martes, 24 de junio de 2008

FIESTA MAYOR
San Juan el Bautista
"Entre los nacidos de mujer,
ninguno hay más grande que Juan el Bautista..."
Traducción y adaptación extensiva a partir del artículo en inglés de Wikipedia, redacción de pies de foto y selección de imágenes del
Pbro. Miguel Zavala-Múgica+

El Ángel del Desierto: Ícono bizantino ruso de San Juan: Bautista, profeta, asceta, precursor y mártir. (Escuela de Stroganov, 1620-s) Galería Tretyakov, Moscú.

La presente biografía es amplia, dada la diversa importancia de Juan el Bautista dentro de las varias denominaciones cristianas; pero no sólo para el cristianismo, sino también para otras religiones. Esta biografía está redactada desde el punto de vista de la alta crítica, pero puede ser empleada como recurso para preparar una catequesis. M+

El nombre hebreo de Juan, llamado "el Bautista", debió haber sido: Yojanán ben Zajaria (Juan, hijo de Zacarías), la variante aramea es: Yohanún. El Nuevo Testamento griego le llama: Ioannes ‘o Baptistës, de donde pasó a la tradición latina como Ioannes (o Iohannes) Baptista. Fuera del cristianismo, la tradición árabe musulmana le llama: Yahyā (يحيى), o bien Yūhanna (يوحنا). Se considera que fue muerto en el 30 d.C. [1].
Juan fue un predicador y asceta judío –quizá cercano en algún momento a los esenios o al grupo de Qum-Rán. Arengaba grandes multitudes en las riberas del Río Jordán, exigiéndoles arrepentimiento, enmienda de vida y la completa y corporal inmersión (en griego: baptësis) en agua, como signo de limpieza (se le asocia con los baños de purificación –mikvéh-, de los judíos), en vista de la inminente llegada del Reino de Dios. [2] Jesús fue una de las personas a quienes Juan bautizó, o bien –según algunos estudiosos-, incluso fuera –al principio-, uno de sus discípulos.
Juan fue asesinado en la cárcel por órdenes del rey Herodes Antipas, a quien había denunciado por su matrimonio que transgredía las leyes judías (se había casado con la viuda de su hermano Filipo, amén de que había hecho asesinar a éste). El historiador judío Flavio Josefo es –y no los evangelios-, quien nos da noticia del nombre de Salomé, como la mujer que pidiera a Antipas la cabeza de Juan el Bautista (San Mateo 14: 8 y Marcos 6:25). Josefo escribe que Herodes había mandado matar a Juan, por miedo a que éste levantara una rebelión que lo derrocase. [3] El propio ministerio de Jesús, siguió al de Juan, y algunos de los primeros seguidores de Jesús habían sido discípulos de aquél[4] Al igual que Jesús más tarde, Juan predicaba en un tiempo de conflicto político, social y religioso, y profetizó que bajaría fuego del cielo para destruir a los malvados.
La tradición cristiana, comúnmente se refiere a Juan, en griego, como el Pródromos o Precursor de Cristo[5], pues –de acuerdo con los evangelios-, Juan anuncia la llegada de Jesús. Juan es identificado también con el profeta Elías[4] y es relacionado con Jesús (San Lucas 1: 36). La visión de Lucas 1:41, la Iglesia primitiva, describe a Juan como dotado de una gracia especial previa a su nacimiento, pues “saltó de gozo en el seno” de Isabel, su madre, al haber presentido la presencia del Salvador en el vientre de María. De aquí que –en el santoral de la Iglesia Cristiana-, la solemnidad del 24 de junio, que corresponde a su natividad o natalicio-, no sólo sea incluida (las fiestas de los santos de ordinario corresponden a su muerte o martirio, nunca a su natalicio), sino que, además, sea celebrada con mayor solemnidad que la de su Decapitación y muerte (29 de agosto) [5].
