LA GLORIOSA COMUNIÓN DE LOS SANTOS EN LUZ…
Todos los Santos
Fiesta Mayor 01 de noviembre.
Traducido y compilado con datos de los artículos “Comunión de los Santos” y “Todos los Santos”, en Wikipedia: La Enciclopedia libre, y aumentado, por el
Padre Miguel Zavala-Múgica+
Colecta del Día de Todos los Santos.
Oremos:
Dios Todopoderoso, tú has entrelazado a tus elegidos en una sola comunión y hermandad, en el Cuerpo Místico de tu Hijo Cristo nuestro Señor: Danos gracia para que de tal modo sigamos a tus benditos santos en toda virtuosa y santa vida, que alcancemos los gozos inefables que tú has preparado para los que te aman sinceramente; por Jesucristo nuestro Señor, quien contigo y el Espíritu Santo vive y reina, un solo Dios, en gloria sempiterna.
Amén.
ARRIBA: Todos los Santos: Icono griego anónimo ca. 1700 de la Parusía usado también para el Domingo de Todos los Santos. Cristo aparece entronizado, rodeado de las jerarquías uránicas (celestiales) de Ángeles y Santos. El Paraíso aparece en la parte de abajo, con el Seno de Abraham (sentado, a la izquierda), y el Buen Ladrón (derecha), llevando su cruz.
El Día de Todos los Santos (también llamado en inglés:
All Saints,
All Hallows-, o
Hallowmas[1]), es una festividad –considerada como
Fiesta Mayor o de precepto en la mayoría de las iglesias cristianas. Se celebra como fiesta fija el día 01 de noviembre en la
Cristiandad Occidental por católicos romanos, anglicanos, luteranos y algunos otros protestantes, y –como fiesta movible-, el Primer Domingo después de Pentecostés en la
Cristiandad Oriental (tanto ortodoxos como orientales-católicos), en honor de todos los
santos, conocidos y desconocidos. Un énfasis más inclusivo interpreta la celebración en el sentido de la Comunión de Todos los Santos vivos y difuntos.
I. La Comunión de los Santos.La
Comunión de los
Santos (en griego:
Koinonía tôn 'Ágiôn Pántôn, en latín:
Communio Sanctorum), es una de las doctrinas básicas del Cristianismo, y se basa en
I Corintios 12, donde
San Pablo compara a los cristianos con un solo cuerpo humano.
Esta Comunión (
koinonía) se realiza de dos maneras:
A.- La común
participación de todos los miembros de la Iglesia en las cosas santas (griego:
tá ‘ágia, latín:
sancta), como: la Gracia; la
fe; el compañerismo y fraternidad de los miembros de la Iglesia como comunidad de los que han sido salvados en Cristo; los
sacramentos (en particular la
Eucaristía), los
carismas y otros
dones espirituales. En la raíz de la comunión está el amor: la
caridad que
“no busca su propio interés” (1 Co 13, 5), sino que impulsa a los
fieles a
“ponerlo todo en común” (Hechos de los Apóstoles 4: 32), incluso los propios bienes materiales, para el servicio de quienes más necesitan.
B.- Designa también la
comunión entre las personas
santas (griego:
‘oi ‘ágioi / latín:
sancti), es decir, entre quienes por la obra de la Gracia de Dios (especialmente mediante el Bautismo) están unidos a Cristo muerto y resucitado: 1. Los que viven aún peregrinos en este mundo (
Iglesia Militante); 2. Los que, ya difuntos, expectan la plenitud de su salvación en Cristo o bien se purifican (
Iglesia Expectante o
Iglesia Purgante), ayudados también por las intercesiones de los fieles vivos; y 3. Los que finalmente, gozan de la gloria de Dios e interceden por todos. Todos juntos forman el
Cuerpo Místico de
Cristo, con él como cabeza, y en él, una sola familia, la Iglesia, para alabanza y gloria de la
Trinidad: al Padre, por el Hijo, en el Espíritu Santo. La Comunión de los Santos el vínculo místico que une a vivos y difuntos en el amor y la firme esperanza.
En el segundo nivel, la Iglesia Anglicana y algunas iglesias Protestantes, usan la denominación
Iglesia Expectante, mientras la Iglesia Católica Romana, merced a su doctrina del Purgatorio, habla de la
Iglesia Purgante. La Iglesia Ortodoxa y otras orientales, hablan de los “dormidos en el Señor”, como se verá más adelante.
