martes, 9 de septiembre de 2008

FIESTAS MENORES 09 DE SEPTIEMBRE
Constanza,
Religiosa y
Compañeros Mártires, 1878

(Los Mártires de Memphis)


Compilado y traducido por el
Padre Miguel Zavala-Múgica+
con materiales en castellano del manual de Fiestas Menores y Días de Ayuno de la Iglesia Episcopal, y materiales de los siguientes sitios en inglés: http://stpauls-medina.org/
http://www.flickr.com/photos/stmarysmemphis/1339442724/;
http://www.flickr.com/photos/stmarysmemphis/2480577525/


La Iglesia conmemora hoy la oblación amorosa de un grupo de religiosas, clérigos y laicos que arriesgaron (y varios de ellos ofrendaron) sus vidas atendiendo a enfermos durante una espantosa epidemia. En agosto de 1878, la fiebre amarilla invadió la ciudad de Memphis, Tennesee, por tercera vez en diez años. Al final del mes, la enfermedad se había convertido en una epidemia, y se impuso una cuarentena. Mientras que treinta mil ciudadanos habían huido aterrorizados, otros veinte mil se habían quedado a hacer frente a la peste. A medida que los casos se multiplicaban, las muertes alcanzaban un promedio de doscientas por día. Cuando lo peor había pasado, ya el noventa por ciento de la población había contraído la fiebre, y más de cinco mil (5,150 ciudadanos de Memphis, según cifras de la Catedral de Santa María), habían muerto.

La epidemia despobló el área en forma tal, que la ciudad perdió sus estatus, y durante catorce años no pudo reorganizarse. Prácticamente cada persona que pudo, abandonó la ciudad y huyó hacia unos terrenos elevados y alejados del río. (No se sabía aún que la enfermedad era transmitida por mosquitos, pero se había observado que los espacios elevados y secos permanecían seguros).

Una oblación ecuménica.

Había en la ciudad varias comunidades de monjas, tanto anglicanas como católicas romanas, quienes tuvieron la oportunidad de huir, pero eligieron quedarse y atender a los enfermos hasta el fin. Asimismo hubo clérigos y laicos que se presentaron como voluntarios. Dignas de mención entre tantos héroes, son estas religiosas –treinta y ocho en total–, a la mayoría de las cuales, la fiebre las mató. Una de las primeras en sucumbir –el 09 de Septiembre de 1878–, fue Constanza, superiora de la Comunidad Anglicana de Santa María. Unos treinta sacerdotes y monjas católicos romanos murieron durante la misma plaga.

Son de mencionar también los médicos laicos, los clérigos y laicos evangélicos y hasta las prostitutas que se ofrecieron como voluntarios.

Las Hermanas –recientemente organizadas como hermandad de Santa María-, habían llegado a Memphis cinco años antes, en 1873, a petición del Obispo Quintard para fundar una escuela de niñas adyacente a la Catedral de Santa María. Cuando la epidemia estalló en 1878, el Padre George C. Harris, Deán de la Catedral, y la Hermana Constanza, organizaron inmediatamente un trabajo de ayuda entre las personas atacadas por la fiebre. Con ella se encontraban seis compañeras –monjas de Santa María--, la Hermana Clara de la casa de Santa Margarita de Boston (quien no aparece en el icono que ahora veremos), y otros compañeros a quienes conoceremos a continuación.

En el grupo de la Catedral había tres médicos, dos de los cuales eran sacerdotes de la Iglesia Episcopal, dos supervisoras de las monjas y varias enfermeras voluntarias venidas de Nueva York. Desde entonces son conocidos como Los Mártires de Memphis, al igual que a otros de otras Iglesias Cristianas que ejercieron su apostolado en el nombre de Cristo en un tiempo de desolación.

Estos mártires fueron añadidos al Calendario de las Fiestas Menores y Ayunos de la Iglesia Episcopal en 1981, su fiesta se fijó en el día del deceso de Constanza, el 09 de septiembre.


UN ÍCONO DE VALENTÍA Y TERNURA


Los Mártires de Memphis: Ícono del Hermano Tobias Stanislas Haller, BSG (Hermandad de San Gregorio, una orden religiosa anglicana), 1999. El ícono pertenece a la Casa Fessenden, de la Hermandad de San Gregorio, en Yonkers, New York.
http://www.flickr.com/photos/stmarysmemphis/1339442724/



Descripción y breve reseña de los Mártires caídos durante la epidemia.
De arriba abajo y de izquierda a derecha.

1. Cristo Pantokrátor (Omnipotente) que mira desde el cielo a los mártires, representado como niño para establecer la conexión con los niños atendidos por las religiosas, clérigos y laicos mártires.

