San Bernabé, Apóstol.
(11 de Junio)
(Traducción y adaptación a partir de Wikipedia y Lesser Feasts & Fasts:
Pbro. Miguel Zavala-Múgica+,
Diócesis del Occidente de México).
Nacido en Chipre, era judío de habla griega, perteneciente a la tribu de Leví, y vivió durante el siglo I. Originalmente llamado José (Iôsês, variante griega), recibió de los apóstoles el mote de Bernabé (del arameo בר נביא, bar nabyā: "hijo de profeta o de profecía", o bien "hijo de consolación ó exhortación"(según lo explica el texto griego de Hechos 4:36: υiός παρακλήσεως, hyiòs paraklēseōs), por ver en él cualidades de líder que anima y entusiasma. Dadas las evidencias que aparecen en Hechos 13:1 y 15:32, su sobrenombre podría indicar que ejercía en la Iglesia el ministerio de profeta.
Conversión y status eclesial de Bernabé.
Fue tía suya la madre de Juan, apodado Marcos ("Juan Marcos" de Colosenses 4:10), a quien se identifica ampliamente con Marcos, la persona a quien tradicionalmente se cree como autor del Evangelio de San Marcos.
En el Libro de Los Hechos de los Apóstoles (4: 34-37), se cuenta que Bernabé vendió su finca en Chipre, y el producto que de ella obtuvo lo puso a disposición de los apóstoles para distribuir entre los pobres de la comunidad.
Fue gran colaborador de San Pablo quien a su regreso a Jerusalén, tres años después de su conversión, recibió de Bernabé apoyo ante los apóstoles (9:7), e intercesión para obtener la aceptación a su ministerio. Es posible que hayan sido compañeros como estudiantes en la escuela rabínica de Gamaliel.
Pese a no formar parte de los Doce, es considerado uno de los primeros apóstoles del cristianismo, y se le cuenta como uno de los primeros discípulos del Señor. Probablemente fuera uno de los setenta discípulos mencionados en los evangelios (San Lucas 10:1). Bernabé es considerado Apóstol por San Lucas y por los primeros Padres de la Iglesia, por la misión especial que le confió el Espíritu Santo. Los Apóstoles lo apreciaban mucho por ser "buen hombre, lleno de fe y del Espíritu Santo" (Hechos 11: 24), y lo eligieron para la evangelización de Antioquía. Su predicación aumentó los conversos.
En Hechos 14:14, Bernabé es mencionado antes que Pablo, "Bernabé y Pablo", en vez del orden usual inverso. Ambos son llamados 'Aπόστολοι, 'apóstoloi = "apóstoles". El hecho de que un texto bíblico otorgara el título apostólico a Bernabé, se convirtió en un asunto de política clerical, que se debatió acaloradamente en la Edad Media.
Labor con San Pablo.
La prosperidad de la iglesia de Antioquía, llevó a los apóstoles y a los hermanos de Jerusalén a enviar a Bernabé a supervisar el movimiento. Halló Bernabé tan pesado y extenso el trabajo, que se fue a Tarso, y se asoció con Pablo; juntos obtuvieron un éxito extraordinario. Regresaron a Antioquía, donde permanecieron por un año (Hechos 11: 25, 26). Éste se convirtió en el gran centro de evangelización y donde por primera vez se llamó "cristianos" a los discípulos de Cristo. Volvieron a Jerusalén (44 d.C.), enviados por los cristianos de la iglesia de Antioquía, para llevar una colecta en favor de los que estaban pasando hambre en Judea (11: 28-30).
El Espíritu Santo habló por medio de los maestros y profetas que adoraban a Dios: "Sepárenme a Pablo y Bernabé, para una tarea que les tengo asignada". Después de ayuno y oración Pablo y Bernabé recibieron la misión y la imposición de manos. Partieron acompañados de Juan Marcos (primo de Bernabé, arriba mencionado) a predicar a otros lugares, como Chipre, patria de Bernabé, Panfilia, Pisidia y Licaonia (Hechos 13: 14) .
Pablo y Bernabé convirtieron al procónsul romano Sergio Paulo, de quien Saulo tomó el nombre de Pablo (o Paulo) -Hechos 13:9-, para predicar entre los gentiles, a partir de lo cual, Pablo parece adquirir precedencia en el trabajo. Ahora se invierte definitivamente el orden de precedencia y se habla de "Pablo y Bernabé" (13:43, 46, 50; 14:20; 15:2, 22, 35); sólo en 14:14 y 15:12, 25 Bernabé ocupa el primer lugar temporalmente.
Fueron luego a Perge, en Panfilia, donde se inició el más peligroso viaje misionero. Juan Marcos no estaba decidido y les abandonó, regresando solo a Jerusalén. Luego prosiguieron su viaje misionero por ciudades y naciones del Asia Menor.
En Iconio, capital de Licaonia, estuvieron a punto de morir apedreados por la multitud. Se refugiaron en Listra, donde el Señor por medio de Pablo curó milagrosamente a un paralítico y por esa razón los habitantes paganos creyeron que Pablo y Bernabé eran los dioses Hermês y Zeus (respectivamente), que los habían visitado (Hechos 14:12). A duras penas, evitaron que la población ofreciera sacrificios en honor a ellos y por eso, la gente se pasó al otro extremo, lanzando piedras contra ambos, y dejándolos maltrechos. Pablo aparecìa como quien predicaba (13:16; 14:8-9, 19-20), de aquí la confusión con Hermês, mensajero de los dioses.
Tras una breve estancia en Derbe, donde muchos se convirtieron, los dos apóstoles volvieron a las ciudades que habían visitado previamente, para confirmar a los convertidos y ordenar presbíteros. Después de completar la primera misión regresaron a Antioquía de Siria.