Juan siguió el ejemplo de los profetas hebreos: vivía con toda austeridad, retaba de frente a los gobernantes pecadores, llamaba al pueblo al arrepentimiento y la enmienda de vida, y prometía la justicia de Dios. Por asociación con el profetismo israelita, así como por la descripción de los evangelios, Juan el Bautista es representado llevando el manto de pelos de camello característico también de Elías y los profetas del Monte Carmelo. La relación de Juan con la vida ascética, su condición de eremita ("habitante del desierto") ha hecho que las tradiciones monásticas cristianas lo convirtieran en un patrono de facto, Benito de Nursia dedica su primer oratorio con sus monjes, justamente a San Juan Bautista. Siguiendo la cita de San Juan 1:29, también se le representa con un báculo en la mano (frecuentemente cruciforme), con una cartela adherida a éste en que se lee en latín: Ecce Agnus Dei, o en griego: Idoú 'o Amnós toü Theoü ("He aquí al Cordero de Dios").
En los íconos de la Iglesia Ortodoxa -y otras orientales-, Juan es representado con las alas de un ángel y una bandeja en la que va su cabeza decapitada (hay que recordar que los íconos suelen representar los cuerpos gloriosos y no sólo los cuerpos mortales, de ahí la duplicidad de cabezas. Las alas representan -en sentido figurado-, una profecía que San Marcos 1:2 aplica a Juan a propósito de un "mensajero" (la palabra griega para mensajero es ángelos, de aquí la licencia) (2).
La primitiva Iglesia Cristiana usó la ceremonia del bautismo combinada con la imposición de manos, como los actos ceremoniales que -unidos al ritual (las palabras apropiadas), dan por hecha la membresía dentro de la Iglesia. El Bautismo es una práctica universalmente aceptada por todos los cristianos hasta el día de hoy, independientemente de las denominaciones y comuniones a que pertenezcan.
En el Nuevo Testamento
Nacimiento.
Los cuatro evangelios hablan del ministerio de Juan el Bautista; lo retratan anticipando la llegada del Cristo. En los Sinópticos (Marcos, Mateo, y Lucas), Jesús es bautizado. En Mateo y Juan, el Bautista reconoces a Jesús como Aquél de quien había hablado. El Evangelio de Lucas incluye un relato sobre el nacimiento de Juan, presentándolo como hijo del sacerdote Zacarías y de su esposa Isabel, quienes no tenían hijos a causa de la esterilidad de aquella, y la avanzada edad de ambos [7]. Juan queda pues, enlazado al Antiguo Testamento y al linaje sacerdotal levítico, y su nacimiento milagroso lo pone en la línea de la forma en que la misericordia de Dios se manifiesta por los débiles y los desprotegidos (Dios venga y protege al huérfano y a la viuda, y hace fecunda a la estéril). El nacimiento, nombre y destino de Juan, fueron anunciados por el Ángel Gabriel a Zacarías, mientras éste desempeñaba sus funciones sacerdotales en el Templo de Jerusalén. Según Lucas, Zacarías era sacerdote del turno de Abías, e Isabel era descendiente de Aarón [8]; Juan hereda así -automáticamente-, el sacerdocio aarónida.
Lucas declara que Juan nació unos seis meses antes de Jesús. Zacarías perdió el habla como castigo temporal de su incredulidad a las palabras del ángel [9] y ésta le fue restaurada en ocasión de dar nombre a Juan.[10] La relación establecida en Lucas, es la base de la fiesta de San Juan el 24 de junio, seis meses antes de Navidad, cuya Víspera es el 24 de diciembre [11] Lucas añade (1: 36), que Jesús y Juan estaban emparentados, siendo sus madres, primas o parientas, nada de esto se dice en los demás evangelios, de mod que el erudito bíblico católico romano Raymond E. Brown describe este parentesco como "de dudosa historicidad"[12]; Geza Vermes lo ha llamado "creación artificial, indudablemente de Lucas" [13].

