jueves, 1 de enero de 2009

Candomblé en lucha por libertad de culto
RELIGIÓN-BRASIL
Fuente: Mario Osava IPS 30/12/2008
Tomado de: http://www.elpais.cr/articulos.php?id=1505

SALVADOR, Brasil, (IPS) –
En estos días, millones de brasileños vestidos de blanco acuden al mar y le echan flores. Rinden homenaje a Iemanjá y le piden un año mejor. La mayoría no saben que recurren a religiones que luchan por la libertad de culto aún restringida en este país por prejuicios, agresiones y racismo.
Jaciara Ribeiro dos Santos simboliza una contraofensiva que el Candomblé y otras religiones de origen africano iniciaron por afirmarse, superando siglos de represión y una nueva ola de ataques protagonizada por evangélicos neopentecostales.

ARRIBA.- Madre Jaciara prepara una
comida típica del Candomblé.

Foto.- Mara Vanessa Dutra IPS

Ella perdió a su madre hace nueve años por un infarto, tras ser calumniada en Folha Universal, el diario de la Iglesia Universal del Reino de Dios, por el simple hecho de ser sacerdotisa del Candomblé en un barrio de Salvador, capital de la nororiental Bahía, el estado de mayor población afrodescendiente de Brasil.
“Madre Gilda”, como era conocida Gildasia dos Santos en su función de “Madre de Santo” o yalorixá, vio su foto publicada con una tira negra y un titular acusándola de “charlatana” y de dañar “la vida y el bolsillo” de sus seguidores. Eso ocurrió en septiembre de 1999, y su hija está convencida de que el enojo condujo su madre a la muerte, a los 65 años de edad.
La repercusión del caso convirtió el 21 de enero, fecha en que murió Madre Gilda, en el Día Nacional de Combate a la Intolerancia Religiosa, por un decreto presidencial dos años atrás. Una marcha “por la paz” en el barrio de Itapuã, donde ella vivía, celebrará la fecha reclamando respeto a las religiones afrobrasileñas.
Jaciara, hija y heredera espiritual de Madre Gilda a los 42 años, organiza la manifestación, celebrando también el triunfo en una batalla judicial de nueve años que acabó en una condena a la Iglesia Universal y a su diario, obligado a una retratación pública y a pagar una indemnización de 145.250 reales (63.000 dólares) por daños morales a la familia ofendida.
“Se trata de una reparación histórica al pueblo del Candomblé”, dijo la nueva yalorixá, añadiendo que más importante que la indemnización –“pequeña” para una iglesia conocida por su poder económico y dueña de una cadena de televisión-, es una retractación de gran repercusión nacional.
El proceso representa también "un hito de cambio" en el Candomblé, dijo a IPS, destacando la movilización de las religiones afrobrasileñas por consolidarse y ampliarse, luchando por la libertad religiosa establecida en la Constitución.
No hay que quedarse arrinconados en los templos (“terreiros”), hay que “salir a las calles”, dialogar con el gran público y actuar en la política, “única vía para obtener leyes favorables”, orienta la Madre Jaciara. “El Candomblé estará amenazado de extinción si no reacciona en los frentes político, económico y cultural”, sentencia.
Su religión es reconocida como tal desde 1969, pero las alcaldías aún le cobran impuestos de los que están exentos los templos, y a veces echan abajo los terreiros. Para respetar sus derechos, exigen títulos de propiedad que muchas yalorixás, o los sacerdotes babalorixás, no poseen, ya que son pobres e informales.
La yalorixá Jaciara lamenta también que muchos músicos famosos, grupos de carnaval y de otras manifestaciones culturales, especialmente en Bahía, “bebieron en la fuente del Candomblé y ganaron mucho dinero con eso”, pero jamás ayudaron a las religiones de origen africano ni les prestaron solidaridad ante las agresiones.
Madre Marta, como es conocida Marta do Rosario, sacerdotisa de un terreiro en el mismo barrio, ya promovió talleres para capacitar bordadoras y enseñar danzas afrobrasileñas, en los que participaron incluso personas evangélicas que antes temían al terreiro como un “lugar del diablo”. Para ampliar la acción comunitaria, Madre Marta cuenta con la ayuda de su hijo, Cesar do Rosario, maestro de capoeira, mixtura de danza y lucha desarrollada por los esclavos africanos en Brasil, hoy diseminada por el mundo. El Candomblé y la capoeira tienen “la misma raíz, está en la sangre” de los afrodescendientes, dice la yalorixá, de 60 años.