2. El Padre Louis Schuyler, vicario cooperador de la Iglesia de los Santos Inocentes en Hoboken New Jersey.

3. El Padre Charles Carroll Parsons, Párroco de la Iglesia de la Gracia, en Memphis, Tennesee, antiguo comandante de artillería del Ejército de los EEUU; alumno y profesor de la Academia de West Point. Sirvió en Kansas con cu compañero de clase, el Teniente Coronel George Armstrong Custer, y fue abogado defensor de éste en la corte marcial que le juzgó en 1867.

4. La Hermana Francisca, religiosa recién profesa, encargada del Hogar Orfanato de la Iglesia.

5. La Hermana Tecla, Sacristana de la Catedral de Santa María, Capellana de la Escuela Catedralicia, e Instructora de Música y Gramática en Inglés y en Latín.

6. La Hermana Constanza (nacida Caroline Louise Darling, en Medway, Massachusetts, en 1846), Superiora del trabajo en Memphis, y directora de la Escuela de Santa María para Niñas.

7. La Hermana Ruth, enfermera en la Enfermería de la Trinidad, (antigua misión de la Parroquia de la Trinidad, en Wall Street, Nueva York).


UN TESTIMONIO DESDE EL MEMPHIS ACTUAL

Los Mártires de Memphis:
Versión en cerámica de Melissa Bridgman -ahora en colección personal--, del Icono de Tobias Stanislas Haller, BSG. La autora –que además es anglicana y feligresa de la Catedral de Santa María, de Memphis-, brindó amablemente su permiso para ilustrar este artículo con su hermosa creación. Ella es una artista profesional y estas son sus ubicaciones en línea: http://www.bridgmanpottery.blogspot.com/ y http://www.flickr.com/photos/bridgmanpottery/2132462182/


Los Mártires y la Catedral.

La Catedral de Santa María, de la Iglesia Episcopal, en Memphis, Tennessee, esta estrechamente asociada con dos episodios de martirio conocidos alrededor del mundo. Ambos redujeron dramáticamente a la congregación de Santa María, tanto por causas de muerte, como de controversia. Durante este tiempo, la Catedral fue considerada como “centro religioso de la ciudad,” pues sus puertas permanecieron siempre abiertas y sus sacramentos disponibles.

Catedral de Santa María, en Memphis Tennessee.


La zona más infectada de Memphis por la epidemia, fue el área donde se hallan, hasta la fecha, los edificios de la Catedral. Allí –en medio de un calor asfixiante, y escenas de horror indescriptible--, estos hombres y mujeres de Dios ofrecieron alivio a los enfermos, Consuelo a los moribundos, y hogar a muchos de los niños huérfanos. Sólo dos de los trabajadores no contrajeron la fiebre. Entre los que murieron se encuentran: Constanza, Tecla, Ruth y Francisca, y los Padres Parsons y Schuyler. Los seis mártires --religiosas y sacerdotes--, están enterrados en el cementerio de Elmwood. La lápida conjunta para los dos presbíteros dice:
“Ningún ser humano tiene amor tan grande…” El bello altar mayor de la catedral de Santa María de Memphis, es un memorial a las cuatro hermanas.

En este año –2008-, el Obispo, el Clero y los Fieles de la Catedral de Santa María celebran a los Mártires no el día 09, sino el próximo fin de semana 13/14 de septiembre, junto con la comunidad de Hermanas de Santa maría, de Sewanee, TN. Hay una peregrinación al cementerio donde Constanza y sus compañeros están sepultados, y una Eucaristía festiva el domingo.

CIENTO TREINTA AÑOS DE TESTIMONIO DE AMOR…


Este ícono en cerámica ha sido terminado por Melissa Bridgman justo el día nueve de septiembre de 2008, ciento treinta años después del testimonio de amor de los Mártires de Memphis. La obra será presentada a la Catedral de Sta. María este fin de semana, y nuestro blog mexicano, ANGLICANVM SCRIPTORIVM, tiene el honor de ser su primer lugar de exhibición eclesiástica y en una lengua distinta del inglés.

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Propios:

Colecta del Día:
Oh Dios de compasión, te damos gracias y alabanza por el heroico testimonio de Constanza y sus compañeros, quienes –en tiempo de plaga y peste-, se mantuvieron firmes hasta la muerte, en el cuidado de enfermos y moribundos, y despreciando sus propias vidas. Inspira en nosotros un amor y compromiso semejantes hacia los necesitados, siguiendo el ejemplo de Nuestro Salvador Jesucristo, quien vive y reina contigo y el Espíritu Santo, un solo Dios, ahora y por siempre. Amén.