Ministerio.
Los cuatro evangelios canónicos hablan del ministerio de Juan, así como de su predicación, y del bautismo que administraba a orillas del Jordán. Lo más notable, de acuerdo a la Biblia, es que hay sido él mismo quien hubiera reconocido a Jesús como Mesías, y la petición de Jesús de que le bautizase; este bautismo marca el inicio del ministerio de Jesús. Marcos y Mateo -y menos claramente-, Lucas, refieren que Jesús había venido desde Galilea hacia Juan y que fue bautizado por él, ocasión en la cual, el Espíritu Santo descendió sobre Jesús en forma de paloma, mientras una voz del cielo lo declaraba Hijo suyo.
El bautismo de Juan iba unido a un perdón de pecados; ya para los primeros cristianos -quienes veían a Jesús como incontaminado de pecado, esto representaba un problema; por ello Mateo (3: 13-15), relata cómo Juan se habría rehusado a bautizar a Jesús: "Soy yo quien necesita ser bautizado por ti...", hasta que Jesús termina convenciéndolo de bautizarle. El Evangelio de San Juan (1: 29-34), no describe propiamente el bautismo, pero pinta a Juan mostrando a Jesús ante sus discípulos como el "Cordero de Dios". Este mismo evangelio (3: 2-36) dice que eran los discípulos de Jesús quienes bautizaban, y que se creó una controversia entre los discípulos de Juan y otros judíos, acerca de las purificaciones, y pone a Juan explicando que Jesús "debía crecer" mientras él disminuía. Aquí, el Evangelio señala que los discípulos de Jesús bautizaban a más gente que Juan (4:2). Más tarde, Juan (5:35) relata que Jesús dijo que Juan era "...una lámpara ardiente y brillante, y ustedes deseaban regocijarse por un rato en su luz".
El Libro de Los Hechos de Los Apóstoles (18:24--19:6), retrata a los discípulos de Juan convirtiéndose, eventualmente en seguidores de Jesús, un desarollo que no queda registrado por los Evangelios, salvo en el caso de Andrés, hermano de Simón Pedro (Juan 1:35-42).
En varios momentos, los Evangelios ponen a Juan negando ser el Mesías y aclarando su inferioridad respecto de Jesús; no obstante, estudiosos como Harold W. Attridge insisten en que ese estatus de Juan como un "precursor consciente y deliberado de Jesús", se parece más a un argumento apologético de los primeros cristianos. Attridge argumenta que "para la primitiva iglesia, era muy embarazoso el hecho de que Jesús -quien, en su concepto, era superior a Juan el Bautista-, hubiera sido bautizado por él." [14].
Prisión y decapitación.
Según los Evangelios canónicos, el ministerio público del Bautista llegó a su fin, cuando fue encarcelado por órdenes de Herodes Antipas, probablemente a poco de haber bautizado a Jesús. Los sinópticos declaran que Herodes reaccionó a la condena de Juan de su matrimonio con Herodías, mujer de su hermano Filipo (Lucas 3:19; Mateo 14:3-5).
Josefo ubica el lugar de cautiverio de Juan en la fortaleza de Maqueronte al extremo sur de Perea, 14 km (9 millas) al oriente del Mar Muerto (Josefo: Antigüedades de los Judíos XVIII:5:1–2). Mateo relata que Juan -desde la cárcel-, envió mensajeros a Jesús a pregntarle si era él el Mesías. Jesús responde indirectamente en tono afirmativo, y añade el famoso elogio del Bautista en que dice que "Juan es Elías" y que "entre los nacidos de mujer", no hay ninguno mayor que Juan el Bautista" (Mateo 11:2-15).
Los Evangelios datan la muerte de Juan antes de la crucifixión de Jesús. Josefo ubica la muerte de Juan no después del 36 d.C. Ni Josefo ni los Evangelios declaran donde fue sepultado Juan, si bien los Evangelios relatan (Mateo 14:3-12) que sus discípulos recogieron su cuerpo y le dieron sepultura para luego avisar de todo ello a Jesús. Para la época del Emperador Juliano el Apóstata, se mostraba una tumba que se creía del Bautista, en Samaria, misma que los habitantes habían abierto para quemar parte de la osamenta. El resto de los supuestos restos, fueron salvados por algunos cristianos, quienes los llevaron a un cierto abad en Jerusalén llamado Felipe según se explica más abajo [15] .



Según la descripción del profeta Elías en el Antiguo Testamento -más allá de su aspecto de desaliñado y peludo habitante del desierto, vestido de una túnica o manto de piel de camello-, este profeta es la viva encarnación de la valentía, el celo, el amor a la justicia y el ardor proféticos. Enemigo jurado de lo "políticamente correcto", Elías se enfrentó a los poderes establecidos, tanto religiosos como políticos, en el Israel de su tiempo. La tradición judía ha consagrado -en el relato de su arrebato al cielo, en un carro y caballos de fuego, en el Primer Libro de los Reyes-, el mito de que Elías no murió y algún día volvería a fortalecer a su pueblo, lo cual significa el ideal de que el Espíritu aguerrido del profetismo de Israel no moriría. Esta misma idea queda reforzada en profecías como la de Malaquías, que asocia una segunda llegada de Elías al advenimiento del Mesías.