Ella misma se opuso inicialmente a que el hijo se dedicara a la capoeira, una vocación irreductible descubierta a los 13 años de edad. “Creía que era cosa de malandrín, sin futuro, lo reñía y sacaba del entrenamiento” para obligarlo a estudiar, porque “el Candomblé necesita también médicos, abogados y profesores”, explica a IPS.
En su cancha, vecina al terreiro y bautizada de Cautiverio para recordar la opresión del pueblo, “más por cuestión de clase social que por la raza”, Cesar enseña capoeira a 65 niños y niñas pobres. La capoeira “se juega con la mente, no con las piernas”, y se debe estimular la disciplina y buenas prácticas, porque se trata de un arma que puede derivar en crímenes, aclara.
El “poder mágico” hace que la capoeira y sus manifestaciones asociadas, como la percusión y el samba de rueda, estén presentes en “90 por ciento de las escuelas de Salvador”, con clases regulares o presentaciones, destaca el maestro, apodado “Papa Capín”.
La reafirmación del Candomblé cuenta con el apoyo de la organización no gubernamental Koinonía Presencia Ecuménica y Servicio, que ofrece asistencia jurídica y estimula redes de solidaridad entre los terreiros. La entidad atiende a 150 templos en Salvador, pocos en relación a los 3.000 que se estima existen en el área metropolitana.
Koinonía estimula también la organización de jóvenes del Candomblé, denominada Obabyan (“poder para el nuevo”, en lengua yoruba), que apunta a una renovación y garantía de futuro para esa religión "que vivió muy cerrada para sobrevivir" ante la represión en el pasado, según Augusto de Arruda, uno de los fundadores del grupo.
Estudiante de pedagogía procedente de la sureña São Paulo y de una familia entera de candombleístas, Arruda cree que la intolerancia se manifiesta más fuertemente por la mayor presencia local del Candomblé, que se nota por la cantidad de gente vestida de blanco los días viernes.
Su colega en Obabyan, Ricardo de Andrade, vivió el otro lado, como “obrero” de la Iglesia Universal. Se acercó al Candomblé a través del movimiento negro y se sintió “traicionado” al conocer un terreiro “lindo y limpio, sin las cosas ruines” que debía tener, según las “mentiras” de sus antiguos pastores neopentecostales.
Arruda y Andrade han sufrido ofensas en escuelas, calles y autobuses por usar ropas o collares que los identifican como candombleístas, pero se disponen a atraer a otros jóvenes a la religión y a promover políticas públicas para la juventud afrodescendiente y del Candomblé.
En el censo de 2000, solo 11.959 habitantes de Salvador, 0,48 por ciento del total, declararon pertenecer a alguna religión de matriz africana, como el Candomblé o la umbanda. El absurdo evidente solo se explica por el prejuicio y el temor a las agresiones.
Eldon Araujo Lage, alias Gigio, uno de los pocos blancos en la jerarquía del Candomblé, sufrió el rechazo de su propia familia y tuvo que dejarla a los 15 años, para cumplir un sueño. Hoy, a los 49 años, es el “Padre Pequeño” de Terreiro en Beirú, un barrio pobre de Salvador nacido en torno del templo.
Cuando adolescente soñó tres veces con una casa y un señor que solo vino a saber que eran el antiguo terreiro de Beirú y su fundador después de adherirse a la vida religiosa y comunitaria del templo. También allí enfrentó cierto rechazo inicial. “El Candomblé no es para blancos”, le decían.
Historiador autodidacta de su religión, Lage ve el Candomblé con “una nueva visión, proyectándose del terreiro para afuera”, “reafricanizando (sic) a sus santos” que antes disfrazaba con nombres cristianos para eludir la represión estatal y de la Iglesia Católica.
Una reciente ley que incluye la historia afrobrasileña en la enseñanza básica puede fortalecer este movimiento.
Mientras las relaciones recientes con la Iglesia Católica han sido de “convivencia armoniosa”, con algunas asperezas, “los neopentecostales llegaron armados para la guerra”, con atentados y amenazas de invasión, contó Lage a IPS.
La tensión es permanente, pero una feria de salud promovida en el terreiro en 2006 “aflojó las hostilidades”, porque “vieron que no tenemos diablos con cuernos y cola como creían”, ironizó. La situación creó una oportunidad y un “desafío para la afirmación del pueblo santo”, con la depuración de los charlatanes y la valorización de los conocimientos del Candomblé, ampliados por Internet, concluyó.
2008-12-30 20:07:06