Lecturas y Salmo:

II Corintios 1: 3–5
Salmo 116: (1–8 ó 10–17)
San Juan 12: 24–28

Prefacio de los Santos I
U.I.O.G.D.
FIESTAS MENORES 04 DE SEPTIEMBRE
Pablo Jones, Obispo

Trabajador por la Paz, 1941.
Compilación y traducción de materiales de Wikipedia: La Enciclopedia Libre, y Fiestas Menores y Ayunos (ed. castellana, 2003): Pbro. Miguel Zavala-Múgica+
Cristiano socialista y prominente pacifista, Pablo Jones nació en 1880 en la Rectoría de la Parroquia de San Esteban, en Wilkes Barre, Pennsylvania. Luego de graduarse de la Universidad de Yale, y del Seminario Episcopal Teológico de Cambridge, Massachussets, aceptó servir en una misión de Logan, Utah. En 1914, fue nombrado arcediano del Distrito Misionero de Utah, y elegido obispo ese mismo año. Entre tanto, estallaba la I Guerra Mundial.

Como Obispo de Utah (1916-1918), Pablo Jones realizó una gran labor al expandir la misión de la Iglesia y fortalecer las instituciones diocesanas. Al mismo tiempo hablaba decididamente contra la guerra.

Al entrar los Estados Unidos en la guerra, las opiniones del Obispo de Utah sobre la misma, resultaron cada vez más controversiales. En una reunión de la Hermandad de Reconciliación, en 1917, en Los Ángeles, el Obispo Jones expresó su creencia de que “la guerra no es un acto cristiano”, por lo que se le atacó con grandes titulares en la prensa de Utah.

A resultas del discurso y de la reacción causada en Utah, se nombró una comisión de la Cámara de Obispos para investigar el asunto. En el informe, la comisión concluyó que: “El argumento fundamental del Obispo de Utah parece ser que la guerra es anticristiana. La Comisión no está de acuerdo con una declaración de índole tan general (…)” El informe recomendaba que: “...el Obispo de Utah debe renunciar a su oficio”, negando –de esta manera –, a Pablo Jones, el derecho a objetar la guerra por razones de fe y conciencia.

En abril de 1918, el Obispo Jones –cediendo a la presión--, renunció a su sede en Utah. Aunque en 1929 fue nombrado Obispo interino del Sur de Ohio, mientras se elegía al siguiente Obispo Diocesano. Jones jamás volvería a encabezar una diócesis permanente.

Desde 1918, hasta su muerte, el 04 de septiembre de 1941, ejerció su apostolado en la Iglesia, dedicado a promover la paz y la libertad de conciencia, abogando por los derechos civiles de las personas negras, la reforma social y la justicia económica. Sirvió como capellán en Antioch College y fue instrumental en la fundación de la Hermandad de Reconciliación y la Hermandad Episcopal de Paz. Poco antes de morir aún ayudó a reubicar a judíos desplazados por los Nazis y abogó por un mayor entendimiento en la relación de los Estados Unidos con el Japón.

Habló y actuó siempre con una convicción y amabilidad arraigadas en el Evangelio.

En su discurso de despedida del distrito Misionero de Utah, en 1918, el Obispo Jones había dicho:
“Poco importa dónde sirva yo a la Iglesia, con tal que mi vida tenga validez para la causa de Cristo… La conveniencia puede hacer necesaria la renuncia de un Obispo en este momento, pero ninguna conveniencia podrá nunca justificar la degradación de los ideales del episcopado a la que parecen conducir estas conclusiones.”

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Propios:

Colecta del Día:
Dios misericordioso, que enviaste a tu amado Hijo a predicar la paz a los que están lejos y a los que están cerca, escoge en esta y en todas las tierras, testigos que –siguiendo el ejemplo de tu siervo Pablo Jones--, se mantengan firmes en la proclamación del Evangelio del Príncipe de la Paz, nuestro Salvador Jesucristo, quien vive y reina contigo y el Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

Lecturas y Salmo:
Malaquías 2:17 – 3:5
Salmo 133
San Juan 8: 31--32

U.I.O.G.D.
Interponen queja
ante Conapred por homofobia
de grupo católico.
* Courage Latino se compromete a no emitir mensajes que discriminen a gays.
* Modifican página de Internet para rectificar que la homosexualidad no es patología.
México DF, septiembre 4 de 2008 (Christian Rea Tizcareño/NotieSe).--
Debido a que el grupo católico Courage Latino México ha transmitido en su página electrónica mensajes que califican a la homosexualidad como una enfermedad, la organización civil Género, Ética y Salud Sexual (GESS) interpuso una queja ante el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) en diciembre de 2007.

