jueves, 23 de abril de 2009

Materia filosófica.
Por Elizabeth Chávez (Metodista)
Este artìculo ha sido enviado a la
Red Juvenil Interreligiosa de México,
de donde ha sido tomado.
Los subrayados en el texto y la imagen
han sido editados por este blog.
He recibido con profundo escalofrio la noticia de que se eliminarán las materias de humanidades y filosofía de la curricula del bachillerato en nuestro país.
Cuando ingresé a la Universidad Nacional Autónoma de México, una de las primeras materias que cursé fué: Filosofía de la Ciencia. Mi profesora; Patricia Corres Ayala, con un estilo único, nos llevo casi de la mano, a revisar el pensamiento filosófico a través del tiempo. Nunca ninguna otra materia me dió tantos elementos de análisis para los siguientes cuatro años y medio de estudios universitarios, y para interpretar el mundo que me rodeaba.
Ya entonces el sistema neoliberal comenzaba a extender sus dominios en nuestro México, y finalmente lo logró en esos años con la firma del Tratado de Libre Comercio, mismo que mi maestro de Filosofía Sociológica, nos ayudo a analizar con pensamiento crítico, otra muestra era la modalidad de que algunos profesores excepto la mia, optaban por dar otros temas en la materia, para beneplácito de los que veían la Filosofía como un trámite engorroso en el plan de estudios. Nos dijeron: si quieren aprender filosófía, matriculense con la Dra. Ayala, es egresada del Doctorado en La Sorbona, entonces ahí estuvimos.
ARRIBA:
Auguste Rodin: El Pensador.


También recuerdo mi clase de Ética en la Preparatoria No. 6, durante ese curso, muchos fuimos transformados con el asunto de la decisión, lo relativo, lo humano...
Luego de estudiar Filosofía ya no puedes interpretar igual la realidad. Como lo que necesitamos es analizar para interpretarla, pero con pensamiento crítico, requerimos elementos que nos den herramientas para hacerlo. El primer elemento para el cambio es la información, pero luego le sigue la actitud, y ya luego la implementación, que a su vez, va transformando la realidad.
La organización y todas ésas chafaldranerías que ahora nos venden los filósofos de la obviedad en sus libros sobre desarrollo organizacional y efectividad, y que muchos se tragan como si fuera el evangelio, son una versión muy torcida del proceso que describí; de hecho muy muy torcida...y que ha tenido gran acogida porque se amolda a las leyes de mercado, oferta demanda, eficiencia y cuanta cosa sirve para seguir manteniendo vivo al Dios del capitalismo.
Hace poco escuché el slogan de un programa en la radio que decia: El único dios vivo... el dinero, por eso escuche su programa sobre finanzas y bla bla bla... bien dijo el Maestro que no se puede servir a dos amos a la vez, porque o sirves a Dios o sirves a a las riquezas...

El capitalismo es una religión que exige víctimas vivas en holocausto, pero también requiere entes alienados, ¿más? más.

Baste observar una tarde, cualquier grupo de adolescentes, de éstos que ahora ya no tendrán que leer filosofía por decreto presidencial, ávidos de consumir productos que les han hecho desear con ávidez en anuncios publicitarios, en ningún momento han decidido si lo necesitan o no, si lo quieren o no, o aún peor y mas grave: ¿de dónde parte ésa necesidad de comprar, consumir, para luego farolear?
(Nota del blog: "farolear" = en México: fanfarronear, presumir vanamente).
¿Sabrán que esto del ser empezó a ser sistematizado por la filosofía? Descartes, con su cogito ergo sum ("pienso, por lo tanto existo"), seguramente los haría darse la vuelta despavoridos. O ¿qué pasarìa? si alguien les plantease: ¿Es éticamente correcto comprar productos que adolescentes de otros países de tercer mundo, arman siendo explotados laboralmente (maquilando ropa, celulares, ipods, etc)?
En realidad he sido una mujer que desde pequeña se ha cuestionado sobre temas existenciales. El concepto de angustia existencial ya lo conocía antes de aprenderlo en los textos de Filosofía, debido a que me fue siempre una sensación muy cercana y peculiar. En una etapa muy difícil de mi vida, tuve un amigo por consejero que me recetaba largas charlas sobre mis preguntas existenciales y algunos libros, uno de ellos fué el Mundo de Sofía. Debo decir que no pude aplicarlo mucho pero sí me sacó de aquellos dias de paralizante angustia existencial.
Mencionar los filósofos que han influido mi pensamiento es difícil, pero son muchos, cada uno de sus planteamientos me ha hecho moverme, cuestionar, pensar...
Leer, luego pensar, luego escribir... pero leer cosas que nos reten, que nos desafíen, sólo se encuentran en la filosofía, en la psicología (but of course my dear!) y en otras disciplinas, porque no te dan la composta de sopetón en una cucharada para que la tragues, sino que te enseñan a desmenuzar, a fragmentar a analizar... Textos que nos "cuiden" y nos "consientan", no sirven para hacernos crecer, ni en la vida interpersonal, ni en nuestro pensamiento.
Ahora los chavos bachilleres tendrán una realidad que los rete, pero sin herramientas que a su vez los reten a ellos para enfrentarla, solo se acomodarán por ahí, serán una pieza más en el engranaje... de por sí, ya lo somos en mucho.
Y me viene un pensamiento ocioso a la mente: si ya se me quedan viendo raro debido a palabras que uso en mis conversaciones, y que poco a poco van desapareciendo del lenguaje, ahora, además, tras mi frase recurrente de: "¿es cognoscible el ser?" cada vez menos personas se reírán, para luego reflexionar en ella...




U.I.O.G.D.

...Para que en todas las cosas sea Dios glorificado.



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