombres y mujeres de buena voluntad. No abandonen a cinco millones de pobres y a dos millones y medio de hondureños indigentes, oprimidos hoy, por una dictadura militar con la cual han cerrado filas los traidores a la patria.

11. Agradecemos al Brasil, por asilar diplomáticamente al presidente de Honduras José Manuel Zelaya Rosales.

12. Tratándose de nuestra patria, no descansaremos hasta que se restablezca el orden constitucional interrumpido por el Golpe de Estado. Con la Palabra de Dios,la enseñanza, la convivencia, la oración y sobre todo con la celebración de la Santa Misa, esperamos vencer (cfr. Hech. 2,42-47).

13. No tenemos enemigos, si alguien nos adversa, es por odio a la religión católica, a la cual pertenece la inmensa mayoría del occidente de Honduras.

14. La pertenencia a un partido político, no debe estar por encima de la pertenencia a la Iglesia, siempre que se trate de defender a la gente pobre en contra de la injusticia social.

15. Les Comunicamos lo que nos dice el papa Benedicto XVI, sobre la teología que debemos profesar en lo socio económico político “ La doctrina social de la Iglesia, responde a esta dinámica de caridad, recibida y ofrecida. Es “CARITAS IN VERITATE IN RE SOCIALI”, anuncio de la verdad del amor de Cristo en la sociedad. Dicha doctrina es servicio de la caridad, pero en la verdad. La verdad preserva y expresa la fuerza liberadora de la caridad en los acontecimientos siempre nuevos de la historia. Es al mismo tiempo verdad de la fe y de la razón en la distinción y la sinergia a la vez de los dos ámbitos congnitivos. El desarrollo, el bienestar social, una solución adecuada de los grandes problemas socioeconómicos que afligen a la humanidad, necesitan esta verdad. Y necesitan aún más que se estime y de testimonio de esta verdad. Sin verdad, sin confianza y amor por lo verdadero, no hay conciencia y responsabilidad social, y la actuación social se deja a merced de intereses privados y de lógicas de poder, con efectos disgregadores sobre la sociedad tanto más en una sociedad en vías de globalización, en momentos difíciles como los actuales.” (Caritas in veritate n. 5).

16. Los exhortamos, a perseverar, en las comunidades eclesiales de base, para llevar a cabo la pastoral popular, que hemos emprendido en todas las parroquias.

17. Con el amparo poderoso de Nuestra Señora de Suyapa, Auxiliadora de los cristianos, estamos seguros, que ustedes vivirán libres de toda debilidad del cuerpo y alma.

18. Con la bendición de Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo, reciban también la nuestra. Sus hermanos y amigos del presbiterio de la diócesis de Santa Rosa de Copán, Honduras Centro América.



Firma. Mons. Luis Alfonso Santos.
Obispo Diócesis de Santa Rosa de Copan.
24 de Septiembre de 2009.+ (*)

PreNot 8433
090925.


U.I.O.G.D.
...Para que en todas las cosas sea Dios glorificado.

