¿Monjes Anglicanos?
Abadía Benedictina
de San Gregorio.
Three Rivers, Michigan
Abadía Benedictina
de San Gregorio.
Three Rivers, Michigan
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http://saintgregorysthreerivers.org/info.html Traducción del Padre Miguel Zavala-Múgica+
http://saintgregorysthreerivers.org/info.html Traducción del Padre Miguel Zavala-Múgica+
Acerca de la Abadía.
San Benito, quien viviera en el siglo VI, fue un hombre que buscó y amó a Dios, e hizo del servicio de Dios su único objetivo. Su Regla, famosa por su discreción, muestra a un autor dotado de sentido común y una disposición seria pero cariñosa.
Medio siglo después de morir San Benito, San Agustín de Canterbury, un monje enviado por San Gregorio Magno, establecía monasterios benedictinos en Inglaterra, para evangelizar a los paganos anglo-sajones. Por toda Europa, una gran compañía de hombres y mujeres que seguían la Regla de San Benito, ayudaron a rescatar la civilización occidental del caos de los bárbaros, y a establecer su fundamento cristiano.
Nuestro santo padre, proyectó una vía directa hacia Dios, tan pertinente en estos días aciagos, como cuando él la compuso en aquel siglo destrozado por la guerra. El secreto de su espíritu de estabilidad, es el ámor a Dios y a los seres humanos, por amor de Dios, que requiere una vida disciplinada vivida en la línea de la comprehensiva doctrina: “…que en todas las cosas sea Dios glorificado”. Los seguidores de San Benito no son tan conocidos por aquello que intentaron hacer, cuanto por lo que –con la ayuda de Dios-, trataron de ser: cristianos.
Pioneros.
En 1935, el que habría de ser Dom Paul Severance, llevó a un grupo de Episcopales Americanos a Inglaterra, para ser entrenados por los Benedictinos anglicanos de la Abadía de Nashdom, (Burnham en Buckinghamshire). A su debido tiempo, algunos miembros de este grupo regresaron a los Estados Unidos, e hicieron profesión perpetua como monjes (los votos benedictinos de: obediencia, conversión de vida y estabilidad), y formaron en 1939 la Casa San Gregorio (St. Gregory's House), que al poco tiempo se convirtió en el Priorato de San Gregorio, en Valparaiso, Indiana.
Al principio, los monjes ganaban su sustento aceptando el cargo de tres iglesias misioneras en el Norte de Indiana, bajo el Obispo Campbell Gray. Su sucesor, el Obispo Reginald Mallett, llegó a ser visitador de la comunidad que, en 1946 se mudó a un área rural, cerca de Three Rivers, Michigan. Desde entonces, San Gregorio ha sido bendecida con un crecimiento sustancial. La heroica ofrenda de Dom Paul, sus sufrimientos, y su muerte en 1949, jugaron un papel muy importante en el firme establecimiento de la comunidad.
Durante treinta años, el monasterio dependió de la Abadía de Nashdom, confiada al cuidado pastoral de sus abades: al principio, el Abad Martin Collett, y más tarde el Abad Augustine Morris. En 1969, San Gregorio se convirtió en una Abadía independiente, y el Prior de la Comunidad –Benedict Reid-, fue elegido como su primer abad. En 1989, habiendo servido treinta y cuatro años como superior, dimitió, y Andrew Marr fue elegido para sucederle como abad.
Cómo vivimos.
Más abajo puedes ver nuestro horario. Los monjes realizan el quehacer doméstico del monasterio, y según la temporada, hay mucho trabajo del exterior: jardinería, cultivo de huertos, y dar mantenimiento a los terrenos.
La mente trabaja tanto como el cuerpo. Hay clases para los monjes; y hay que responder cartas, escribir sermones, organizar retiros, y especialmente ministerios para los cuáles prepararse. Los miembros de la comunidad, ministran ocasionalmente en iglesias parroquiales o en otras casas religiosas, la Abadía dirige retiros privados o grupo. Las actividades externas, son ocasionales en la vida normal de un monje, y éste se compromete a ellas como en una especie de desbordamiento; su frecuencia se regula debido a la necesidad de preservar la vida familiar benedictina.
Trabajo, estudio y oración, son nuestras principales actividades, y de éstas, la oración es la más importante. El centro de cada día es la Eucaristía conventual (familiar), situada en el marco del Oficio Divino. Aquí se centra nuestra total ofrenda, la cual se une a la oblación de Nuestro Señor en su Santo Sacrificio.
Deseo persistente.
