lunes, 7 de septiembre de 2009

Los Anglicanos y
la Orientación Sexual...


Pbro. Miguel Zavala-Múgica+

Sìrvase Ud. pedir el documento que se cita a rosaefilius@gmail.com


El documento al que nos referimos, es ya viejo --según se vea--, data de 1997 y es producto de la reflexión de la Iglesia de la Provincia de Sudáfrica (desde 2006, canónicamente denominada Iglesia Anglicana del África del Sur), lo antecede un prefacio del Revdmo. Njongkulu Ndungane -en aquel tiempo-, Arzobispo de Capetown y Primado de esta Provincia.

(Arriba, der. : Arz. Ndungane. Foto: ENS ).

Digo que el documento es viejo --según se vea--, porque casi nadie se ocupa de la difusión de estas cosas en lengua castellana, y ha envejecido sin que muchos hablantes del español le pongan los ojos encima; digo "casi", porque al fin y al cabo alguien ha tenido que traducirlo y alguien os lo está pasando en este momento... eso, finalmente, lo hace nuevo.

Hay pocos teólogos anglicanos (laicos o clérigos) de habla española; por otra parte, hay un miedo horrible a meterse al tenebroso "callejón de las cachetadas" (al pleito, a la discrepancia). Pero, precisamente, no se trata de eso... hay poca gente con vocación a la organización de un diálogo respetuoso; y como que eso de ayudar a las personas creyentes a aprender a razonar su fe, o no es "chamba" (trabajo) de la Iglesia, o si lo es, entonces: "Es muuuyyy difícil... mejor Make no waves ('no hagas olas...')", como me dijo un compañero hace ya algunos años."


¿Secularismo? ¿Insuficiencia de la Iglesia ante el mundo?

En resumidas cuentas, es una tristeza, pero cada clérigo --al menos una mayoría--, parece dedicarse a lo que hace en su parroquia, o su oficina, o a sus "misas" que le alivian las necesidades de su familia (muy nobles razones éstas, pues); ¿y los laicos...?: los laicos hace tiempo que un buen número prescinde de consultar seriamente a su clero por varias razones: o el clero no puede responder con recursos suficientes (resultado, en ocasiones, de una preparación académica deficiente), o bien las fuerzas de buena voluntad --incluso ilustradas--, de párrocos y hasta de obispos, no bastan a competir con la oleada de respuestas (válidas o no) que brinda el mundo moderno.

Por lo general los laicos buscan sus propias respuestas a título personal, porque o no les gusta la moralina de algunos curas, o (porque también los laicos son pecadores e irresponsables... ¿eh?, que se ha puesto de moda poner en la picota al clero tenga o no culpas...), o bien --digo--, porque tampoco están dispuestos a asumir responsabilidades y compromisos serios con la vida.

En estas cosas me han hecho pensar las conclusiones a las que ha llegado la querida Iglesia Sudafricana, o --mejor dicho--, la respuesta que ha obtenido a un diálogo serio que ha querido emprender sobre la homosexualidad.

En Sudáfrica han emprendido un diálogo con la Iglesia a todos los niveles, preguntando con respeto y de manera anónima, qué significa para los fieles (laicos y clérigos) la sexualidad humana, especificamente su experiencia dentro o fuera de la homosexualidad. Las respuestas han sido profundas, diversas e interesantes, pero escasas... muy escasas, y además únicamente del clero... y además de un clero gay (y hasta "ex-gay", si tal cosa existe...), muy dolido con las actitudes de la Iglesia institucional...

¿Qué pasa?, ¿que la Iglesia se mete en lo que no le importa con las vidas privadas...? ¿por qué hubo tan escasa respuesta en aquel 1997?, ¿a los laicos no les importa ni les gusta que les digan desde un púlpito cómo comportarse en su vida sexual?, ¿los clérigos no están interesados o se mueren de miedo por las represalias de sus compañeros, sus congregaciones o sus superiores?

Diálogo posible: un ejemplo...

No se trata de invadir vidas privadas, tampoco de quedarse en generalidades, pero sí de conectarse cada quién son sus sentimientos y construir un diálogo serio. Hace casi veinte años que hubo un intento de diálogo muy serio en la Diócesis de México, gracias al Obispo Sergio Carranza y a una dirigente laica, Maritza Córdova (a mí no me harán decir la palabrita esa de "líder", tan cargada de politiquería, y que tanto gusta en el vocabulario actual de la Iglesia).

Y Carranza y Córdova no hacían más que cumplir con un mandato de la Convención General de la Iglesia Episcopal, que había instruido a sus diócesis miembros --nosotros lo éramos en aquel entonces--, a instrumentar este diálogo: en México ninguna otra diócesis cumplió el compromiso (era un mandato, por cierto) por miedos, conveniencias personales y defectos en la formación académica y espiritual de quienes --en ese momento--, tenían la responsabilidad en sus manos.

Yo vi auténticos milagros en las personas que sí participaron e hicieron caso de la invitación del Obispo Carranza: clérigos, seminaristas, laicos... hasta a una dama --esposa de un obispo--, que tuvo un giro de conciencia maravilloso que la hizo re-pensar su propia vida y actitud consigo misma y su familia.

A los anglicanos nos encanta mostrarnos como la Iglesia de la Escritura, la Tradición y la Razón... ¿Cómo se ejerce esta última?, pues a través del diálogo humanista, escuchándonos mutuamente con respeto y tratando de discernir la operación de Dios en nuestras experiencias de vida y en nuestra experiencia científica y social. Esta reflexión se ilumina con los datos de la Sagrada Escritura y de la Tradición. Esto se ve claro en este documento que os invito a meditar. ¡Y la carencia de ello se ve también clara cuando los pastores en la Iglesia tenemos miedo de capacitarnos para el diálogo serio y respetuoso, que -a fin de cuentas-, es la escena donde el Espìritu Santo viene a su pueblo.

Una advertencia: El documento está listo para que quienes lo deseen lo puedan usar como una guía sana, elaborada por una parte del pueblo de Dios, en Sudáfrica, para la reflexión en sus parroquias o con sus familias Sé que puede ser que esto termine en el cesto de la basura, o simplemente no lo leáis, so pretexto de que es muy largo... allá vosotros..., mi misión aquí es la de mensajero, no la de juez.

La versión castellana me ha sido enviada por el Padre David Limo Pajar --peruano. Ha sido editada y enmendada bajo mi responsabilidad.



U.I.O.G.D.

"...Para que en todas las cosas sea Dios glorificado."