El uso más primitivo del término
Comunión de los Santos, del cual se tenga noticia, se remonta a San
Nicetas de Remesiana (ca. 335–414); y desde entonces, la noción de Comunión de los Santos ha jugado un papel central en las formulaciones de los credos o confesiones de fe cristianas
[1] . la inclusión más solemne de este término es la del
Credo de los Apóstoles, la profesión de
Fe Cristiana más básica que se remonta al siglo II, pero que adquirió su forma final en el siglo VIII. (
William Barclay,
The Plain Man Looks at the Apostles Creed, pages 10-12).
¿Quiénes son “los Santos”?
En principio sólo Dios es Santo. La palabra hebrea usada en el Antiguo Testamento es
Kadósh ( = “Santo”), cuya etimología viene del verbo
kadâsh (= “cortar”), por lo cual, la santidad (
kedusháh) de Dios no se refiere al aspecto ético o moral, sino a una condición propia de su ser: la trascendencia, es decir, su total diferencia con este mundo inmanente.
Sin embargo, el Dios-Santo se interesa por la humanidad, la crea, la conserva, la redime cuando se interpone el pecado entre Dios y la humanidad, y la salva, elevándola hasta él, en el Nuevo Testamento –en Cristo-, incluso
deificando al ser humano por medio de la Gracia.
“…el Altísimo, el que vive para siempre y cuyo Nombre es Santo, dice: ‘Yo habito en la altura de mi Santidad, pero camino con el humilde y afligido, y le doy ánimo y aliento.’ ”
(Isaías 57:15).
En el corazón del documento conocido como “Código de Santidad” en el Levítico, Dios hace esta exigencia al pueblo israelita.
“Yahvéh se dirigió a Moisés y le dijo: "Di a los hijos de Israel lo siguiente: ‘Sean ustedes santos, pues Yo, Yahvéh su Dios, soy Santo.”
(Levítico 19: 1,2).
La santidad para el pueblo judío quedaba entendida en términos éticos y morales, de una ley que alternaba las exigencias de reverencia, respeto, solidaridad y compasión, junto con las obligaciones de carácter ritual y ceremonial:
"Respete cada uno a su padre y a su madre. Respeten también mis sábados. Yo soy Yahvéh su Dios. No recurran a los ídolos, ni se hagan dioses de metal fundido. Yo soy Yahvéh su Dios. Cuando presenten al Señor sacrificios de reconciliación, háganlo de tal manera que Dios se los acepte… …Cuando llegue el tiempo de la cosecha, no recojas hasta el último grano de tu campo ni rebusques las espigas que hayan quedado. No rebusques todas las uvas de tu viñedo ni recojas las uvas caídas; déjalas para los pobres y los extranjeros. Yo soy Yahvéh, el Dios de ustedes. No roben. No mientan ni se engañen unos a otros. No hagas promesas falsas en mi nombre, pues profanas el nombre de tu Dios. Yo soy Yahvéh. No uses la violencia contra tu prójimo ni le arrebates lo que es suyo. No retengas la paga del trabajador hasta el día siguiente. No maldigas al sordo. No pongas ningún tropiezo en el camino del ciego. Muestra tu reverencia a Dios. Yo soy Yahvéh. No actúes con injusticia cuando dictes sentencia: ni favorezcas al débil, ni te rindas ante el poderoso. Apégate a la justicia cuando dictes sentencia…"
(Levítico 19: 3-5, 9-15).
Cuando se habla de Israel o de la Iglesia como de la “comunidad de los santos”, se entiende a la colectividad de quienes –cualquiera que sea el nivel de su santidad personal-, han sido separados, elegidos, consagrados y llamados a la santidad por cuanto han sido consagrados a Dios mediante una Alianza con él (la Circuncisión en el Pueblo Judío, y el Bautismo en la Iglesia).
El uso de la palabra “santos” –en el sentido que acabamos de aparece unas cincuenta veces en todo el
Nuevo Testamento. El
Catecismo de Heidelberg defiende esta visión citando
Romanos 8:32,
I Corintios 6:17, y
I Juan 1:3 para argumentar que todos los miembros de
Cristo están en
comunión con él y son partícipes de todos sus dones.