Quizá Dios te este llamando a ofrecerte a Él en el camino de vida benedictino. La piedra angular de la vocación religiosa, es el deseo de darse uno mismo a Dios, de acercarse a él, haciéndose uno más y más consistentemente suyo. Si este deseo crece y persiste, debe entonces llevar a intentos prácticos de reestructurar totalmente la vida de uno. Esta reestructuración se sigue de una segura convicción de que Cristo ha quitado las barreras esenciales entre Dios y nosotros. Solamente a partir de tal convicción podemos acometer nuestras propias faltas y tentaciones.
San Benito estableció cuatro requisitos espirituales para un aspirante: 1) que verdaderamente este buscando a Dios; 2) que este dispuesto para la Obra de Dios, el Oficio Divino; 3) que esté dispuesto a la obediencia; y 4) que acoja las humillaciones (necesarias por causa de nuestro egoísmo) que vienen con este ejercicio. Además, se requiere que el aspirante: sea comulgante de la Iglesia Episcopal en buen estado; que este libre de deudas, o cualesquiera otras obligaciones maritales o contractuales; que provea certificados médicos, dentales y oftalmológicos que demuestren su buena salud; que tenga en su haber –en la mayoría de los casos-, al menos dos años de nivel universitario o de servicio o experiencia laboral de alguna clase; y -normalmente-, tener cuando menos veintiún años de edad, y no más de cuarenta. Requerimos, asimismo, que el aspirante pase por lo menos dos semanas en el Programa Vocacional de Verano de la Abadía antes de que se tome cualquier decisión.
Si fuere aceptado en la Comunidad, será postulante durante aproximadamente seis meses, y después de ello, será novicio por aproximadamente dos años. Entonces, con la aprobación de los miembros más antiguos de la comunidad, podrá pronunciar votos temporales para un periodo de al menos tres años, hasta que –por mutuo acuerdo entre él y los mayores, haga votos perpetuos en el monasterio de por vida.
Dar y recibir.
San Gregorio no tiene fuente de ingresos fija, y depende de una variedad de recursos de apoyo, que incluyen donaciones de aquellos que desean apoyar la vida monástica en la Iglesia Episcopal, los donativos de los visitantes, los ingresos por los terrenos de la Abadía, y los estipendios por compromisos ocasionales en el exterior. Junto con todos los cristianos, nosotros vivimos por fe y en honesta ofrenda de nuestros servicios para las necesidades de la gente.
Los miembros de la Confraternidad de la Abadía, son hombres y mujeres con un especial interés por apoyar la vida del monasterio. Pueden obtenerse detalles de membresía a petición expresa. La Comunidad publica el boletín Abbey Letter, que se envía gratuitamente a quienes lo pidan. Bienvenidos Huéspedes. Recibimos huéspedes siempre que tengamos espacio disponible; el Hospedero ayudará con los arreglos necesarios. El Director de Vocaciones puede dar información sobre el Programa Vocacional de Verano , y puede consultarse al Abad respecto a otros asuntos.
San Benito, quien viviera en el siglo VI, fue un hombre que buscó y amó a Dios, e hizo del servicio de Dios su único objetivo. Su Regla, famosa por su discreción, muestra a un autor dotado de sentido común y una disposición seria pero cariñosa.
Medio siglo después de morir San Benito, San Agustín de Canterbury, un monje enviado por San Gregorio Magno, establecía monasterios benedictinos en Inglaterra, para evangelizar a los paganos anglo-sajones. Por toda Europa, una gran compañía de hombres y mujeres que seguían la Regla de San Benito, ayudaron a rescatar la civilización occidental del caos de los bárbaros, y a establecer su fundamento cristiano.
Nuestro santo padre, proyectó una vía directa hacia Dios, tan pertinente en estos días aciagos, como cuando él la compuso en aquel siglo destrozado por la guerra. El secreto de su espíritu de estabilidad, es el ámor a Dios y a los seres humanos, por amor de Dios, que requiere una vida disciplinada vivida en la línea de la comprehensiva doctrina: “…que en todas las cosas sea Dios glorificado”. Los seguidores de San Benito no son tan conocidos por aquello que intentaron hacer, cuanto por lo que –con la ayuda de Dios-, trataron de ser: cristianos.
Pioneros.
