jueves, 20 de noviembre de 2008

Una Reliquia diocesana.
Por Kirk S. Smith, Obispo de Arizona.
Traducción del Padre
Miguel Zavala-Múgica+
19, Nov. 2008.
Siendo, como es, la Diócesis de Arizona, una porción, más bien, históricamente nueva de la Iglesia Episcopal, no cuenta con muchos objetos materiales que nos conecten con nuestro pasado.
Comparada a las antiguas parroquias de la Iglesia de Inglaterra, que poseen cálices y patenas de plata y vestiduras que han estado en uso por cientos -cuando no por miles-, de años, nuestro "departamento de reliquias" se queda corto.
Tal situación ha mejorado apenas la semana pasada, cuando Robbe Heistand, viuda del Obispo Heistand, me envió el báculo usado por el Obispo durante su gestión como tal (1979-1992). Este hermoso báculo, junto con el anillo episcopal del Obispo Harte (1962-1979), son los únicos dos objetos que poseemos, y que hayan pertenecido a obispos anteriores.
El báculo me acompañará en las visitas pastorale; el anillo con el sello de amatista, lo uso únicamente en ocasiones especiales en la Catedral. Espero entregar ambos elementos en manos de mi sucesor cuando llegue el momento.
Tanto el anillo como el báculo tienen una antigua relación con el oficio del Obispo. El anillo ha sido usado desde muy antiguos tiempos para imprimir el sello del Obispo sobre cera caliente, para lacrar documentos oficiales (cosa importante para un público que, en su mayoría, era analfabeta). Desde al menos el siglo XI, el anillo simbolizaba también la autoridad temporal del obispo sobre tierras y propiedades.
El báculo es un símbolo más espiritual, y representa la autoridad del Obispo sobre la Iglesia y su papel como vigilante que se describe en la Sagrada Escritura. Hasta los niños más pequeños pueden verf que realmente se trata del bastón de un pastor , que se usa para acarrear a las ovejas perdidas o atoradas, con su remate curvo, así como para alejar a los lobos con su remate puntiagudo en la parte baja.
Cuando una niña pequeña me dijo: "¡Tú eres Little Bo-Peep!" (ver la nota al final del artículo), le contesté que prefería ser "El Pastor Principal" (Véase I Pedro 5:4, nota del traductor).
Puesto que el báculo representa autoridad espiritual, un obispo solamente lo lleva en las iglesias de su propia diócesis. He allí el por qué no tengo que preocuparme por andarlo sometiendo a los sistemas de seguridad aeroportuarios, puesto que jamás abandona el Estado. El obispo lleva el báculo en las procesiones con la parte curva mirando al frente, jamás se deja en posición horizontal excepto cuando se deja sobre el altar (para su transmisión), o bien en el funeral del Obispo.
Me honra llevar el báculo del Obispo Heistand, que fuera usado cuando él me ordenó de diácono en Mesa en 1979. Fue usado por última vez en su funeral en Charles City, Virginia, cuando descansó sobre el altar de la pequeña iglesia colonial de la localidad. No estoy bien informado acerca de sus orígenes, pero me parece que fue fabricado por un platero local en Tucson, y encargado por la congregación de St. Philip's in the Hills de Tucson, cuando su Rector fue elegido Obispo.
Está hecho de una madera dura y pesada (¿mezquite?) e incrustado de plata, coral y turquesas. Ostenta en el "nudo" (esfera cercana a la curvatura) el escudo de la Diócesis (de Arizona), que mira hacia los cuatro puntos cardinales. Podrán verlo bien la próxima vez que vaya a visitarles. Es un concreto recordatorio de nuestro gran pasado como pueblo de Dios en Arizona.
El báculo viene en un estuche forrado de terciopelo que en su exterior trae una placa de bronce que dice: "Propiedad del Revdmo. Joseph T. Heistand, Obispo de Arizona." Un miembro de su familia me dijo: --"Puede Usted cambiar eso cuando quiera..." Yo respondí: --"No, creo que lo dejaré tal como está."
+Kirk.
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¿Quién es Little Bo Peep?
(Nota del Traductor).
La Little Bo Peep a la cual se refería la nena que hablaba con el Obispo Smith, es un personaje de tonadillas para niños chiquitos en la tradición de habla inglesa que posiblemente se remonte a la era victoriana. Se trata de una pastorcita que pierde sus ovejitas; en la copla se le aconseja como recuperarlas:
"Little Bo Peep has lost her sheep
And can't tell where to find them.
--'Leave them alone,
And they'll come home,
Wagging their tails behind them' "
He aquí una traducción libre:
"La pequeña Bo Peep sus ovejas perdió;
De dónde encontrarlas no se da razón,
--'Déjalas, déjalas, ya volverán,
Alegres meneando sus colas detrás...' "
Evidentemente, ni la niñita es un ícono de lo que quisiera ser un obispo, ni el consejo de la tonadilla es recomendable para nadie que pretenda llevar en serio un báculo.
MZ+
UIOGD
U.I.O.G.D.
Para que en todas las cosas sea Dios glorificado...





1 comentario:

francisco dijo...

Por lo que yo conozco, que es bastante, sin ánimos de resultar petulante, tampoco es que vaya muy desencaminada la tonadilla. Demasiados símbolos y poco servicio, en la mayoría de los casos. Mis respetos, obispo.