Ante la Invitación del
Fiel Amante...
Nosotros no nos atrevemos
a venir a ésta tu Mesa
-oh Señor misericordioso-,
confiados en nuestra propia rectitud,
sino en tus muchas y grandes misericordias.
No somos dignos ni aun de recoger
las migajas de debajo de tu Mesa;
mas tú eres el mismo, Señor,
siempre misericordioso por naturaleza;
concédenos por tanto, Señor por tu clemencia,
que de tal modo comamos el Cuerpo
de tu Amado Hijo Jesucristo
y bebamos su Sangre,
que siempre vivamos en él
y él en nosotros.
Amén.
Oración de Humilde Acceso
(a la Santa Comunión)
Libro de Oración Común, 1979.
U.I.O.G.D.
"...Para que en todas las cosas sea Dios glorificado"