U.I.O.G.D.

"Para que en todas las cosas sea Dios glorificado..."


El Santo Nombre de Nuestro Señor
JESUCRISTO
Parte I

01 de Enero de 2009

Pbro. Miguel Zavala-Múgica+
El día 01 de enero es uno de los doce días de la estación de Navidad, que va del 25 de diciembre al 06 de enero. Siendo éste el octavo día después de la conmemoración del nacimiento de Jesús, en él se conmemora su circuncisión (en griego: peritomé), por ello antiguamente a esta fiesta, en los calendarios cristianos de occidente, se la llamaba La Circuncisión del Señor.

La Iglesia Ortodoxa sigue celebrando la fiesta con ese mismo nombre, bajo la denominación griega: I Peritomí tu Kyríu imón Iisú Jristú, y al mismo tiempo conmemora -en el santoral-, a San Basilio Magno, Obispo de Cesarea. La Iglesia Católica Romana, en tiempos del Papa Paulo VI, cambió la conmemoración a: Santa María Madre de Dios.

En diversas Iglesias de la Comunión Anglicana, aunque el tema del Evangelio sigue teniendo que ver con la Circuncisión del Niño Jesús, la celebración -que es Fiesta Mayor-, se denomina: El Santo Nombre de Nuestro Señor Jesucristo. Estas iglesias cristianas derivan su enseñanza del mismo Evangelio, y convergen en la misma enseñanza, la manera de celebrar es diversa y hermosa.

El Nombre divino en la Antigua Alianza (Éxodo 3: 1-15).


Moisés apacentaba el rebaño de Yetró su suegro, sacerdote de Madián; y condujo el rebaño hacia el lado occidental del desierto, y llegó al Jóreb, el monte de Dios. Y se le apareció el ángel de YAHVÉH en una llama de fuego, en medio de una zarza; y Moisés miró, y he aquí, la zarza ardía en fuego, y la zarza no se consumía. Entonces dijo Moisés: –“Me acercaré ahora para ver esta maravilla: por qué la zarza no se quema”. Cuando YAHVÉH vio que él se acercaba para mirar, Dios lo llamó de en medio de la zarza, y dijo: --“¡Moisés, Moisés!” Y él respondió: “-Aquí estoy”. Entonces Él dijo: -“No te acerques aquí; quita las sandalias de tus pies, porque el lugar donde estás parado es tierra santa”. Y añadió: -“YO SOY el Dios de tu padre, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob”. Entonces Moisés cubrió su rostro, porque tenía temor de mirar a Dios.

Y YAHVÉH dijo: -“Ciertamente he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he escuchado su clamor a causa de sus capataces, pues estoy consciente de sus sufrimientos. Y he descendido para librarlos de la mano de los egipcios, y para sacarlos de aquella tierra a una tierra buena y espaciosa, a una tierra que mana leche y miel, al lugar de los cananeos, de los jeteos, de los amorreos, de los ferezeos, de los jeveos y de los yebuseos. Y ahora, mira, el clamor de los hijos de Israel ha llegado hasta mí, y además he visto la opresión con que los egipcios los oprimen. Ahora pues, ven, y te enviaré a Faraón, para que saques a mi pueblo, los hijos de Israel, de Egipto.