Las personas que están entre sí ligadas en esta comunión incluyen a aquellas que han muerto y quienes la Epístola a los
Hebreos 12:1 describe como “una gran nube de testigos” que abarca a todos los cristianos, por toda la tierra. En el mismo pasaje, el autor dice a los cristianos en la tierra…:
“Ustedes… se han acercado al Monte Sión, y a la ciudad del Dios vivo, la celestial Jerusalén, y a muchos miles de ángeles reunidos para alabar a Dios, y a la comunidad de los primogénitos de Dios inscritos en el cielo. Se han acercado a Dios –Juez de todos-, a los espíritus de los hombres buenos que Dios ha hecho perfectos, a Jesús, mediador de una Nueva Alianza, y a la sangre con que hemos sido purificados, la cual nos habla mejor que la sangre de Abel.”
La santidad se comparte en comunión y compañerismo, y esta comunión no se acaba con la muerte, como se deduce de este pasaje de la Carta a los Romanos:
"A los que de antemano Dios había conocido, los destinó desde un principio a ser como su Hijo, para que su Hijo fuera el primero entre muchos hermanos. Y a los que Dios destinó desde un principio, también los llamó; y a los que llamó, los hizo justos; y a los que hizo justos, les dio parte en su gloria... …Estoy convencido de que nada podrá separarnos del amor de Dios: ni la muerte, ni la vida, ni los ángeles, ni los poderes y fuerzas espirituales, ni lo presente, ni lo futuro, ni lo más alto, ni lo más profundo, ni ninguna otra de las cosas creadas por Dios. ¡Nada podrá separarnos del amor que Dios nos ha mostrado en Cristo Jesús nuestro Señor!"
(Romanos 8: 29-30 y 38-39).
Basadas en la doctrina de la Comunión de los Santos, La
Iglesia Católica Romana, la
Iglesia Ortodoxa y las demás
Iglesias Orientales, como la
Iglesia Asiria del Oriente apoyan la doctrina de la
intercesión de los santos en el cielo (cfr. Apocalipsis 5:8) cuyas oraciones ayudan a sus hermanos cristianos en la tierra. Esta misma doctrina apoya la práctica de orar por los difuntos.
En las iglesias de la Comunión Anglicana y en diversas iglesias Luteranas, la doctrina de la Comunión de los Santos igualmente apoya la intercesión de los cristianos unos por otros, lo mismo los santos en el cielo que los santos en la tierra; sin embargo, la
invocación a los santos, está completamente excluida de la liturgia, forma parte exclusiva de la piedad privada de los fieles, es optativa y no es, en modo alguno, obligatoria. Vale decir que:
No se ora a los santos, sino a Dios, en compañía y comunión con todos sus santos.
II. Escatología o Teología de las Postrimerías del ser humano.1. En el Cristianismo primitivo y en Oriente.
El cristianismo primitivo no desarrolló grandes sistemas sobre la
Escatología o destino futuro de los difuntos. La generación apostólica –aún no completamente independiente del judaísmo tradicional de los fariseos-, creía en la inminencia de la Venida del Mesías, el Juicio y la conclusión final de la historia con la inauguración del Reino de Dios. Con la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo, se enfatizó aún más la creencia en la
Resurrección General de los difuntos para enfrentar el juicio de Dios y su destino final de gloria o condenación.
San Pablo responde que el Señor Jesús ha de venir de nuevo por su Iglesia, y que los muertos
también resucitarán para ser llevados junto con los vivos…
“al encuentro del Señor en los aires, y estar para siempre con él” (I Tesalonicenses…) .
Sin embargo, la escatología cristiana (principalmente en la ortodoxa –como también la anglicana–, con matices occidentales), se denomina a este estado intermedio:
Paraíso (en griego
Parádisos, en hebreo
Pardés y ambos derivados del persa
Baradisu), la base bíblica son las palabras de Jesús en la Cruz, quien aseguró al “Buen Ladrón”:
“Hoy estarás conmigo en el Paraíso”. Pedro, además, afirma que Cristo bajó al lugar de los muertos (en griego: el
Hades, en hebreo el
Sheol), a predicar a los espíritus allí cautivos.