Algunas escuelas gnósticas y antroposóficas han sostenido que cuando Jesús dijo de Juan "...el es Elías", afirmó con ello que Juan era Elías reencarnado. Esto es motivo de una gran discusión que los cristianos rechazan en bloque; pero, a decir verdad, parece evidente también, que se trata más bien de un sentido figurado muy claro: Juan -igualmente valiente, celoso y a la vez humilde-, tiene el mismo Espíritu de Elías -el Espíritu de Dios que "habla por los profetas", independientemente de cualquier idea de reencarnación, o quizá -más bien-, desechándolas.


Profecías.

La doctrina cristiana enseña que el Bautista tuvo un papel específico, ordenado por Dios, como precursor del Mesías; es decir, de Jesús. "...Volverá los corazones de los padres hacia los hijos, y a los desobedientes, a la sabiduría de los justos; para alistar al pueblo preparado para el Señor." )San Lucas 1: 17 , y 1: 76y 77, donde su padre Zacarías -iluminado por el Espíritu Santo-, dice al bebé Juan: "...y a ti niño, te llamarán profeta del Altísimo, porque irás delante del Señor a preparar sus caminos, anunciando a su pueblo la salvación, el perdón de sus pecados.."
Hay varios pasajes del Antiguo Testamento que -desde la perspectiva cristiana-, se interpretan como proféticos del papel de Juan el Bautista.
"He aquí a mi mensajero a quien envío a prepararme el
camino: el Señor, a quien ustedes buscan, vendrá prontamente a su
Templo, aún el mensajero del Pacto, en quien se alegran ustedes: Miren que ya viene, dice el Señor de los Ejércitos.
(Malaquías 3:1).


Parece que la interpretación de este pasaje en el sentido de un precursor para el Mesías, no fue común entre los judíos anteriores al siglo II d.C., sin embargo, tomó una significación más importante bajo la influencia helenística, y -más tarde-, bajo el cristianismo. La interpretación cristiana de Isaías 40:3-5 referida a Juan, se muestra en el propio dicho del Bautista, según el Evangelio de San Juan (1: 22-23) "Dijo: --'Yo soy la voz del que clama en el desierto: ''Preparen los caminos del Señor...'' ".

Josefo (ca. 37-100 d.C.)

Se pueden hallar datos acerca del Bautista en extensos manuscritos de las Antigûedades de los Judíos (XVIII: 5, 2) [16]:

"...Ahora bien, algunos de los judíos consideraron que la destrucción del ejército de Herodes, era algo que venía de Dios, y que muy justamente, se trataba de un castigo por lo que habían hecho con Juan, el llamado Bautista: por cuanto Herodes le había degollado a él, que era hombre bueno, y mandaba a los judíos todo ejercicio de virtud, así como la justicia hacia los otros, y la piedad hacia Dios, y así allegarse al bautismo; puesto que tal lavamiento [con agua] les haría aceptables a él, si ellos hicieren uso de él, no en orden a la [remisión] de algunos pecados [solamente], sino para la purificación del cuerpo; suponiendo que aquella alma hubiere sido previamente purificada del todo, mediante la rectitud.

"Ahora bien, mientras [muchos] otros venían en multitudes hacia él, por lo conmovidos o [complacidos] que estaban de oír sus palabras, Herodes -quien temía que la gran influencia de Juan sobre el pueblo, pudiese hacer que su poder e inclinación levantasen una rebelión (porque parecían listos a hacer cualesquiera cosa que les indicase)-, se lo pensó mejor haciéndole asesinar, para así prevenir cualquier desorden que pudiese causar, y no meterse en dificultades salvando a un hombre que pudiera hacerle arrepentirse cuando ya fuese demasiado tarde.

"Todo conforme, (Juan) fue enviado prisionero,- fuera del genio sospechoso de Herodes-, a Maqueronte, la fortaleza que anteriormente he mencionado, y allí le fue muerto. Los judíos -por cierto-, decían que la destrucción de este ejército, había sido un castigo enviado sobre Herodes, y una señal del disgusto de Dios hacia él.[3]


Frank Zindler alega que este pasaje es una interpolación debida a algún sabeo, pero esta opinión está más allá de la reservado consenso académico.[17] El pasaje se remonta casi a principios del siglo III y se cita contra Orígenes en el texto conocido como Contra Celso; es citado también por Eusebio de Cesarea en el siglo IV. Según este pasaje de Josefo, se culparía a la ejecución de Juan por una derrota sufrida por Herodes Antipas hacia el 36 d.C.