GESS, apoyada por el Centro Nacional para la Prevención y Control del VIH/sida mediante el financiamiento de un proyecto para atacar la homofobia en México, denunció a Courage Latino, ministerio religioso que recomienda la “castidad” a quienes no desean ser atraídos erótica y afectivamente por personas de su mismo sexo, informó a NotieSe Mariaurora Mota, integrante de la organización quejosa.

Detalló en entrevista que el 20 de agosto pasado se efectuó una “junta de conciliación” entre Courage y GESS en el Conapred, en la cual, el grupo religioso acordó modificar su sitio electrónico para rectificar que la homosexualidad no es una patología mental, a más tardar el 20 de septiembre de 2008.

Según la activista de la asociación regiomontana, todos los dirigentes de Courage Latino recibirán, por parte del Conapred, un curso de sensibilización en materia de no discriminación. Asimismo, el grupo católico se comprometió a distribuir de forma impresa el texto del artículo primero constitucional, así como los artículos cuatro y nueve de la Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación en todos sus talleres y retiros.

A la reunión asistieron el sacerdote Buenaventura Wainwrigth, guía espiritual de Courage Latino México; Óscar Rivas, líder de esta agrupación, y la abogada Silvia Cali, quienes recalcaron que promueven la “castidad, a través de una vida espiritual profunda” como solución a la “homosexualidad egodistónica”, es decir, cuando las personas “sufren” por su atracción hacia el mismo sexo y no la desean, explicó Mota.

El clérigo Wainwrigth --poco conocedor de las leyes mexicanas--, argumentó que considerar a la homosexualidad como una patología no incita al odio. El presbítero preguntaba “¿qué hago yo con todas las personas que llegan a decirme que se sienten enfermos?”, relató Mota.

“Ellos tienen la libertad de vivir como quieran. Dicen que no se les va a quitar la atracción pero que su objetivo es vivir de acuerdo a las enseñanzas de la Iglesia Católica. Hay que respetarlos pero también acusarlos de que están desinformando al público y fomentan la discriminación. En el mundo de la fe, la homosexualidad puede ser un pecado al igual que comer carne los viernes, masturbarme o tomar café; sin embargo, la ley en México dice que no puedo promover el odio”, expuso.

Mota invitó a los promotores de los derechos de la diversidad sexual a vigilar que este tipo de agrupaciones no califiquen a la homosexualidad como antinatural, perversión, adicción o enfermedad; de lo contrario, hay que ejercer el derecho a denunciar ante las instituciones mexicanas.

Piden no ser discriminados por promover la castidad.
Óscar Rivas, representante de Courage, aseguró en entrevista que después de un cordial diálogo, el Conapred reconoció que el trabajo de su grupo “en ningún momento discrimina o ataca a otra persona”.

La queja fue por un artículo publicado en la página electrónica de esta organización, pero varios de los textos que se suben a este sitio son sólo responsabilidad del autor. “No hacemos campaña antigay. Estamos en nuestro derecho porque el artículo primero constitucional que garantiza la no discriminación por orientación sexual también dice que una persona no puede ser discriminada por sus creencias religiosas”, subrayó.

Aseveró que el Conapred quedó “muy impresionado”, a tal grado que el organismo invitó a este grupo a participar en los eventos que lleva a cabo. Añadió que si el Consejo les hace llegar el material contra la discriminación, lo usarán en sus talleres, eventos y sesiones.

No obstante, Courage Latino realizará --a un costo de aproximadamente mil pesos mexicanos—el congreso Camino a la castidad en Guadalajara, Jalisco, del 31 de octubre al 2 de noviembre de 2008, en donde participará el estadounidense Richard Cohen, autor del libro Comprender y Sanar la Homosexualidad No Deseada.

Pseudociencia basada en “fantasmas del pasado”.

En relación al término “homosexualidad egodistónica”, NotieSe consultó a David Barrios, ex presidente de la Federación Mexicana de Educación Sexual y Sexología, quien consideró que los criterios “patologizantes” , no sólo son decimonónicos y pasados de moda, sino que son violatorios a derechos humanos esenciales.

De acuerdo al doctor, este argumento exhibe la ignorancia y la profunda homofobia de ciertos grupos conservadores. Además, “recoger fantasmas represores del pasado para incorporarlos a un discurso supuestamente científico es erróneo y está condenado al fracaso. Ya cayó por su propio peso”.

Es respetable que alguien diga que la orientación erótico-afectiva hacia el mismo sexo es una enfermedad, pero tiene que demostrarlo de forma fáctica, dijo. Para la ciencia humanista, no es válido el concepto de “egodistonia”. El verdadero problema es la homofobia porque todo conflicto relacionado con la homosexualidad es “sociodistónico”. En otras palabras, la persona no está mal, es el entorno social discriminador el que le produce trastornos, concluyó el sexólogo.
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U.I.O.G.D.