Las Iglesias Orientales –como la Ortodoxa, la Armenia, la Copta, la Etíope, la Asiria y otras, no admiten ninguna idea de juicio individual, aunque –como se ha visto- sí de un estado intermedio entre la muerte y la resurrección general (como veremos más adelante que se hace en las iglesias de Occidente). Al hablar de los difuntos, los cristianos orientales se refieren a éstos como los “dormidos en el Señor” (
Muerte).
De aquellos santos que han dado un especial ejemplo de vida, se dice que “esperan en los cielos” (
espera uránica de los santos) la
Resurrección General, el
Juicio Universal y la
Gloria Eterna, ya con todos los resucitados. Con estos cuatro conceptos.
1. Muerte,
2. Resurrección,
3. Juicio y
4. Gloria, tenemos los cuatro destinos de la humanidad y el resumen de la escatología ortodoxa.
2. En Occidente.
En términos de la teología cristiana occidental, la fiesta conmemora a todos aquellos que han alcanzado la
visión beatífica en el
cielo, mientras que el día siguiente:
Día de los Fieles Difuntos (conocido en inglés como
All Souls' Day, o “Día de Todas las Almas”) conmemora a los fieles que –habiendo muerto-, han pasado por un
Juicio individual, pero aún no han completado un período de
purificación que les permita alcanzar la gloria eterna.
Esta purificación puede variar según los sistemas teológicos de las diversas iglesias. Para los católicos romanos, se trata del
Purgatorio, donde las almas reciben castigos análogos a los del infierno de los condenados, aunque más leves en intensidad y en duración, pues las almas del Purgatorio aspiran a la gloria eterna, mientras que las de los condenados no. En el Purgatorio, las almas pueden recibir el auxilio de los méritos de Cristo y de los santos, y se pueden ofrecer oraciones en favor suyo.
La tradición teológica anglicana considera un estado al que se denomina
Paraíso, y que consiste en una espera celestial de las almas, posterior a su juicio individual, que puede revestir incluso un estado penitencial y de maduración. Los textos anglicanos para las exequias suelen reflejar tanto la teología oriental de los “dormidos en el Señor”, como la occidental, del crecimiento continuo, como respectivamente podemos ver en estas dos oraciones:
“Señor Jesucristo, por tu muerte quitaste el aguijón de la muerte: Concede a tus siervos que de tal modo caminemos por fe hacia donde tú nos has precedido, que al fin durmamos apaciblemente en ti, y despertemos a tu semejanza; por amor de tu tierna misericordia.”
“Acuérdate de tu sierv__, oh Señor, según el favor que muestras hacia tu pueblo, y concede que, creciendo en conocimiento y amor a ti, pueda ir ascendiendo de fortaleza en fortaleza en la vida de perfecto servicio en tu Reino celestial; mediante
Jesucristo, nuestro Señor .”
Rito de Entierro: Oraciones Adicionales.
Libro de Oración Común (1979), pp. 406, 407.
En principio, toda persona ha sido salvada por Cristo, en Cristo, y mediante los méritos de Cristo en su Encarnación, Pasión, Muerte y Resurrección, únicamente un rechazo franco y directo de la salvación por medio del pecado puede hacer que un alma se condene. Es posible orar por los difuntos bajo el principio de la Comunión de los Santos (Credo de los Apóstoles), pero la salvación se da sólo por la Gracia de Dios, de modo que las buenas obras son obligatorias para cualquier cristiano como una respuesta a la Gracia de Dios, pero no se admiten como una especie de “moneda de cambio” (méritos) para con Dios.
La opinión teológica anglicana más extendida, permite las oraciones incluso por los suicidas; y se recomienda la atención litúrgica y pastoral hacia sus familias (a diferencia de los cristianos orientales, quienes prohíben los servicios litúrgicos para ellos), bajo el principio teológico de que sólo Dios –“para quien todos los corazones están manifiestos, todos los deseos son conocidos, y ningún secreto se halla encubierto”-, es el último Juez de los pensamientos, palabras, obras y sentimientos de las personas, y la declaración del profeta Jeremías de que Dios exigirá a cada cual cuenta de sus obras, y no castigará a unos parientes por las culpas de otros.