En 1935, el que habría de ser Dom Paul Severance, llevó a un grupo de Episcopales Americanos a Inglaterra, para ser entrenados por los Benedictinos anglicanos de la Abadía de Nashdom, (Burnham en Buckinghamshire). A su debido tiempo, algunos miembros de este grupo regresaron a los Estados Unidos, e hicieron profesión perpetua como monjes (los votos benedictinos de: obediencia, conversión de vida y estabilidad), y formaron en 1939 la Casa San Gregorio (St. Gregory's House), que al poco tiempo se convirtió en el Priorato de San Gregorio, en Valparaiso, Indiana.
Al principio, los monjes ganaban su sustento aceptando el cargo de tres iglesias misioneras en el Norte de Indiana, bajo el Obispo Campbell Gray. Su sucesor, el Obispo Reginald Mallett, llegó a ser visitador de la comunidad que, en 1946 se mudó a un área rural, cerca de Three Rivers, Michigan. Desde entonces, San Gregorio ha sido bendecida con un crecimiento sustancial. La heroica ofrenda de Dom Paul, sus sufrimientos, y su muerte en 1949, jugaron un papel muy importante en el firme establecimiento de la comunidad.
Durante treinta años, el monasterio dependió de la Abadía de Nashdom, confiada al cuidado pastoral de sus abades: al principio, el Abad Martin Collett, y más tarde el Abad Augustine Morris. En 1969, San Gregorio se convirtió en una Abadía independiente, y el Prior de la Comunidad –Benedict Reid-, fue elegido como su primer abad. En 1989, habiendo servido treinta y cuatro años como superior, dimitió, y Andrew Marr fue elegido para sucederle como abad.
Cómo vivimos.
Más abajo puedes ver nuestro horario. Los monjes realizan el quehacer doméstico del monasterio, y según la temporada, hay mucho trabajo del exterior: jardinería, cultivo de huertos, y dar mantenimiento a los terrenos.
La mente trabaja tanto como el cuerpo. Hay clases para los monjes; y hay que responder cartas, escribir sermones, organizar retiros, y especialmente ministerios para los cuáles prepararse. Los miembros de la comunidad, ministran ocasionalmente en iglesias parroquiales o en otras casas religiosas, la Abadía dirige retiros privados o grupo. Las actividades externas, son ocasionales en la vida normal de un monje, y éste se compromete a ellas como en una especie de desbordamiento; su frecuencia se regula debido a la necesidad de preservar la vida familiar benedictina.
Trabajo, estudio y oración, son nuestras principales actividades, y de éstas, la oración es la más importante. El centro de cada día es la Eucaristía conventual (familiar), situada en el marco del Oficio Divino. Aquí se centra nuestra total ofrenda, la cual se une a la oblación de Nuestro Señor en su Santo Sacrificio.
Deseo persistente.
Quizá Dios te este llamando a ofrecerte a Él en el camino de vida benedictino. La piedra angular de la vocación religiosa, es el deseo de darse uno mismo a Dios, de acercarse a él, haciéndose uno más y más consistentemente suyo. Si este deseo crece y persiste, debe entonces llevar a intentos prácticos de reestructurar totalmente la vida de uno. Esta reestructuración se sigue de una segura convicción de que Cristo ha quitado las barreras esenciales entre Dios y nosotros. Solamente a partir de tal convicción podemos acometer nuestras propias faltas y tentaciones.
San Benito estableció cuatro requisitos espirituales para un aspirante: 1) que verdaderamente este buscando a Dios; 2) que este dispuesto para la Obra de Dios, el Oficio Divino; 3) que esté dispuesto a la obediencia; y 4) que acoja las humillaciones (necesarias por causa de nuestro egoísmo) que vienen con este ejercicio. Además, se requiere que el aspirante: sea comulgante de la Iglesia Episcopal en buen estado; que este libre de deudas, o cualesquiera otras obligaciones maritales o contractuales; que provea certificados médicos, dentales y oftalmológicos que demuestren su buena salud; que tenga en su haber –en la mayoría de los casos-, al menos dos años de nivel universitario o de servicio o experiencia laboral de alguna clase; y -normalmente-, tener cuando menos veintiún años de edad, y no más de cuarenta. Requerimos, asimismo, que el aspirante pase por lo menos dos semanas en el Programa Vocacional de Verano de la Abadía antes de que se tome cualquier decisión.
Si fuere aceptado en la Comunidad, será postulante durante aproximadamente seis meses, y después de ello, será novicio por aproximadamente dos años. Entonces, con la aprobación de los miembros más antiguos de la comunidad, podrá pronunciar votos temporales para un periodo de al menos tres años, hasta que –por mutuo acuerdo entre él y los mayores, haga votos perpetuos en el monasterio de por vida.
Dar y recibir.
