domingo, 27 de julio de 2008

Julio 27, 2008

Entrevista: El Rev. Gene Robinson

El obispo homosexual americano que ha causado revuelo en la Iglesia de Inglaterra no se echa para atrás.

Rosie Millard





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Traducción selección y pies de foto: Miguel Zavala-Múgica+
La Foto de Robinson es dela Agencia AP y la foto del Arzobispo Williams es material del art. en inglés sobre él en Wikipedia.



(Arriba: izq.: Gene Robinson, Obispo de New Hampshire, der.: Rowan Williams, Arzobispo de Canterbury).


El primer obispo abiertamente homosexual, me saluda en un pequeño parque detrás del aula deportiva en la Universidad de Kent.
–...Aunque -comento al Rev. Gene Robinson, Obispo de New Hampshire, más bien debimos habernos encontrado allá abajo, en la Catedral de Canterbury, quizá en el punto donde Thomas Becket fuera martirizado.

Ríe estrepitosamente: “No me siento mártir; pero por un accidente histórico siento que soy algo parecido a un símbolo.”

Y de veras que lo es, y para algunos, un símbolo bastante incómodo. Único entre ochocientos prelados anglicanos en no haber sido invitado por el Arzobispo de Canterbury a la Conferencia de Lambeth, en la Universidad de Kent, Robinson decidió que iría de cualquier modo. Más de doscientos obispos africanos y asiáticos, están boicoteando la Conferencia como protesta –no tan sólo porque deseen que Robinson se mantenga fuera, sino también porque los obispos estadounidenses que le han consagrado, están presentes. Claramente, hasta respirar el mismo aire con un obispo que alguna vez haya estrechado la mano de un obispo gay, resulta ofensivo para cierta gente.

La presencia de Robinson no ha echado a perder la fiesta tanto como el ruidoso escándalo multimediático en torno a ella. Todo lo demás en la agenda ha sido puesto en segundo plano: si la Iglesia Anglicana puede o no tolerar a los clérigos gays, es prácticamente la única cosa de la que cualquiera ha querido discutir desde que comenzó esta semana el santo sarao –que tiene lugar una vez cada década. Y Robinson –pequeño él, ajustado y envuelto en su púrpura camisa clerical– ha sido el des-invitado con quien todo el mundo (excepción hecha de los obispos) quisiera encontrarse.

--“Es una pena que haya yo elegido dejar de fumar precisamente esta semana,” dice, dándole una grata bocanada a un Marlboro. No creo que ni él hubiera podido aventurar qué se siente ser el blanco del veneno de un nutrido grupo global de prelados (el Arzobispo de Nigeria ha descrito a los gays como menos que perros; el Arzobispo de Kenya ha dicho: “evidentemente, el demonio ha entrado en la Iglesia").

¿Habrá tenido razón el Obispo estadunidense para venir? Seguramente que llegar sin haber sido invitado y celebrar un servicio al aire libre, la semana pasada, para anglicanos lésbicas, gays, bisexuales y transexuales fuera de la Catedral –justo cuando el Arzobispo de Canterbury se hallaba dentro diciendo que: “La unidad en la diversidad es la preciada tradición anglicana”, fue un poquito provocador. Incluso infantil --dirán algunos.

--“Yo hice un voto -como hacemos todos los obispos-, de participar en los concilios de la Iglesia”, dice Robinson. “Sólo estoy cumpliendo mi voto.” ¿Qué pasa entonces con los votos de los 230 obispos boicoteadores? ¿Usted les ha echado a perder la Conferencia? --“Yo no puedo controlar sus decisiones,” dice. “Fueron ellos quienes demandaron que no fuese yo invitado a la mesa, y el Arzobispo de Canterbury accedió a sus exigencias –y tal parece que no es suficiente. Hasta los obispos que me consagraron son considerados ofensivos.