ecupres
Agencia de Noticias Prensa Ecuménica.
Zelaya, el Obispo Santos, la profecía,
la resistencia antigolpista y la tradición maya.
Por Fernando Del Corro (*)
Tomado del Sitio
http://www.ecupres.com.ar/noticias.asp?Articulos_Id=4014
28 de Septiembre, 2009.
El obispo diocesano --católico romano-- de Santa Rosa de Copán, Luis Alfonso Santos, hizo conocer su palabra profética, como la calificó al descalificar a los golpìstas hondureños de su país. Su documento es de una contundencia y lucidez impactantes. El viernes 25 fue dado a conocer por la agencia “Prensa Ecuménica” (Ecupres) y reproducido por MERCOSUR Noticias.
Santos empieza por rechazar in totum el golpe de estado y precisa los intereses que se movieron para impulsarlo, reivindica al presidente legal, Manuel Zelaya y hace una pormenorizada descripción de la realidad hondureña y de la existencia de un pequeño grupo de detentadores de la riqueza que así intenta frustrar la desarticulación del poder plutocrático para beneficiar a la inmensa mayoría de desprotegidos.
Eso me trajo a la memoria muchas cosas, sobre todo porque Santos es el obispo de la vieja Copán, una de las grandes cunas de la cultura maya, en muchos aspectos no sólo la más avanzada apenas en el continente americano sino también de todo el globo terráqueo, como en las matemáticas y la astronomía. Estos conocimientos fueron fruto del paso por la materia de Historia del Arte en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires dictada por ese gran maestro que fuera Abraham Haber. Allí conocí a quién fue mi gran amigo hasta su muerte, Alfredo Doctorovich, y también allí, bajo el tutelaje de Analía Whertein realicé una tesina sobre la civilización maya en la que me las arreglé para analizar el increíble sistema económico de la misma que sirvió para dejar los legados arqueológicos supérstites como ese hoy Patrimonio de la Humanidad que son las ruinas de Copán.
Hecha esta digresión sentimental de rendición de homenajes viene al caso señalar en estas circunstancias lo significativo del documento eclesial que implica todo un llamamiento a la resistencia desde uno de los tres grandes enclaves mayas, sino el mayor. Un pueblo dedicado a la agricultura, el comercio y la ciencia, una suerte de antiguos griegos de Mesoamérica; un pueblo no militarista ni expansionista, pero que llegado el caso fue el que dio la más larga batalla, en su momento, a la colonización española en el continente.
Una resistencia que se prolongó hasta 1697 con la caída de Petén Itzá, en la Península de Yucatán cuando ya la corona de la dinastía de los Habsburgo, próxima a concluir, había conquistado todos los espacios que le interesaban y sólo quedaban sin su control directo aquellos sitios donde no había que saquear. Tal vez porque no tenían pueblos sometidos, los colonizadores no encontraron aliados como inicialmente los lograron en el Imperio Azteca, ni guerras intestinas donde jugar con uno de los bandos, como en el Imperio de los Incas, aunque no faltaron guerras tribales. Los conquistadores fueron bien recibidos en base a una vieja leyenda que tal vez se remonte a un paso, siglos atrás, de los vikingos por la región.
La cuestión es que los pacíficos cultivadores de maíz, con cuyo comercio, según se estima, llegaron a Suramérica y lo aportaron a la alimentación de los pueblos andinos; también pioneros en la impermeabilización con hidrocarburos, desarrolladores de la matemática vigesimal y perfectos calculadores del calendario, mucho más exactos que los de cualquier otro pueblo del planeta hasta no hace mucho, dieron una larga batalla. No pudieron ser avasallados de un soplido. Habían pasado más de dos siglos desde la llegada del genovés Cristóforo Colombo (Cristóbal Colón) en 1492 al Caribe, y casi otros dos del comienzo de la conquista del lugar en 1502, cuando todavía seguían combatiendo.
En términos generales se consideraba que la conquista había sido concluida hacia 1550 y que desde entonces sólo hubo sublevaciones esporádicas aunque alguna de algunas décadas de supervivencia como la del Neoimperio Inca de Vilcabamba. Hoy existen visiones diferentes. Nuevos estudios señalan que la pretendida pasividad de los mayas se basó en lecturas superficiales como algún texto de fray Bartolomé de las Casas, propulsor de la esclavitud de los negros. Otros diversos textos, sobre todo de funcionarios coloniales muestran otro panorama. Los levantamientos eran continuos en las zonas controladas a pesar de la fuerte represión que incluía la ejecución de prisioneros.
Copán, en Honduras, despoblada ya para los tiempos de la ocupación, había sido fundada por mayas procedentes de Petén, en Guatemala, precisamente los últimos resistentes. Su época de gloria transcurrió entre los siglos V y IX y su historia está reproducida en la Escalinata de los Jeroglíficos, el más importante de los muchos sitios arqueológicos de la ciudad abandonada y hallada en medio de la selva por los conquistadores en 1576.
En sus cercanías está la actual Santa Rosa de Copán desde donde el obispo Santos lanzó su llamamiento, un par de días atrás, su palabra profética, en la que reclama que “El grupo de familias, sumamente enriquecidas, con empresas que viven de los proyectos que el Estado financia, con los impuestos que paga la ciudadanía y el dinero que viene de países amigos, debería decir al pueblo hondureño, las causas y razones que las indujeron a dar el golpe de Estado al Gobierno de José Manuel Zelaya Rosales o que desautoricen al Gobierno usurpador”. Una convocatoria a la resistencia desde un enclave cuya historia no es menos convocante.+ (PE/Mercosur).
(*) Periodista, historiador graduado en la Facultad de Filosofía y Letras (FyL) de la Universidad de Buenos Aires (UBA), docente en la Facultad de Ciencias Económicas (FCE) de la UBA en "Historia Económica Argentina" y subdirector de la carrera de "Periodismo económico" y colaborador de la cátedra de grado y de la maestría en "Deuda Externa", de la Facultad de Derecho de la UBA. Asesor de la Comisión Bicameral del Congreso Nacional para la Conmemoración del Bicentenario 1810-2010. De la redacción de MERCOSUR Noticias.
PreNot 8434
090928.



U.I.O.G.D.
...Para que en todas las cosas sea Dios glorificado.