Las divergencias entre este texto y la presentación de los hechos según los Evangelios, incluyen las siguientes: El bautismo de Juan, según Josefo, es una purificación corporal -más cercana a la idea judía de un baño ritual-, que no una penitencia general de pecados (San Marcos 1: 4).

El erudito bíblico John Dominic Crossan dice que -para Josefo-, "Juan tenía el monopolio, mientras Jesús tenía una franquicia." Para frenar su movimiento de gente, bastaba con eliminar a Juan. Jesús invita a todos a a venir y ver cómo él y sus compañeros habían aceptado ya -de hecho-, el Reino de Dios, entrando y viviendo dentro de él. Semejante praxis comunitaria no era sólo para sí mismo, sino que podría sobrevivir sin él, a diferencia del movimiento de Juan. [18].

El Bautista en la tradición de la Iglesia Ortodoxa Oriental.

La Iglesia Ortodoxa considera a Juan el Bautista como el último de los profetas del Antiguo Testamento, que sirve como puente entre el período de la revelación veterotestamentaria, y la Nueva Alianza. Muerto antes de que muriera y resucitara Jesús Juan desciende al Hades y una vez más predica en él a Jesús, el Mesías que había de venir, de tal modo que es Precursor de Cristo en la vida y en la muerte. Según la tradición sagrada, el Bautista se aparece a las personas que jamás han escuchado el mensaje del Evangelio, para predicárselo, cuando están a punto de morir, de modo que tengan oportunidad de salvarse.

Toda iglesia ortodoxa tiene un iconostasio, en el cual, hay siempre -en lugar de honor-, un icono de Juan el Bautista, colocado al lado derecho (mirando de frente) del icono de Cristo, es decir, hacia el lado "sur" del templo. Juan es frecuentemente mencionado durante la liturgia, y todos los martes del año le están dedicados devocionalmente.


Hay seis fiestas a lo largo del año litúrgico bizantino (que comienza el 1 de septiembre), para honrar al Prodrómos o Precursor de Cristo:

1. 23 de Septiembre: La Concepción de San Juan el
Precursor
. [19]
2. 7 de Enero: La Synáxis de San Juan el Precursor. La fiesta principal del santo en el calendario bizantino, inmediatamente después de la Teofanía (6 de Enero). El 7 de Enero conmemora igualmente el traslado de la reliquia de la mano derecha del Bautista, de Antioquía a Constantinopla en 956).
3. 24 de Febrero: Primero y segundo hallazgos de la Cabeza de San Juan el Precursor.
4. 25 de Mayo: Tercer hallazgo de la Cabeza de San Juan el Precursor.
5. 24 de Junio: Natividad de San Juan el Precursor.
6. 29 de Agosto: Decapitación de San Juan el Precursor.

Además de lo anterior, el 5 de septiembre se conmemora a los santos Zacarías e Isabel, padres del Bautista; y la Iglesia Rusa celebra el 12 de Octubre la fiesta de la translación de la reliquia de la Mano Derecha del Precursor desde Malta a Gatchina (1799).

En la Iglesia Católica Romana.

La Iglesia Católica Romana conmemora al Bautista en dos días de fiesta: el 24 de Junio: Natividad de San Juan Bautista, y el 29 de Agosto: Decapitación de San Juan Bautista.

Como santo patrono.

San Juan Bautista es el patrono de la isla de Puerto Rico -desde la llegada de Colón a ella-, y de su capital, San Juan, que lleva su nombre. La isla se llama, desde 1521: San Juan Bautista de Puerto Rico. Para 1746 el nombre de la ciudad (Puerto Rico) had become that of the entire island, while the name for the island (San Juan Bautista), se con vertía en el de la ciudad. El lema oficial de la isla de Puerto Rico se refiere a las palabras de Zacarías Joannes Est Nomen Eius ("Juan es su nombre").

