domingo, 16 de noviembre de 2008

Propios de la Santa Eucaristía
XXVII Domingo después de Pentecostés.
Propio 28
16 de Noviembre, A.D. 2008.

Colecta del Día:
Bendito Señor, tú inspiraste las Sagradas Escrituras para nuestra enseñanza: Concede que de tal manera las oigamos, las leamos, las consideremos, las aprendamos e interiormente las asimilemos, que podamos abrazar y siempre mantener la esperanza bendita de la vida eterna, que nos has dado en nuestro Salvador Jesucristo; quien vive y reina contigo y el Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos de los siglos.
Amén.
Lectura del Libro del Profeta Sofonías
(1: 7 y 12-18)
¡Guarden silencio en presencia de Yahvéh, porque el día de Yahvéh está cerca! ¡ Yahvéh ha dispuesto un sacrificio y ha consagrado a sus invitados!
--“...En aquel tiempo tomaré una lámpara y registraré Jerusalén. Castigaré entonces a la gente que se siente tranquila como el vino reposado, y se dice a sí misma: --‘¡ Yahvéh no hará nada, ni bueno ni malo!’ Por eso, sus tesoros serán saqueados y sus casas destruidas. Construirán casas que no habitarán; plantarán viñas, pero no beberán su vino.”
¡Ya está cerca el gran día de Yahvéh! ¡Ya está cerca, viene de prisa! El estruendo del Día de Yahvéh será amargo: ¡hasta los más valientes gritarán entonces! Será un día de ira, de angustia y aflicción, de ruina y desolación, de oscuridad y tinieblas, nublado y sombras profundas; será un día de trompeta y de clamor contra las ciudades fortificadas y sus altas torres.
Dice Yahvéh: --“Pondré en apuros a la gente: caminarán como ciegos, porque pecaron contra mí; su sangre será derramada como polvo; su carne amontonada como estiércol.”
En el día de la ira de Yahvéh, no salvará a la gente ni su plata ni su oro, porque el fuego del enojo de Yahvéh consumirá todo el país.
¡Todos los habitantes de la tierra quedarán destruidos en un solo instante!
Palabra del Señor.
Pueblo: Demos gracias a Dios.

Salmo
90: 1-8 y 12
R./ Enséñanos de tal modo a contar nuestros días,
que traigamos al corazón sabiduría.
1 Señor, tú has sido nuestro refugio *
por todas las edades.
2 Desde antes que se formaran los montes
y que existieran la tierra y el mundo, *
desde los tiempos antiguos
y hasta los tiempos postreros, tú eres Dios.
......................
3 Haces que el ser humano vuelva al polvo *
cuando dices: “Vuelvan al polvo, seres humanos.”
4 En verdad, mil años, para ti,
son como el día de ayer, que pasó. *
¡Son como unas cuantas horas de la noche!
......................
5 Arrastras a los hombres con violencia,
cual si fueran solo un sueño;
6 son como la hierba, que brota y florece a la mañana,
pero a la tarde se marchita y muere.
......................

7 En verdad, tu furor nos consume,
¡nos deja confundidos!
8 Nuestros pecados y maldades
quedan expuestos ante ti.

R./ Enséñanos de tal modo a contar nuestros días,
que traigamos al corazón sabiduría.

Lectura de la Primera
Carta del Apóstol
San Pablo a los Tesalonicenses
(5:1-10)
Hermanos: En cuanto a fechas y tiempos, no necesitan que les escribamos. Ustedes saben muy bien que el Día del regreso del Señor llegará cuando menos se lo espere, como ladrón que de noche llega. Cuando la gente diga: --“Todo está en paz y tranquilo”, entonces vendrá de repente sobre ellos la destrucción, como le vienen los dolores de parto a una mujer encinta; y no podrán escapar. Pero ustedes, hermanos, no están en la oscuridad, para que el Día del regreso del Señor los sorprenda como ladrón. Todos ustedes son de la luz y del día. No somos de la noche ni de la oscuridad; por eso no debemos dormir como los otros, sino mantenernos despiertos y en nuestro sano juicio. Los que duermen, duermen de noche, y los que se emborrachan, se emborrachan de noche; pero nosotros, somos del día, y debemos estar siempre en nuestro sano juicio. Debemos protegernos, como con una coraza, con la fe y el amor, y cubrirnos, como con un casco, con la esperanza de la salvación. Porque Dios no nos destinó a recibir castigo, sino a alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo. Jesucristo murió por nosotros, para que, ya sea que sigamos despiertos o que durmamos con el sueño de la muerte, vivamos juntamente con él.
Palabra del Señor.
Pueblo: Demos gracias a Dios.