Pero Moisés dijo a Dios: -“¿Quién soy yo para ir a Faraón, y sacar a los hijos de Israel de Egipto?” Y El dijo: -“Ciertamente YO estaré contigo, y la señal para ti de que YO SOY quien te ha enviado será ésta: cuando hayas sacado al pueblo de Egipto adoraréis a Dios en este monte.

Entonces dijo Moisés a Dios: -“Mira, si voy a los hijos de Israel, y les digo: ‘El Dios de los padres de ustedes me ha enviado con ustedes’, tal vez me digan: -‘¿Cuál es su nombre?’, ¿qué les voy a decir?”. Dijo Dios a Moisés: -“YO SOY EL QUE SOY”. Y añadió: -“Así dirás a los hijos de Israel: ‘YO SOY me ha enviado con ustedes’. ”


Dijo además Dios a Moisés: -“Así vas a decirles a los hijos de Israel: ‘YAHVÉH –Dios de sus padres-, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob, me ha enviado con ustedes’. Este es mi Nombre para siempre, y con él se hará memoria de mí de generación en generación.”

La revelación, como modo fundamental del conocimiento de Dios, está en la esencia de las religiones judía y cristiana, y también en la musulmana. Dios desea la comunicación con los seres humanos y -de alguna manera-, se nos manifiesta. Por otra parte, en las tradiciones semíticas, el nombre de una persona o de un objeto, es un símbolo, pues la contiene de manera sintética: es -podríamos decir-, un sacramento, pues es un signo eficaz que sirve de puente entre el ser y el entendimiento, representando la totalidad de la esencia de lo que representa, es decir: lo hace presente.
En el segundo relato de la creación -en el Génesis-, el "Adam" -es decir, el ser humano-, impone, comisionado por Dios, un nombre a todos, y a cada uno de los animales; se convierte con ello en el "Pastor del Ser" -en palabras del filósofo Heidegger-, pues con el poder de su razón, la persona ubica el sitio y la función de cada ser en el mundo: qué riesgosa misión, pues, la del ser humano, con la capacidad de salvar o condenar, con sus determinismos, a la creación, al mundo en el que vive...
Cuando se trata de Dios, éste no se deja aprehender, ni asir por la razón humana; permanece todo Misterio, y en el misterio de su amor eterno, es Él quien se revela y se muestra a un ser humano a quien ha creado para que sea, como dice Agustín de Hipona: capax Dei ("capaz de Dios").
"El Dios de tus padres..."
Al revelarse a Moisés, Dios comienza haciéndose fácil de hallar: "soy el Dios de tus padres..."; es una manera de decir... "soy quien ha acompañado a los tuyos, soy quien ha estado contigo desde tu familia, desde lo que tú reconoces como tu protección y origen..." . Dios se muestra con motivo de la Gracia, no es a causa de la opresión; la opresión de los israelitas es el detonante que hace intervenir a Dios, pero no es la causa, la causa es que se trata de su pueblo; pero no es "su pueblo" por el hecho aislado de que se trate de Israel, sino porque -desde antes-, ya le acompañaba: Abraham -a quien menciona Dios mismo-, era el "amigo de Dios", su relación estaba basada en amistad, confianza y fe, y Dios es fiel a sus promesas... "en ti -le dice a Abraham-, serán benditas todas las familias de la tierra" (Génesis 12 ...).
Como el reencuentro de dos personas que, por la calle, se reconocen e invocan antiguos parentescos y relaciones de amistad... "Ah, tu papá tenía la vulcanizadora a la vuelta de nuestra casa, y tú jugabas con nosotros en el patio..." Entonces, al mencionar a los Abot Israel (a los padres, a Abraham), Dios invoca, ante Moisés, aquella antigua amistad previa a la esclavitud, previa aún a la Ley del Sinai.