Algunos de los judeo-cristianos, contrarios a las opiniones sustentadas por Pablo y Bernabé, exigían que los nuevos cristianos, aparte de ser bautizados fueran circuncidados. A raíz de eso, se convocó el llamado Concilio de Jerusalén, que declaró que los gentiles convertidos estaban exentos del deber de la circuncisión.
Segundo viaje misionero.
Ante este viaje, surgió un conflicto entre Pablo y Bernabé. Bernabé quería llevar a su primo Juan Marcos y Pablo se oponía por haberles abandonado en mitad del primer viaje (por miedo a las dificultades). Decidieron separarse: San Pablo fue a su proyectado viaje con Silas y Bernabé, a Chipre con Juan Marcos.
Más tarde se volvieron a encontrar -como amigos-, evangelizando en Corinto (I Cor. 9: 5-6); se deduce así que Bernabé aún vivía y trabajaba en los años 56 o 57 d.C. Posteriormente Pablo invita a Juan Marcos a unirse a él, cuando estaba preso en Roma, lo que indica que Bernabé habría muerto alrededor del año 60 o 61.
Leyendas sobre su Martirio y fuentes extrabíblicas.
Leyendas sobre su Martirio y fuentes extrabíblicas.
Algunos escritos apócrifos hablan de un viaje de Bernabé a Roma y de su martirio -hacia el año 70-, en Salamina, a manos de algunos judíos griegos, que lo habrían apedreado después de aplicarle los más horribles tormentos, según la fraseología clásica de los martirologios. Juan Marcos, testigo de esta barbarie, habría enterrado secretamente su cuerpo en una cueva, donde habría permanecido hasta que -muy oportunamente-, se le descubriera en tiempos del Emperador bizantino Zenón, en 485 d.C.
En Salamina, Chipre, hay un monasterio ortodoxo que lleva el nombre de San Bernabé, donde pareciera estar la tumba reputada como suya. Bernabé es el patrono de la isla de Chipre. Este patronazgo reclamado por la Iglesia Chipriota, es la base de su alegato para desvincularse de la tutela del Patriarcado de Antioquía y convertirse en una Iglesia autónoma dentro de la comunión de la Iglesia Ortodoxa, como después lo fue en contra del Arzobispado de Milán, para librarse de la hegemonía católica romana.
Monasterio de San Bernabé en Famagusta, al Norte de Chipre
El primitivo escritor cristiano Tertuliano, afirma que Bernabé fue el autor de la Epístola a los Hebreos que aparece en el Nuevo Testamento, se le atribuye haber escrito en Alejandría los textos conocidos como: Epístola de Bernabé (que más bien parece escrita en la década del 130 d.C.), Evangelio de Bernabé (que sobrevive en dos manuscritos postmedievales en italiano y español), y Los Hechos de Bernabé, todos los cuales, jamás llegaron a entrar en Canon bíblico.
Contrariamente a la visión ortodoxa del cristianismo, y más cerca de la interpretación musulmana de éste, el Evangelio de Bernabé declara que Jesús NO es el Hijo de Dios, sino un profeta, y llama a San Pablo "el engañado"; el mismo libro dice que Jesús subió vivo -y sin haber muerto crucificado-, al cielo, mientras Judas Iscariote era crucificado en lugar suyo.
En realidad, lo que se sabe de Bernabé, tiene como fuente principal los pasajes del Nuevo Testamento que hemos citado aquí.
Según el escritor Focio (Quaest. in Amphil., 123), Bernabé fue nada menos que el autor del Libro de los Hechos de los Apóstoles. (El consenso actual de los investigadores, lo atribuye a San Lucas).
Otra leyenda dice que, al momento de su muerte, llevaba un ejemplar del Evangelio de San Mateo que él mismo había copiado a mano.
Otras fuentes fuera de la Biblia, hablan de viajes misioneros de Bernabé a Roma y Alejandría. En los Reconocimientos Clementinos (I: 7), se le cita predicando en Roma aún en vida de Nuestro Señor. Clemente de Alejandría (Strómata, II: 20) es el escritor a quien debemos la interpretación de San Lucas 10: 1 de que Bernabé era uno de los setenta discípulos a quienes Jesús envió como misioneros.
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Notas y fuentes consultadas en el artículo de Wikipedia:1. St Barnabas Monastery
2. The Life of our Blessed Lord and Saviour Jesus Christ: And the Lives and Sufferings of His Holy Evangelists and Apostles, p.455, 1857 AD, Miller, Orton & Co., 25 Park Row, New York.
3. Encyclopedia Britannica, micropedia vol. 2, p.903. Chicago:Encyclopedia Britannica, Inc. ISBN 0-85229-633-0.
4. Catholic Encyclopedia: St. Barnabas
5. Compare C. J. Hefele, Das Sendschreiben des Apostels Barnabas, Tübingen, 1840; O. Braunsberger, Der Apostel Barnabas," Mainz, 1876.
6. Compare T. Zahn, Geschichte des neutestamentlichen Kanons, ii, 292, Leipsig, 1890.
U.I.O.G.D.
Colecta de San Bernabé Apóstol.
Fiesta Mayor (Libro de Oración Común)
Concede, oh Dios, que sigamos el ejemplo de tu siervo fiel Bernabé, quien, buscando no su gloria, sino el bienestar de tu Iglesia, entregó generosamente su vida y sostenimiento para el alivio de los pobres y la expansión del Evangelio; por Jesucristo, nuestro Señor, quien contigo y el Espíritu Santo vive y reina, un solo Dios, por los siglos de los siglos.
Amén.