Santo Evangelio de
Nuestro Señor Jesucristo según
San Mateo

(25: 14-15 y 19-29)
Pueblo: Gloria a ti, Cristo Señor.
En aquel tiempo, dijo Jesús:
+ “Sucederá con el Reino de los cielos como con un hombre que, estando a punto de irse a otro país, llamó a sus empleados y les encargó que le cuidaran su dinero. A uno de ellos le entregó cinco mil monedas, a otro dos mil y a otro mil: a cada uno según su capacidad. Entonces se fue de viaje...
“Mucho tiempo después volvió el jefe de aquellos empleados, y se puso a hacer cuentas con ellos. Primero llegó el que había recibido las cinco mil monedas, y entregó a su jefe otras cinco mil, diciéndole: --‘Señor, usted me dio cinco mil, y aquí tiene otras cinco mil que gané.’ El jefe le dijo: ‘Muy bien, empleado bueno y fiel; en lo poco fuiste fiel, al frente de lo mucho te pondré. Entra en el gozo de tu Señor.’ Después llegó el empleado que había recibido las dos mil monedas, y dijo: --‘Señor, usted me dio dos mil, y aquí tiene otras dos mil que gané.’ El jefe le dijo: --‘Muy bien, empleado bueno y fiel; en lo poco fuiste fiel, al frente de lo mucho te pondré. Entra en el gozo de tu Señor.’
“Pero cuando llegó el empleado que había recibido las mil monedas, le dijo a su jefe: --‘Señor, yo sabía que usted es un hombre duro, que cosecha donde no sembró y recoge donde no esparció; por eso tuve miedo, y fui y escondí su dinero en la tierra; pero aquí tiene lo que es suyo.’ El jefe le contestó: ‘Empleado malo y perezoso, pues si sabías que yo cosecho donde no sembré y que recojo donde no esparcí, deberías haber llevado mi dinero al banco, y yo, al volver, habría recibido mi dinero con intereses.'’ Y dijo a los que estaban allí: ‘Quítenle las mil monedas, y dénselas al que tiene diez mil; porque al que tiene, se le dará más, y tendrá de sobra; pero al que no tiene, hasta lo poco que tiene se le quitará. Y a este empleado inútil, échenlo fuera, a la oscuridad. Entonces vendrán el llanto y la desesperación.’
El Evangelio del Señor.
Pueblo: Te alabamos, Cristo Señor.

Conmemoraciones de la Semana:
17 de noviembre: Hugo de Lincoln, Obispo (+1200)
18 de noviembre: Hilda de Whitby, Abadesa (+680)
19 de noviembre: Isabel de Hungría, Princesa (+1231)
20 de noviembre: Edmundo de Anglia Oriental, Rey (+870)
22 de noviembre: Clive Staples Lewis, Narrador y apologista (+1963)

Ciclo Anglicano de Oración:
La Iglesia Lusitana
Católica Apostólica y Evangélica
(Portugal).
Diócesis extraprovincial a la Provincia de Canterbury.
Obispo Fernando Soáres
La Iglesia Lusitana se organizó durante la segunda mitad del siglo XIX, fruto del ambiente religioso y social de esa época en Portugal.

La institución de un gobierno liberal y las nuevas ideas culturales y políticas en el mundo, generaron –tanto en Portugal como en otros países-, un clima de cambio y tensión entre muchos sectores de la sociedad y la jerarquía católica romana que continuaba presa de valores anticuados y tardaba en adaptarse a los nuevos tiempos.

En realidad la jerarquía católica romana se mostraba intolerante en la defensa del absolutismo papal, tanto en el plano eclesiástico como secular, situación que se agravó en 1870 con la definición de la jurisdicción universal e infalibilidad papal. Por otra parte, la desconfianza sobre la lectura de la Biblia por los creyentes, el ritualismo distante y pomposo de la liturgia en latín y los excesos del marianismo popular hicieron que muchos cristianos más progresistas se alejaran de la Iglesia Romana.

Entretanto, iba llegando a Portugal la influencia de otras corrientes del cristianismo, relacionadas con las espiritualidad anglicana, la tradición protestante y el movimiento vétero-católico surgido en Suiza y Holanda precisamente para tratar de restaurar en la Iglesia Católica Romana su simplicidad y vivencia ética de los dos primeros siglos del cristianismo. En ese contexto, algunos sacerdores y laicos se separaron de la Iglesia Romana y formaron pequeñas comunidades eclesiales donde se encontraban para vivir y compartir su fe en Jesucristo.

En 1880 se reunió un Sínodo al que fue invitado para presidirlo el anterior Obispo anglicano de México Henry C. Riley; de ese modo se constituyó y reglamentó la Iglesia Lusitana Católica Apostólica Evangélica.


U.I.O.G.D.
Para que en todas las cosas sea Dios glorificado…

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