“Mi percepción es que si el Arzobispo no hubiera invitado a la Iglesia estadunidense en bloque, estos obispos [inconformes] de todos modos no estarían allí. Los tiranos jamás se sacian.”
¿De veras Rowan Williams -líder de la comunidad anglicana global-, está siendo tiranizado? “Yo creo que sí. Creo que la mayor parte del mundo percibe esto como una tiranización.”
¿Qué piensa Usted del liderazgo de Williams? --“Está él en un oficio casi imposible de realizar. Y creo que, al tratar de satisfacer algunas de las demandas que le hacen, las cosas se han puesto peor; no quedarán satisfechos con menos que una total victoria, y lo que me pregunto es cuándo lo va entender.”


Rowan Williams: Un oficio casi imposible de realizar.



Robinson, de 61 años, dice que siempre supo que era gay: --“Desde los trece años aprendí a pasar censura sobre cada palabra que fuera yo a decir -la gente gay hace esto todo el tiempo.” Así, estuvo casado con una mujer durante trece años, intentando lo que el denomina el método de suprimir “de blanco” su auténtica sexualidad.

“Crecí en una época en la que no había modelos a seguir: ser gay o lesbiana, era ser un fracaso. Oh, compartí el hecho de que me atraían los hombres a las dos semanas de haber conocido a [mi ex-esposa] Isabella. Todas mis verdaderas relaciones románticas anteriores a ella habían sido con hombres. Me sentía listo para una relación con ella, pero aún no estaba seguro sobre el matrimonio. Isabella me aseguró que enfrentaríamos esto juntos. Y así lo hicimos trece años después.”


Para esta época, ya habían tenido dos hijas: Jamie, que entonces tenía 8 años, and Ella, de 4. Después que Robinson le leyó Jamie un libro gay para niños acerca de dos hombres que viven juntos , ella le dijo: “Espero que encuentres un novio, papi.” Luego del divorcio, Isabella volvió a casarse y Robinson conoció a su compañero, Mark Andrew. Pareció entonces que había pocos problemas, si es que había algunos: a sus hijas les ha gustado tener “tres papás”, según el obispo, y pasan muy contentas cada fin de semana con él y Andrew.

Parece, también, que hasta las más estrictas matronas de Nueva inglaterra, en su diócesis de New Hampshire, le han acogido en su generoso regazo. Él y Andrew celebraron su unión civil en su propia iglesia, apenas hace seis semanas ante una complacida congregación. Con tal clase de apoyos de parte de su gente, no es difícil ver por qué Robinson siente que puede caminar confiado por el campus de la Universidad de Kent. Los jóvenes especialmente, parecen recibirle cálidamente. “Rara vez he conocido a una persona, por debajo de los treinta años, que pueda entender qué significa todo esto”, dice. “Todos ellos tienen amigos gays y lesbianas: ¿a qué tanto escándalo?; y las quejumbres hacen que la Iglesia luzca deseperanzadoramente irrelevante.”
Y de verdad que esto hace que la famosa reputación tolerante de la Iglesia de Inglaterra parezca más bien dudosa. En tanto que los anglicanos de New Hampshire aparentemente han celebrado la unión civil de su obispo sin siquiera despeinarse, la Iglesia de Inglaterra está aún nerviosa de que parezca siquiera que apoya la ordenación de cualquier persona homosexual. A Robinson se le ha permitido reunirse con Williams sólo una vez –hace como tres años. En comparación, Robinson ha tenido tres encuentros privados con Barack Obama, el candidato presidencial estadunidense.

“Tuve un encuentro largamente esperado con el Arzobispo, pero no estaba nada deseoso de recibirme,” dice Robinson. A fin de cuentas, la reunión se mantuvo en tal secrecía, que no se le notificó ni el lugar de la cita hasta casi el último minuto.

¿Estamos más prejuiciados por estos rumbos? --“Yo diría que están ustedes tan lejanos de este asunto como nosotros lo estamos, sólo que ustedes no querrán admitirlo,” --dice. “Tienen ustedes muchos clérigos gays, muchos clérigos que viven en uniones gays, parejas gays en las cuales ambos son clérigos; los obispos lo saben; sus congregaciones lo saben. ¿pero puede usted lograr que alguien hable del tema? Ah, no... Me parece que esto es como cosa de la época victoriana.”

