jueves, 19 de junio de 2008

Un Pueblo en Marcha...
Notas Breves de "Una gran Nube de Testigos"
19 de Junio


La presente selección de noticias está basada parcialmente, en la columna Rapidísimas, del Obispo anglicano Onell A. Soto, obisposoto@aol.com Le recomendamos suscribirse Usted en: rapidisimas@googlegroups.com
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MUNDO
+ El sacerdote católico romano suspenso a divinis Miguel D'Escoto-Brockmann (75 años), de la Congregación de Misioneros de Maryknoll, convencido Teólogo de la Liberación y ministro de Relaciones Exteriores de Nicaragua del primer gobierno sandinista (1979-1990), ha sido electo -por aclamación-, Presidente de la Asamblea de las Naciones Unidas.
D'Escoto nació en Los Angeles, California, como hijo de una familia de diplomáticos; su nombre fue sugerido por el grupo de países latinoamericanos y caribeños a los 192 miembros de la organización internacional. Durará un año en el cargo, y asumirá a mediados de septiembre próximo. El Presidente de la Asamblea, tiene un poder muy limitado, pero preside la reunión anual de líderes mundiales a fines de septiembre; asimismo, preside los debates ordinarios de la asamblea (muchos de ellos, sobre asuntos de desarrollo), y supervisa el proceso para expandir la membresía del poderoso Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
Durante su viaje a Nicaragua, el ahora difunto Juan Pablo II, le reprendió públicamente -junto con otros sacerdotes católicos romanos, como Ernesto Cardenal-, por su participación en la política del país. En 1980 recibió el Premio Lenín de la Paz.
D'Escoto sucede en el cargo a Srgjan Kerim, de Macedonia. En su discurso de aceptación, D'Escoto no hizo críticas directas a los Estados Unidos, sino veladas referencias a "actos de agresión" en Irak y Afganistán.
"El comportamiento de algunos estados miembros, ha causado que las Naciones Unidas pierdan credibilidad como organización capaz de poner fin a la guerra y erradicar la pobreza extrema de nuestro planeta."
En una entrevista en 2004, D'Escoto llamó a Ronald Reagan, entre otras cosas: "el carnicero de mi pueblo."
"...Reagan y su heredero espiritual, George W. Bush, son la causa de que el
mundo de hoy sea menos confiable y seguro..."
Y apenas este miércoles, D'Escoto se reafirmó en aquellas declaraciones, aunque añadiendo que no desea poner a la Presidencia de la Asamblea General en contra de los Estados Unidos, al que ama como país. El embajador de EU ante Naciones Unidas, Zalmay Khalilzad, calificó los comentarios de D'Escoto como inaceptables, y añadió:
"Se nos ha asegurado que se ha dado vuelta a la página, y que él (D'Escoto)
comprende sus nuevas responsabilidades ... Esperaremos y ya veremos..."
Entre las tareas que aguardan a D'Escoto está el que invite a Bush a subir al podium, durante la reunión de la Asamblea General este año. Los diplomáticos latinoamericanos señalaron que -bajo una práctica de rutina en la que algunos puestos de la ONU rotan entre miembros de los grupos regionales, este año la presidencia de la asamblea pudo haber salido lo mismo de Nicaragua, Bolivia o Paraguay; pero que ninguno de los dos últimos, ofreció candidatos.
+ El hacendado Vitalmiro Moura -uno de los dos terratenientes hallados culpables de ordenar el asesinato, hace tres años, de la religiosa norteamericana, Dorothy Stang, defensora de la selva y protectora del medio ambiente en Brasil ha sido declarado "inocente". La absolución fue basada en una ley que dice que los que delinquen por primera vez y reciben una condena de más de 20 años, tienen el beneficio de un segundo juicio. El veredicto fue de 5 a 2.
COMUNIÓN ANGLICANA

+ Las posibilidades de la ordenación de mujeres al episcopado en la Iglesia de Inglaterra (anglicana) siguen siendo motivo de controversia. Miembros de la comisión eclesiástica del Parlamento que tienen injerencia en el asunto por las antiguas relaciones de la Iglesia con el Estado, han dicho que darían su aprobación cuando llegare el momento. El tema está de nuevo en la agenda del Sínodo General a celebrarse del 4 al 8 de julio en la Universidad de York. El diario londinense The Times decía el 16 de junio, que unos 500 sacerdotes anglicanos de tendencia anglo-católica, estarían dispuestos a romper con la Iglesia de Inglaterra si ésta no garantiza que en determinadas parroquias se podrá vetar la elección de una obispa.
+ Cerca de 300 obispos anglicanos conservadores (280, según últimas cifras), la mayoría provenientes de las Iglesias de Nigeria, Uganda, Kenya, Rwanda y Tanzania y del Cono Sur, planean un boicot contra la próxima Conferencia de Lambeth (durante julio, 2008), y se van a reunir en paralelo en Ammán (Jordania), para reafirmar su visión evangelista del anglicanismo y enfatizar su rechazo a la aceptación de la homosexualidad en las iglesias de la Comunión Anglicana. Su ausencia reducirá a 600 obispos la asistencia a la conferencia decenial, la mayoría de ellos provenientes del Ocidente, más liberal.
La tensión exacerba en los últimos días, después de que dos sacerdotes anglicanos -en la Iglesia de Inglaterra-, firmaran su unión civil, a la que siguió una Bendición de Matrimonio Civil. El Revdo. David Lord (neozelandés) y el Revdo. Peter Cowell (inglés), celebraron su unión en la iglesia londinense de San Bartolomé el Grande ante 300 feligreses, muchos de ellos sacerdotes anglicanos, e incluyó todo el ceremonial de un matrimonio tradicional: lecturas bíblicas, himnos, celebración de la Eucaristía, intercambio de anillos y votos. El servicio fue oficiado por el Revdo. Martin Dudley, quien ya en 1980 había roto la disciplina eclesiástica de Inglaterra al casar a dos divorciados.
La ceremonia religiosa que los anglicanos conocen como Bendición de un Matrimonio Civil, no es una boda propiamente dicha, y es habitual entre parejas que -por razones legales, canónicas o de otro tipo-, no se pueden casar por la Iglesia, como el Príncipe Carlos y Camila, que se casaron por lo civil por ser divorciados. La Iglesia de Inglaterra ha abierto una investigación y David Lord ha dimitido de sus responsabilidades en Nueva Zelanda, pero la ceremonia parece haber conseguido el que a juicio de algunos era su verdadero objetivo: provocar a sectores más reaccionarios para demostrarles que los liberales también están dispuestos a luchar por sus ideas.