domingo, 31 de mayo de 2009

OBISPO VERA OPINA SOBRE HOMOSEXUALIDAD

“Curar” homosexuales, semejante a política que intentaba hacer mestizo al indígena: obispo Vera

“¡Dios los ama profundamente!, él no tiene distingos”, exclama clérigo.

Este artículo ha sido tomado de: http://www.notiese.org/notiese.php?ctn_id=2914 , cuya lectura y referencia se recomiendan.

Nota para nuestros lectores: Mons. Raúl Vera es un obispo católico romano.


Christian Rea Tizcareño.
Foto: Leonardo Bastida Aguilar
México DF, mayo 28 de 2009.
Curar” la homosexualidad es una pretensión equiparable a la política oficial indigenista, que proponía hacer mestizos a los pueblos originarios con el afán de integrarlos a la sociedad, argumenta Raúl Vera, obispo de Saltillo, Coahuila.
En entrevista para NotieSe, Vera cuenta que en el VI Encuentro Mundial de las Familias –realizado por el Vaticano en enero de 2009 en la Ciudad de México– conoció a los integrantes de Courage Latino, quienes se acercaron para exponerle cómo “podían ayudar” a las personas que “sufren por su atracción al mismo sexo”. El prelado contestó a uno de los líderes del grupo: “usted está igual que las políticas indigenistas. (Es decir), mientras no seas tú como yo, no te voy a admitir… Están partiendo de que el homosexual es un enfermito, un ser disminuido”.
Así como la visión de los pueblos indígenas debe respetarse, las y los diversos sexualmente no pueden ser considerados con prejuicios de superioridad-inferioridad. No son seres patológicos, resume el dominico. “No promuevo la homosexualidad, sino la dignidad humana”
Sobre el cuestionamiento que recientemente hicieron las autoridades eclesiásticas al libro Iglesia católica y homosexualidad, y a su autor, el cura Raúl Lugo –quien rechaza la homofobia con y sin sotana–, el titular de la Diócesis de Saltillo destaca que el sacerdote yucateco es un biblista “serio”, interesado en contextualizar histórica y culturalmente los hechos narrados en la “Sagrada Escritura”, los cuales, “muchas veces los agarramos literalmente como los fariseos, y se los aventamos encima a los homosexuales”.
Don Raúl -como le dicen sus feligreses-, estuvo en la VIII Semana Cultural de la Diversidad Sexual organizada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia. Vino a la Ciudad de México para dejar claro que él no “promueve el homosexualismo”, como suelen criticarle algunas voces dentro de la Iglesia, sino “la dignidad de la persona”, a la luz del Evangelio de Jesús, quebrantador de los esquemas de su época. La Teología de la Liberación y la diversidad sexual.
El Concilio Vaticano II pugnó por un diálogo más interno y horizontal al interior de la Iglesia. Para la Teología de la Liberación, llamada por Vera “Latinoamericana”, los pobres y marginados sociales son sujetos de su propia liberación, y el clero necesita dejar de ser paternalista. “Evangelizar a los segregados por cualquier causa”. La también denominada Teología Revolucionaria asumió su personalidad en 1968, con la Conferencia de Obispos Latinoamericanos en Medellín, Colombia, y concibe la experiencia de Dios en el pueblo. Fue desmantelada porque las comunidades de base comenzaron a cuestionar al poder y las contradicciones del capitalismo –acumulación de la riqueza en unas cuantas manos, por ejemplo–, no compatibles con los valores cristianos, explica Vera.
Entre los excluidos de la sociedad, está la diversidad sexual, que tiene un lugar en la Diócesis de Saltillo. Se trata de San Elredo, un grupo de homosexuales que participa activamente en las celebraciones religiosas; peregrinaciones, por ejemplo. “¡Tienen una grande dignidad porque Dios los ama profundamente!, él no tiene distingos. Valen muchísimo. Todas sus cualidades, de inteligencia, capacidad, iniciativa, creatividad y aportación, no las disminuye la condena, el estigma que impone una sociedad rígida, incomprensiva”.


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