Irrelevante, fuera de contacto con la sociedad, temerosa... no hay descripción que pueda ser más dañina para una iglesia con una membresía decreciente, que está fallando significativamente en atraer a nuevas generaciones. Robinson dice que Williams lo sabe, y es por ello, una de las razones por las que está contento de ser 'una espina en las costillas del Anglicanismo': “Simplemente no quiero dejar que estos muchachones se reúnan sin que se les recuerde que en todas y cada una de sus iglesias -no importa en que país esté-, todos ellos tienen personas gays y lesbianas.”

Quizá sea esto justamente lo que la Iglesia Anglicana necesita: un auto-publicista natural que se sienta igualmente cómodo disfrutando del arte de Sir Ian McKellan, el actor gay, que hablando de la Biblia. Robinson se ve feliz de aceptar el hábito de misionero: “Creo que la compulsión norteamericana a hablar abiertamente de todo, es una gran fortaleza, así como una gran debilidad. Parecemos innecesariamente impetuosos, pero me encanta que seamos así. Me siento llamado a ser tan abierto como sea posible sobre mi vida de modo que los jóvenes lesbianas y gays entiendan que pueden llegar a tener maravillosas relaciones, ser mamás y papás y [lograr] auténtica distinción para sí mismos en su profesión. ¿Acaso alguien se cree que si me atropellara uno de estos maravillosos autobuses de dos pisos que ustedes tienen, este asunto se va a acabar? Esto es lo que es más de destacar de la declaración del Arzobispo del Sudán esta semana: que si yo renunciara la Iglesia podría quedarse como estaba.”

Se ríe: “Hay gente muy fiel, gays y lesbianas en toda esta Iglesia, que están listos a servir como obispos. Así que si mañana me borro de la faz del planeta, esto no va a parar.”
De conformidad, quizá, con cierto arquetipo, a Robinson le encanta cocinar, mantiene una casa inmaculadamente limpia con Andrew, habla abiertamente acerca de haberse hecho la prueba de VIH y tiene montones de amigas mujeres que hablan con él de sus problemas. Pero es también un hombre de Iglesia, que habla de haber salvado su vida gracias a la Biblia. Es claro que tiene una fe profunda: al romper la aurora de cada día de esta semana, ha asistido a un monasterio en Canterbury a orar con religiosos franciscanos.

Ok. Entonces, si Usted cree que la Biblia es la Palabra de Dios, ¿qué hay con todo ese material que en las Escrituras prohibe las uniones del mismo sexo? “Las Escrituras fueron escritas en tiempos patriarcales,” -dice, “épocas de esclavitud, de poligamia. Y si te vas por una lectura literalista, te vas a meter en problemas. Las mujeres usan sombreros en la iglesia, por ejemplo, porque San Pablo dijo que tenías que mantener la cabeza cubierta... y de paso, también, la boca cerrada.
“Nos hallamos alegando acerca de la Escritura en sí, y no del Dios al que ella apunta. Tengo que preguntar, mientras que hay jóvenes que se acuchillan por todo Londres, y mientras más de mil millones de personas tratan de subsistir con menos de un dólar al día, ¿por qué la Iglesia se está desgarrando con este asunto de la sexualidad? Es un desperdicio de nuestro tiempo y energía.”

¿No se preocupa (Robinson) de que su presencia pueda llevar a que los obispos boicoteadores hagan algo permanentemente destructivo? Ha habido ya rumores acerca de una iglesia “herida”. ¿No está simplemente echándole leña al fuego de un cisma? “Si alguien elige sentirse herido, esa es responsabilidad suya,” --dice. “Yo no intento treparme al púlpito y arrebatarle el micrófono al Arzobispo de Canterbury.”

No, pero tampoco está callado. Robinson ha estado sacándole provecho a su estatus de excluído en Canterbury, efectuando “noches abiertas” en las que espera hacer conversiones. La próxima “Conversación con el Obispo Gene Robinson” será la noche del miércoles. Será un acontecimiento al margen, y en los márgenes es precisamente donde quiere estar, indicando sutilmente que su campo es donde está el auténtico cristianismo.

--“Jesús pasó la mayor parte de su tiempo con marginados y bien podría haber estado más interesada esta gente marginal y excluída,” --dice. Así que hasta tiene a Jesús de su lado.





U.I.O.G.D.

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