"El Señor se dirigió a mí, y me dijo: ‘¿Por qué en Israel no deja de repetirse aquel refrán que dice: Los padres comen uvas agrias y a los hijos se les destemplan los dientes? Yo, Yahvéh, juro por mi vida que nunca volverán ustedes a repetir este refrán en Israel. A mí me pertenece todo ser humano, lo mismo el padre que el hijo. Aquel que peque, morirá… …Sólo aquel que peque morirá. Ni el hijo ha de pagar por los pecados del padre, ni el padre por los pecados del hijo. El justo recibirá el premio a su justicia; y el malvado, el castigo a su maldad. "
(Ezequiel 18: 1-4 y 20).
El Libro de Oración Común de la Iglesia Anglicana de Australia, contiene oraciones especiales por las personas suicidas.
La idea de
Purgatorio e
“indulgencias” administradas por los ministros de Dios, es únicamente patrimonio doctrinal de la Iglesia Católica Romana, y en general, han sido siempre rechazadas por todas las demás iglesias cristianas, desde la Iglesia Ortodoxa hasta los protestantes más radicales.
III. Historia.
1. En Oriente.En la
iglesia primitiva, los cristianos celebraban el aniversario de la muerte de un
mártir o “testigo” de Cristo interpretándolo como el verdadero día del nacimiento del santo, pues se traba de su nacimiento en Dios. Tenían una
Vigilia de toda la noche, al término de la cual celebraban la
Eucaristía sobre las tumbas de estos mártires o en el santuario edificado en el lugar de su martirio (
martýrion).
Con frecuencia, un número de cristianos sufría martirio el mismo día, lo cual llevaba naturalmente a una conmemoración conjunta. Tal cosa como la conmemoración de “Todos los Mártires”, comenzó a celebrarse en fecha tan temprana como el año 270, d.C., si bien no se menciona mes ni fecha específica, sí está clara su existencia histórica
[2]. En la
persecución de Diocleciano el número de mártires llegó a ser tan grande que no era ya posible asignar un día de fiesta a cada uno.
En el siglo IV, las
diócesis circundantes a los santuarios de los mártires, iniciaron la costumbre de
transferir reliquias, y de celebrar en común los
días de fiesta de mártires específicos. . La Iglesia, sintiendo que cada uno de los mártires debía ser recordado y venerado, dispuso un día común para la celebración de la memoria de todos. Anteriormente, pues, sólo los mártires y
San Juan Bautista eran honrados en días especiales.
El primer vestigio de una celebración común de los mártires está atestiguado en
Antioquía el Primer Domingo después de
Pentecostés [3]. Y un sermón de
San Efrén de Edesa (373), menciona tal festividad, lo mismo que
San Juan Crisóstomo (†407) en su 74ª. Homilía, donde habla de la “Fiesta de los Mártires del mundo entero”
[4]. Hacia 411, hallamos entre los
Cristianos Caldeos una conmemoración general de
“Todos los Confesores” (
Commemoratio Confessorum), celebrada el Viernes de
Pascua [3] .
Entre los
Cristianos Ortodoxos y los
Católicos Orientales, existe la fiesta del
Domingo de Todos los Santos (en griego:
Αγίων Πάντων,
‘Àgiōn Pántōn = “Todos los Santos”), sigue la antigua tradición de la conmemoración conjunta del Primer Domingo después de Pentecostés.
La Fiesta de Todos los Santos adquirió gran preeminencia en el siglo IX, durante el reinado del
Emperador Bizantino,
León VI "el Sabio" (886-911). Su esposa, la Emperatriz Teófano (conmemorada el 16 de diciembre) vivió una vida devota; y a su muerte, su esposo edificó un templo, con la idea de dedicarlo a ella. Cuando se le amonestó y prohibió hacerlo, el Emperador decidió dedicarlo a “Todos los Santos”, de modo que –si efectivamente Teófano había sido verdaderamente recta, quedaría honrada dentro de la compañía de los santos siempre que la fiesta se celebrara. Conforme a la tradición, fue León VI quien extendió la primitiva festividad de Todos los Mártires a ser la conmemoración general de Todos los Santos, mártires o no.
Este domingo –en el calendario oriental-, indica el cierre del Ciclo
Pascual. A los servicios dominicales ordinarios, se añaden lecturas bíblicas e himnos a Todos los Santos (conocidos y desconocidos), tomados de la colección conocida como
Pentecostarion.