Juan es patrono del Canadá francés, su fiesta del 24 de junio es oficial en Québec; es patrono también de las ciudades canadienses de St. John's, Newfoundland (1497) y Saint John, New Brunswick (1604). En el Reino Unido, San Juan Bautista es patrono de Penzance, Cornwall. La noche del 23 al 24 de junio, San Juan es celebrado como patrono de Oporto, la segunda ciudad más grande de Portugal.

San Juan es también patrono de los Caballeros Hospitalarios de Jerusalén, Florencia y Génova, en Italia. Es patrono también de los cristianos de Jordania, donde se supone que recibió el martirio en la fortaleza de Maqueronte.

San Juan Bautista, junto con San Juan Evangelista, son -desde la Edad Media, tanto en el sentido cristiano como en el sentido esotérico y simbólico-, los patronos y símbolos fundamentales de la fraternidad de Libres y Aceptados Masones (mejor conocida como la Francmasonería) [21] .

Reliquias.

Según antigua tradición, el lugar de sepultura de Juan el Bautista, estuvo en Sebaste, Samaria, y -como ya se vio-, hubo pretendidas reliquias suyas al menos hasta el siglo IV, mismas que habrían sido profanadas (quemándose parte de la osamenta) bajo Juliano el Apóstata (ca. 362), según registran los historiadores Rufino y Teodoreto.

La porción rescatada habría sido llevada al higúmeno o abad Felipe de Jerusalén, y luego Alejandría, donde el 27 de mayo de 395, fueron depositadas en la basílica rededicada al Precursor, sobre el antiguo sitio del Templo de Serapis. La tumba de Sebaste, no obstante, siguió siendo objeto de peregrinaciones.

Lo que ocurrió con la cabeza del Bautista, es la mar de difícil de determinar, y ha merecido la atención de Umberto Eco en su novela Baudolino, que lo convierte en motivo de una interesante, a la vez que divertida persecución y tráfico medieval de reliquias. Nicéforo [22] y Simeón Metafrastes dicen que Herodías la habría enterrado en Maqueronte (conforme a Josefo). Otros señalan el palacio de Herodes en Jerusalén, donde habría sido una de las innumerables cosas que habría encontrado Elena -madre del Emperador Constantino (y verdadera patrona de los arqueólogos, porque hallaba cuanto se proponía hallar). Desde allí, la cabeza habría sido llevada secretamente a la ciudad fenicia de Emesa.


Cabeza del Bautista: de un ícono bizantino.


La Iglesia Copta reclama también tener reliquias del Bautista, en un monasterio del Bajo Egipto, entre El Cairo y Alejandría. Es posible, bajo permiso de los monjes, ver la tumba donde estos restos fueron colocados.

A lo largo de los siglos -especialmente durante la Edad Media-, ha habido cientos de discrepancias en las varias leyendas que reclaman la posesión de tales o cuales reliquias no sólo del Bautista, sino de un montón de santos y santas. respecto a la cabeza del Bautista, algunos de los incumbentes han sido los siguientes: [23].

Los Caballeros Templarios, uno de cuyos cargos ante la Inquisición, había sido su adoración de un a "cabeza parlante", que en algunas versiones de los rumores, se decía que era la del Bautista [24] ; el templo de San Silvestro in Cápite, en Roma; la Catedral de Amiens, en Francia, donde fuera llevada por Wallon de Sarton, en la IV Cruzada, desde Constantinopla; algún lugar de la Antioquía de Pisidia (Antakia turca); la Mezquita de los Omeyas en Damasco [23] .

También se alega que un trozo del cráneo del santo está en el Palacio de Topkapi, en Estambul (la antigua Constantinopla); igual reclamo hace el monasterio copto de San Macario el Grande en Skete, Egipto, [25]. La mano derecha del Bautista (¡con la que bautizó a Nuestro Señor!), estaría en posesión del monasterio de la Iglesia Serbia ortodoxa de Cetinje, en Montenegro, así también el skete (o eremitorio) rumano del Precursor, en Monte Athos.

Visiones no cristianas:

Visión Mandeana. Juan el Bautista juega un importantísimo papel en algunos escritos de esta religión que sobrevive minoritariamente en Iraq e Irán, especialmente en textos del período del dominio musulmán [26] . Los mandeos tienen al Bautista en una elevada veneración, y cabe la posibilidad de que se trate de un grupo que tenga sus más remotos antecedentes con sus originales discípulos [27] . Los mandeos creen que Juan (llamado Yahya en el Sidra d-Yahia ("Libro de Juan"), fue el último y más grande de los profetas. Aceptan que Juan haya bautizado a Jesús (Yeshu), a quien rechazan como salvador y profeta, pues visualizan a Juan como único Mesías.