San Gregorio no tiene fuente de ingresos fija, y depende de una variedad de recursos de apoyo, que incluyen donaciones de aquellos que desean apoyar la vida monástica en la Iglesia Episcopal, los donativos de los visitantes, los ingresos por los terrenos de la Abadía, y los estipendios por compromisos ocasionales en el exterior. Junto con todos los cristianos, nosotros vivimos por fe y en honesta ofrenda de nuestros servicios para las necesidades de la gente.
Los miembros de la Confraternidad de la Abadía, son hombres y mujeres con un especial interés por apoyar la vida del monasterio. Pueden obtenerse detalles de membresía a petición expresa. La Comunidad publica el boletín Abbey Letter, que se envía gratuitamente a quienes lo pidan. Bienvenidos Huéspedes. Recibimos huéspedes siempre que tengamos espacio disponible; el Hospedero ayudará con los arreglos necesarios. El Director de Vocaciones puede dar información sobre el Programa Vocacional de Verano , y puede consultarse al Abad respecto a otros asuntos.
Dirección postal de la Abadía:
St. Gregory's Abbey
56500 Abbey Road
Three Rivers, MI 49093-9595 Teléfono: (269) 2-44-58-93 Por favor, llame entre 9:30 a.m. y 11:30 a.m. o de 2:15 p.m. a 4:30 p.m. (hora del Este).
De lunes a Sábado (salvo Fiestas Mayores de la Iglesia).
Nuestro Horario.
Entre semana.
4:00 a.m. Maitines
6:00 a.m. Laudes
Desayuno (a cualquier hora después de Maitines, y hasta las 7:30 a.m.)
8:15 a.m. Tercia, Eucaristía, Capítulo, Periodo de Trabajo
11:30 a.m. Sexta (y Ensayo de Coro)
12:00 p.m. Comida
Periodo de descanso
2:00 p.m. Nona
Periodo de Trabajo
4:30 p.m. Té
5:00 p.m. Vísperas y Meditación
6:00 p.m. Cena
7:45 p.m. Completas.
(Martes y jueves, los monjes rezan Completas privadamente y no en comunidad en la capilla.
Las Completas son a las 8:00p.m. en miércoles ordinarios).
Domingos y Días Festivos.
5:30 a.m. Maitines y Laudes.
Desayuno (a cualquier hora, hasta las 7:45 a.m.)
8:30 a.m. Tercia, Eucaristía, Capítulo (el Capítulo se tiene después de Laudes en domingo)
12:00 p.m. Sexta y Nona
12:30 p.m. Comida
Periodo de descanso
4:00 p.m. Té
5:00 p.m. Vísperas y Meditación
6:30 p.m. Cena
7:45 p.m. Completas.
St. Gregory's Abbey
56500 Abbey Road
Three Rivers, MI 49093-9595 Teléfono: (269) 2-44-58-93 Por favor, llame entre 9:30 a.m. y 11:30 a.m. o de 2:15 p.m. a 4:30 p.m. (hora del Este).
De lunes a Sábado (salvo Fiestas Mayores de la Iglesia).
Nuestro Horario.
Entre semana.
4:00 a.m. Maitines
6:00 a.m. Laudes
Desayuno (a cualquier hora después de Maitines, y hasta las 7:30 a.m.)
8:15 a.m. Tercia, Eucaristía, Capítulo, Periodo de Trabajo
11:30 a.m. Sexta (y Ensayo de Coro)
12:00 p.m. Comida
Periodo de descanso
2:00 p.m. Nona
Periodo de Trabajo
4:30 p.m. Té
5:00 p.m. Vísperas y Meditación
6:00 p.m. Cena
7:45 p.m. Completas.
(Martes y jueves, los monjes rezan Completas privadamente y no en comunidad en la capilla.
Las Completas son a las 8:00p.m. en miércoles ordinarios).
Domingos y Días Festivos.
5:30 a.m. Maitines y Laudes.
Desayuno (a cualquier hora, hasta las 7:45 a.m.)
8:30 a.m. Tercia, Eucaristía, Capítulo (el Capítulo se tiene después de Laudes en domingo)
12:00 p.m. Sexta y Nona
12:30 p.m. Comida
Periodo de descanso
4:00 p.m. Té
5:00 p.m. Vísperas y Meditación
6:30 p.m. Cena
7:45 p.m. Completas.
Si estás interesado(a) en visitar la Abadía, por favor contacta al Hospedero por teléfono, correo regular mail, o correo-e. La información para huéspedes está disponible en el sitio web.
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U.I.O.G.D.