El Domingo que sigue al de Todos los Santos (el II Domingo después de Pentecostés) se dedica a la conmemoración de todos los santos venerados en la comunidad local, como
Todos los Santos de América, o bien:
Todos los Santos del Monte Athos, etc. El III Domingo después de Pentecostés puede guardarse también como extensión de las conmemoraciones de santos locales, como:
Todos los Santos de San Petersburgo, o para santos de una clase particular, como la conmemoración de los
Nuevos Mártires del Yugo Turco.Además de los domingos arriba mencionados, los sábados a lo largo del año, son días de conmemoración de todos los santos, así es como se cantan himnos especiales del
Octoeco a todos los santos.
2. En Occidente.La Fiesta cristiana occidental de Todos los Santos es siempre el 01 de noviembre, seguida de la del
Día de los Fieles Difuntos el 02 de noviembre, la primera es Fiesta Mayor o de precepto tanto en el
Rito Latino de la
Iglesia Católica Romana, como en las iglesias de la Comunión Anglicana.
El origen de la Fiesta de Todos los Santos, tal como se celebra en Occidente, se remonta al 13 de mayo del año 609 o 610, cuando el Papa
Bonifacio IV consagró el
Panteón de Roma a la Bienaventurada Virgen María y
Todos los Mártires; la fiesta de la dedicatio
Sanctae Mariae ad Martyres se ha celebrado en Roma desde entonces. El día elegido en aquel tiempo, 13 de mayo, era una fiesta
pagana muy antigua, culminación de los tres días de la
Fiesta de los Lemures, en la que eran propiciados los espíritus incansables y malevolentes de los muertos.
Parece que los liturgistas medievales basaban la idea de que esta fiesta de Lemuria era el origen de la de Todos los Santos en sus fechas idénticas y en el tema similar relacionado con todos los muertos.
Todos los Santos Fra Angelico.
Esta vigilia suele coincidir con la festividad
celta pagana del
Samhain, el 31 de octubre, y que marcaba el fin del año celta, y significaba la apertura dimensional entre el mundo tangible y el mundo de las tinieblas; tema similar al de la
Lemuria romana, pero que implica también un festival de cosecha. Los irlandeses, a quienes pertenecía la fiesta de Samhain, no celebraban el Día de
All Hallows en esta fecha del 01 de noviembre, pues numerosos documentos históricos parecen atestiguar que la celebración en Irlanda tenía lugar durante la primavera: “...el
Felire of Oengus y el
Martirologio de Tallaght prueban que las primitivas iglesias medievales (en Irlanda), celebraban la fiesta de Todos los Santos el día 20 de abril”
[6] .
La Fiesta de Todos los Santos, en su fecha actual, se remonta a la fundación por parte del Papa
Gregorio III (731-741) de un oratorio en San Pedro para las reliquias “de los Santos Apóstoles y de Todos los Santos, Mártires y Confesores, y de todos los Justos que se han perfeccionado y descansan ya, por todo el mundo”, el día de la celebración se transfirió permanentemente al 01 de noviembre
[5]. La fiesta del 01 de noviembre llegaría a celebrarse con toda amplitud hasta la época de
Carlomagno. Y se convirtió en fiesta de precepto por todo el reino de los
francos en 835, por decreto de
Ludovico Pío, “a instancias del Papa
Gregorio IV (quien la convertiría en observancia universal), y con la venia de todos los obispos”. La vigilia parece haber sido llevada a cabo antes que la misma fiesta. Y la octava (los ocho días posteriores a la fiesta) fue añadida por
Sixto IV en el siglo XV (1471-1484)
[3] .
La fiesta se conserve aún después de la
Reforma del siglo XVI en el calendario de la
Iglesia de Inglaterra (de donde ha pasado a toda la Comunión Anglicana). En países de habla inglesa –y en general, en las provincias de la Comunión Anglicana que hablan otras lenguas-, la fiesta se celebra con la Eucaristía, con sufragios especiales por los difuntos-, e incluyendo, en lo posible, a la tradición popular local, durante la liturgia se cantan himnos como
For All the Saints (
Por los gloriosos Santos del Edén) de
William Walsham How. La tonada más conocida de este himno es la alegre marcha
Sine Nomine del compositor británico
Ralph Vaughan Williams, que da a la Fiesta de Todos los Santos un timbre de gloria eterna y triunfo pascual.