Conforme al texto conocido como Ginza Rba, Juan murió a manos de un ángel, quien se le apareció como un niño de tres años que vino a Juan en el bautismo. Juan supo por el ángel, que si llegaba a tocar su mano, moriría de inmediato; pero de todas maneras celebró el bautismo y murió en el proceso, luego de lo cual, el ángel cubrió el cuerpo de Juan con lodo.

Visión musulmana: Juan el Bautista es conocido como Yahya en árabe, tomado del arameo original, y así ha quedado plasmado en el Corán, que -en la Sura Maryam (referida a la Virgen María), identifica al hijo de Zacarías y primo materno de Jesús. El Corán seguramente depende aquí de San Lucas o de un relato similar al de este evangelio, que incluye la inicial incredulidad de Zacarías y la esterilidad de Isabel (a quien no se menciona por su nombre), si bien no se describe igual la mudez de Zacarías, antes bien señala que -como signo del nacimiento de Juan, su padre no podría hablar durante tres noches. Juan es descrito como: "puro", "devoto", "obediente a sus padres", "no arrogante ni rebelde" (19: 7-15) y se lo llama "Profeta de la Justicia", que venía a "confirmar la Palabra de Alláh". (3: 39) .

Visión Bahá'í. Hay numerosas citas de los escritos de Bahá'u'lláh, fundador del movimiento religioso de la Fe Bahá'í, que mencionan a Juan el Bautista, quien es reconocido por los bahá'ís como un profeta menor [27] . Bahá'u'lláh aseguraba que su propio precursor, el Báb, era el retorno espiritual del Bautista. En su carta al Papa Pío IX, Bahá'u'lláh escribió:

"¡Oh seguidores del Hijo!, una vez más hemos enviado a Juan a vosotros, y él, verdaderamente ha clamado en el desierto de Bayán: ¡Oh pueblos del mundo! ¡Aclaraos los ojos! El Día ha llegado en que podéis reconocer al Prometido y aproximaros a él! ¡Oh seguidores del Evangelio, preparad el camino! El Día del Adviento del Señor Glorioso está a la puerta! Apresuráos en alistaros para entrar en el Reino. Pues ha sido ordenado por Dios, el mismo que hace romper la aurora" [28] .


Sin embargo, los bahá'ís consideran al Báb como un gran profeta, (pero además como una manifestación de Dios), y por lo tanto, con un estatuds mayor que el del Bautista.

Visiones gnóstica y antroposófica: En el gnosticismo cristiano del siglo I, el Bautista era una "personificación" del Antiguo Testamento: el profeta Elías -como tal-, Elías no habría conocido al verdadero Dios (que sería el de Jesucristo en el Nuevo Testamento). La teología gnóstica es la primera escuela en asegurar que Juan es reencarnación de Elías, como lo harán más tarde autores como el espiritista Allan Kardec. Según la profecías de Malaquías, Elías debería "venir primero" como heraldo del advenimiento de Jesucristo.

La moderna antroposofía, iniciada por Rudolf Steiner, concurre con la idea de Elías reencarnado en Juan, pretendiéndose en línea con el relato de los Evangelios Sinópticos (Marcos 9: 11-13), Mateo 11: 13-14), Lucas 7: 27), aunque el Evangelio de Juan explícitamente lo niega (1: 21). Más adelante, luego de su decapitación, se dice que su alma se convirtió en el genio inspirador del grupo de los discípulos de Jesús. Según Steiner, el pintor renacentista italiano Rafael y el poeta romántico alemán Novalis, ha sido reencarnaciones más recientes de Juan el Bautista [29] .

La Iglesia de la Unificación: La iglesia del Reverendo Sung Myun Moon, enseña que Dios dispuso que Juan ayudase a Jesús durante su ministerio público en Israel. En particular, Juan debía hacer cuanto estuviese en su poder por persuadir a los judíos de que Jesús era el Mesías; sería, de hecho, el más grande discípulo de Jesús. El fracaso de Juan en lograr esto, fue el principal obstáculo para el cumplimiento de la misión de Jesús. (Divine Principle Cáp. 4, Sección 2).

Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días: Según los mormones, la revelación de "los últimos días" confirma el relato bíblico y agrega eventos en el ministerio de Juan el Bautista. Conforme a esta tradición y revelación, Juan fue "ordenado por un ángel," al octavo día de su nacimiento, para derrocar el reino de los judíos, y para preparar un pueblo para el Señor. También se afirma el bautismo de Juan en su niñez [30]. (Doctrinas y Covenios 84: 27-28).

Los mormones creen también que el Bautista se le apareció a José Smith y a Oliver Cowdery el 15 de mayo de 1829, en la ribera del río Susquehanna, cerca de Harmony Township, Condado de Susquehanna, Pennsylvania (hoy Oakton), como un ser resucitado, y los ordenó a ambos al sacerdocio aarónico [31], [32]. Conforme a estas creencias, el ministerio de Juan se ha operado en tres diferentes dispensaciones: 1. como el último de los profetas bajo la Ley mosaica, 2. como el primero del Nuevo Testamento, y 3. como transmisor del sacerdocio aarónico para la dispensación de la plenitud de los tiempos. Creen también que el ministerio de Juan fue predicho por dos profetas del Libro de Mormón: Lehi [2] y su hijo, Nefi (1 Nefi 11: 27 y 2 Nephi 31:4-18).

Notas tal como aparecen en el artículo de Wikipedia en inglés, a causa de la premura en editar se dejan tal cual:

1. ^ a b Wetterau, Bruce. World history. New York: Henry Holt and company. 1994.
2. ^ a b c d e f Oxford Dictionary of the Christian Church (Oxford University Press 2005 ISBN 978-0-19-280290-3) article John the Baptist, St
3. ^ a b Flavius Josephus, Jewish Antiqities 18. 5.
2.
(Translation by William Whiston).
4. ^ a b Harris, Stephen L., Understanding the Bible. Palo Alto: Mayfield. 1985. John 1:36-40
5. ^ Meier, John (1994), Mentor, Message, and Miracles (A Marginal Jew: Rethinking the Historical Jesus, Volume 2), vol. 2, Anchor Bible, ISBN
0385469926

6. ^ Yahya_ibn_Zakariyya
7. ^ Luke 1:7
8. ^ Luke 1:5
9. ^ Luke 1:20"And, behold, thou shalt be dumb, and not able to speak, until the day that these things shall be performed, because thou believest not my words...."
10. ^ Luke 1:64"And he asked for a writing table, and wrote, saying, His name is John. And they marvelled all. And his mouth was opened immediately, and his tongue loosed, and he spoke...."
11. ^ Englebert, Omer (1951). The Lives of the Saints. Barnes & Noble, 529. ISBN 978-1566195164.
12. ^ Raymond Edward Brown, The Virginal Conception and Bodily Resurrection of Jesus, Paulist Press (1973), page 54
13. ^ Geza Vermes, The Nativity, page 143.
14. ^ Harold W. Attridge. Historical problems with John the Baptist. From Jesus to Christ: A Portrait of Jesus' World. PBS. Retrieved on 2007-10 31.
15. ^ Eccl. lib. iii. cap. 3 Chronic. Alex, p.686)
16. ^ "Josephus, Flavius." Cross, F. L., ed. The Oxford Dictionary of the Christian Church. Oxford University Press. 2005
17. ^ Frank R. Zindler, The Jesus The Jews Never Knew, Sepher Toldoth Yeshu and the Quest of the historical Jesus in Jewish Sources (AAP), 2003
18. ^ Crossan, John Dominic, God and Empire, HarperCollins, 2007, p.117ff
19. ^ In late antiquity this feast in some churches marked the beginning of the Ecclesiastical Year; see Archbishop Peter (L'Huiller) of New York and New Jersey, "Liturgical Matters: "The Lukan Jump"", in: Newspaper of the Diocese of New York and New Jersey, Fall 1992.
20. ^ The Guardian, June 12 2004, "There's only one São João"
21. ^ Pietre-Stones Review of Freemasonry
22. ^ Nicephorus, Ecclesiastical History I, ix. See Patrologia Graeca,
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23. ^ a b Lost Worlds: Knights Templar, July 10, 2006 video documentary on The History Channel, directed and written by Stuart Elliott
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U.I.O.G.D.