Pero se revela desde de una zarza en llamas, símbolo del fuego increado de la luz y el calor de Dios que a un tiempo atrae -como el amor de un hogar-, y aleja, imponiendo el respeto que el fuego mismo destructor merece, y exige acatamiento... "quítate las sandalias" : es el Santo, ha-Kadosh, es decir: el trascendente, el Otro, como en el verbo hebreo kadash = "cortar".
Con comprensible prudencia, Moisés pregunta cómo debe hablar de Dios ante la comunidad, atónito y expectante ante la grandeza de Dios, no se atreve a preguntar: "¿Cuál es tu nombre?", sabe lo que eso significa, conoce el control que supone "utilizar" el nombre de alguien: "utilizar" al ser nombrado: ¡¿cómo "utilizar" a Dios?!
Pero aquí es donde Dios establece "su Nombre para siempre": no es posible controlarle ni utilizarle (salvo en la falsedad de crear ídolos suyos), ¡pero es posible conocerle! Dios se da a conocer y revela su Nombre.
'YO SOY EL QUE SOY'
En este texto, con el YO SOY de Dios no se trata sólo de establecer a Dios como el "Ser Supremo" de la filosofía, o el Primer motor inmóvil de la doctrina aristotélica (para empezar, las épocas ni siquiera coinciden). Se trata de una revelación que Dios hace de sí mismo -como dice el teólogo católico romano Hans Küng-, "en clave de promesa". La aparente pobreza de matices gramaticales del hebreo bíblico permite -en cambio-, una vasta riqueza en la interpretación: el contundente 'ëhyéh 'ásher 'ëhyéh puede ser: "Yo soy el que soy", "Yo soy el que he sido", "Yo soy el que seré".
Dios no autoriza, pues, el control humano (ni siquiera el control institucional) por medio de la manipulación de su Nombre; sin embargo, establece una ruta segura -aunque ardua y laboriosa-, para conocerle y encontrarse con Él: su providencia, su amor en cada generación (YO SOY para ti... YO he sido, YO soy y YO seré para ti). Se identifica como el Dios de nuestro pasado, que acompañó a mi familia de origen; el Dios de nuestro presente, que me acompaña en mis problemas "de hoy" y se compromete con la liberación de la persona, la libertad de la comunidad humana. Es también el Dios de nuestro futuro, en quien puede descansar y activarse mi fe.
Dios ha creado al ser humano y le ha dado la investidura de "pastor del ser", pero es ahora Él mismo -el SER supremo, absoluto-, quien se revela como Supremo Pastor, como "pastor de pastores"; quiere ser, Él mismo, Pastor de Israel (Salmo 80). Y en la entrega de su amor quiere "ser para nosotros", y así, ser nuestra clave de sentido.
Cuando se habla del compromiso de Dios con la liberación humana, no se trata únicamente de sentidos figurados, la esclavitud de Israel era real, concreta, histórica; era la explotación del trabajo de las personas por una civilización -la egipcia-, que habrá sido muy gloriosa y mística, pero que igual basaba su esplendor en el aprovechamiento del sufrimiento y la esclavitud de los indefensos, humildes y pobres. Esclavitud histórica, sí, aunque las crónicas del Éxodo no sean historiográficamente exactas.
La triple forma básica de interpretar la revelación del Nombre de Dios, abre las posibilidades para descubrir su presencia y acción en toda nuestra vida personal, y en nuestra historia humana, y nos obliga moralmente al balance entre el ayer de "nuestros padres", el hoy de nuestros retos, y el mañana de nuestras incertidumbres: es el anuncio, ya desde la Antigua Alianza, de la presencia divina en el devenir humano, en la dialéctica de Escritura, Tradición y Razón, de la Unidad en Trinidad que reflexionará luego la Comunidad de la Nueva Alianza.



U.I.O.G.D.

Para que en todas las cosas sea Dios glorificado...