En muchas Iglesias
Luteranas, como la
Iglesia de Suecia, donde asume el papel general de conmemoración de difuntos. En el
Calendario Sueco, la festividad tiene lugar el sábado entre el 31 de octubre y el 06 de noviembre. De hecho, muchas Iglesias Luteranas mueven la fiesta al primer domingo de noviembre. La de Todos los Santos es una fiesta guardada por otros
Protestantes de tradición inglesa, como la
Iglesia Unida del Canadá y la
Iglesia Wesleyana.
[1]En la
Iglesia Metodista Unida, la celebración es también el primer domingo de noviembre, y se guarda para recordar a todos los que han muerto cada congregación local. Un acólito enciende una candela conforme en las preces se va nombrando a cada persona difunta.
IV. Tradiciones y costumbres populares.Por mucho que el cristianismo insista en disociarse de las tradiciones paganas, casi cada una de las costumbres rituales o culinarias de los días 01 y 02 de noviembre, tiene un trasfondo pre-cristiano rastreable con mayor o menor dificultad. El catolicismo romano y la ortodoxia –mucho más frecuentemente que el protestantismo clásico-, han dejado vivas muchísimas tradiciones pre-cristianas, ya permaneciendo indiferentes ante ellas, o revistiéndolas de un sentido cristiano o para-cristiano.
En países de mayoría católica romana, como Bélgica, Francia, Hungría, Italia, Malta, Portugal, España y América Latina –con México a la cabeza-, la gente pasa este día, a veces con su víspera y el día siguiente, visitando las tumbas de los seres queridos difuntos, rezando en ellas y ofreciendo flores y candelas; las tumbas mismas son aseadas, reparadas y pintadas y adornadas. Las candelas suelen cubrir las tumbas; ésta última costumbre ocurre también en los países eslavos (católicos romanos u ortodoxos), como Polonia, Chekia, Eslovaquia, Eslovenia, Lituania, Croacia y Rumania, así como: Suecia, Finlandia, Austria, Hungría y zonas católicas romanas de Alemania.
Aspecto de la celebración de la Vigilia de Todos los Santos en Polonia.
En las Filipinas, el día de hoy se llama Undas, “Todos los Santos”, y a veces recibe el nombre indígena de: Araw ng mga Namayapa (aprox.- “Día de los Difuntos”) que se guarda como Día de todas las Almas.
Aspecto culinario de las fiestas de Todos los Santos y Fieles Difuntos: España por regiones, México y Guatemala.
En Cataluña se celebra la “castañada” en que se comen boniatos al horno, castañas y dulces especiales para este día llamados “panellets”. Hay una costumbre de dibujar y recortar una mujer asando castañas con siete piernas, a la que se le corta una pierna cada día hasta el día de la celebración. En la Dehesa de Guadix se comen también boniatos y pestiños. Y en Galicia se celebra el “Magosto”.
En Cocentaina (Alicante) se celebra la "fira de tots sants" o Feria de Todos los Santos. Una licencia de mercado concedida por el rey de Aragón Pere IV el Cerimonios (Don Pedro el Ceremonioso), la convierte en una de las ferias de productos más antiguas e importantes de España.
En Cádiz se celebra el 31 de octubre los “Tosantos”, disfrazando a los conejos, cochinillos y gallinas de los mercados de la ciudad; también se hacen muñecos con frutas, verduras y frutos secos que reflejan de modo crítico y humorístico la realidad social del año.
En Ceuta es el “Día de la Mochila”, la gente sale al campo portando una mochila de frutas y frutos secos con la que pasa el día; mientras que en Extremadura, se va de gira al campo a merendar la “chaquetía”.
En México, se conjugan ambas fiestas. La tradición popular consagra el día 01 a los niños difuntos si bien cada vez se diluye más la creencia en el Limbo (donde se suponía que iban los niños muertos sin bautismo), y el día 02 se dedica a los adultos difuntos. Se hacen vistosísimas ofrendas con cirios y veladoras, flores de cempasúchil (en idioma náhuatl tzempoalxóchitl), cuyos pétalos son de un vivo color naranja azafranado, y se colocan tanto enteras las flores como esparcidos los pétalos, formando caminos hacia las ofrendas, pues la creencia popular invita a los difuntos a degustar la esencia de los alimentos ofrecidos.
