XI Domingo después de Pentecostés (Propio 13)
03 de agosto, A.D. 2008
03 de agosto, A.D. 2008
Colecta del Día:
Que tu constante misericordia purifique y defienda a tu Iglesia, oh Señor; y, puesto que no puede continuar en seguridad sin tu auxilio, protégela y dirígela siempre por tu bondad; por Jesucristo nuestro Señor, que vive y reinacontigo y el Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén. Arriba: Mosaico en la Iglesia de Et-Tabgha, en Galilea, donde se dice que el Señor alimentó a la muchedumbre... Lectura del Libro de Nehemías
(9: 16-21) En aquél tiempo, así oró el sacerdote Ezra:
"Nuestros antepasados fueron orgullosos y testarudos, y no hicieron caso a tus mandamientos. No quisieron obedecer ni recordar las grandes cosas que hiciste en favor suyo. Fueron tan testarudos que nombraron un jefe que los llevara de nuevo a su esclavitud en Egipto. Pero tú eres un Dios perdonador, un Dios tierno y compasivo, paciente y todo amor, y no los abandonaste.
Aun cuando se hicieron un becerro de metal fundido, y dijeron que ese era el dios que los había sacado de Egipto, y cometieron graves ofensas, tú --por tu gran compasión--, no los abandonaste en el desierto. La columna de nube no se apartó de ellos durante el día para guiarlos por el camino, ni la columna de fuego durante la noche para alumbrarles el camino que tenían que seguir.
Además les diste de tu buen Espíritu para instruirlos; jamás les faltó de la boca el maná que les enviabas, y les diste agua para calmar su sed. Durante cuarenta años les diste de comer en el desierto, y nunca les faltó nada: ni se desgastaron sus ropas ni se les hincharon los pies.
Palabra del Señor.
R./ Demos gracias a Dios.
Salmo 78
R./ Los mortales comieron pan de ángeles,
Dios les dio de comer en abundancia.
12 Dios hizo maravillas delante de sus padres*
en la región de Soan, en Egipto:
13 partió la mar en dos, y los hizo pasar por ella,*
detuvo las aguas como muros.
14 De día los guió con nube,*
de noche con luz de fuego.
15 En el desierto partió en dos las peñas,*
les dio a beber agua en abundancia.
16 ¡Dios hizo brotar de la peña*
torrente de aguas caudalosas!
17 Pero siguieron pecando contra Dios;*
se rebelaron contra el Altísimo en el desierto.
18 Quisieron ponerle a prueba*
pidiendo comida a su antojo.
19 Hablaron contra Él, diciendo:*
"¿Puede Dios servir una mesa en el desierto?
20 Es verdad que Dios partió la peña;
que de ella brotó agua como un río,
y que la tierra se inundó;*
pero, ¿podrá dar también pan?
¿Podrá dar carne a su pueblo?"
21 Cuando el Señor oyó esto, se enojó;
¡su furor, como un fuego,*
se encendió contra Jacob!
22 Porque no confiaron en Dios*
ni creyeron en su ayuda.
23 Sin embargo, Dios dio órdenes a las altas nubes*
y abrió las puertas del cielo;
24 ¡hizo llover sobre su pueblo el maná,*
trigo del cielo, para que comieran!
25 ¡Los mortales comieron pan de ángeles!*
¡Dios les dio de comer en abundancia!
26 El viento del este y el viento del sur
soplaron en el cielo;*
¡Dios los trajo con su poder!
27 Hizo llover carne sobre su pueblo;*
¡llovieron aves como arena del mar!
28 Dios las hizo caer en medio del campamento*
en torno de las tiendas de campaña.
29 Y comieron hasta hartarse,*
Dios les cumplió su deseo.
R./ Los mortales comieron pan de ángeles,
Dios les dio de comer en abundancia. Lectura de la Carta del Apóstol
San Pablo a los Romanos
(8: 28 y 35-39)
Hermanos:
Sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, a los cuales él ha llamado de acuerdo con su propósito...
¿Quién nos podrá separar del amor de Cristo? ¿Acaso el sufrimiento, o las dificultades, o la persecución, o el hambre, o la falta de ropa, o el peligro, o la muerte violenta? Es como dice la Escritura:
"Por causa tuya estamos siempre expuestos a la muerte;nos tratan como a ovejas llevadas al matadero."
Pero en todo esto salimos más que vencedores por medio de Aquel que nos amó. Estoy convencido de que nada podrá separarnos del amor de Dios: ni la muerte, ni la vida, ni los ángeles, ni los poderes y fuerzas espirituales, ni lo que ahora nos está pasando, ni lo que haya de pasrnos después, ni lo más alto, ni lo más profundo, ni ninguna otra de las cosas creadas por Dios. ¡Nada podrá separarnos del amor que Dios nos ha mostrado en Cristo Jesús nuestro Señor!
Palabra del Señor.
R./ Demos gracias a Dios.
+Santo Evangelio de
Nuestro Señor Jesucristo
según San Mateo
(14: 13-21). R./ Gloria a ti, Cristo Señor. En aquel tiempo, Jesús se fue él solo, en una barca, a un lugar apartado; pero la gente lo supo y salió de los pueblos para seguirlo por tierra. Al bajar Jesús de la barca, vio la multitud; sintió compasión de ellos y sanó a los enfermos que llevaban.
Como ya se hacía de noche, los discípulos se le acercaron y le dijeron:
--"Ya es tarde, y este es un lugar solitario. Despide a la gente, para que vayan a las aldeas y se compren qué comer".
Jesús les contestó: --"No tienen necesidad de irse; denles ustedes de comer".
Ellos respondieron: --No tenemos aquí más que cinco panes y dos pescados.
Jesús les dijo: --Tráiganmelos aquí.
Entonces mandó a la multitud que se sentara sobre la hierba. Luego tomó en sus manos los cinco panes y los dos pescados y, mirando al cielo, pronunció la bendición y partió los panes, los dio a los discípulos y ellos los repartieron entre la gente.
Todos comieron hasta quedar satisfechos; recogieron los pedazos sobrantes, y con ellos llenaron doce canastas. Los que comieron fueron unos cinco mil hombres, sin contar las mujeres y los niños.
El Evangelio del Señor.
R./ Te alabamos, Cristo Señor.
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U.I.O.G.D.