Se hacen calaveras de azúcar con los nombres de vivos y difuntos de la familia o de la comunidad local, se hornean panes con forma de media esfera, de estilo europeo, cubiertos de azúcar, conocidos como “Pan de Muerto”, y que llevan de relieve figuras de cráneos y huesos. Se colocan los retratos de los difuntos, y delante de ellos se ponen las viandas que en vida más les agradaban (lo cual incluye desde una enorme variedad de guisos de la cocina mexicana hasta refrescos embotellados, cigarros, tabaco y bebidas alcohólicas). Estas ofrendas suelen retirarse el día 02 por la noche, pudiéndose consumir en ese momento.
En Guatemala –que comparte muchas costumbres mexicanas-, se realizan visitas a los cementerios dejando usualmente flores y a veces comida a los difuntos, se vuelan Barriletes Gigantes en Sumpango y Santiago Sacatepéquez y se degusta el Fiambre (combinación de embutidos y verduras, con color morado).
En España y México, la obra de teatro Don Juan Tenorio de José Zorrilla se representa tradicionalmente en estos días.
I. Para el apartado: Comunión de los Santos.
Véase también:
Communion (Christian)
Referencias
1. ^ Encyclopaedia Britannica
Enlaces externos:
Catechism of the Catholic Church: The Communion of Saints
Catholic Encyclopedia: The Communion of Saints
The Communion of Saints - A statement of Evangelicals and Catholics Together
Catholic Apologetics: The Communion of Saints
Encyclopaedia Britannica Online: Communion of Saints
Church of Ireland (Anglican): The Communion of Saints
Claude Beaufort Moss, D.D.: The Communion of Saints
First Reformed Presbyterian Church, Cambridge, Massachusetts: Sermon Notes - Communion of Saints
John Henry Newman: Parochial and Plain Sermons, Sermon 11. The Communion of Saints
"The Communion of Saints". Catholic Encyclopedia. (1913). New York: Robert Appleton Company.
II. Para el artículo general: Todos los Santos:
Notas:
1. ^ Hallows significa “santos”, y mas significa Mass = Misa; la víspera o Halloween es la “Víspera de Todos los Santos”.
2. ^ Parroquia de Todos los Santos, Celebration of All Celtic Saints
3. ^ a b c The Catholic Encyclopedia (New York, Robert Appleton Company, 1907), s.v. "All Saints' Day" (ver: Enlaces externos, abajo).
4. ^ San Juan Crisóstomo: sermón Laudatio Sanctorum Omnium (“En alabanza de todos los santos”) (J. P. Migne, Patrologia Graecae, I. 705-712).
5. ^ “All Saints Day”, The Oxford Dictionary of the Christian Church, 3rd edition, ed. E. A. Livingstone (Oxford: Oxford University Press, 1997), 41-42.
6. ^ Hutton, Ronald (1996). Stations of the Sun: A History of the Ritual Year in Britain. New York: Oxford Paperbacks. ISBN 0-19-285448-8.
Véase también:
En castellano:
Conmemoración de los Fieles Difuntos
Día de Muertos
En inglés:
Veneration of the dead
Halloween
Dziady
Day of the Dead
Irish calendar
All Saints Chapel of Ease (Anglican)
Enlaces externos:
En castellano:
Fiesta de Todos los Santos en la Enciclopedia Católica.
Canto gregoriano para la misa de Todos Los Santos.
En inglés:
All Saints Church, King's Lynn, Norfolk, UK - Ancient Medieval Church
All Saints and All Souls Day American Catholic.
All Saints' Day artículo en Catholic Encyclopedia
All Saints Sunday Inglaterra Ortodoxa.
A Vigil service for All Saints All Hallows' E'en – “Halloween”
All Saints Church, Barbados
First Sunday after Pentecost, or All Saints Sunday por el Padre Sergei Bulgakov, Manual para acólitos.
Synaxis of All Saints Icon y Synaxarion de la fiesta.
U.I.O.G.D.
Para que en todas las cosas sea Dios glorificado.