Elio Masferrer Kan*
La presencia del Primer Mandatario en el VI Encuentro Mundial de las Familias tuvo como objetivo refrendar el voto del PAN de los sectores más conservadores. (subtítulo agregado por Reforma).
Hace 14 años uno de los asesores en materia religiosa de Ernesto Zedillo comentó el desliz del entonces presidente, cuando se reunió con la Conferencia del Episcopado; le preguntaron "si era católico" y respondió "No hemos venido a conversar sobre mis convicciones personales". Esto el Episcopado lo entendió como una respuesta negativa y neutralizó el ala de obispos priístas. La respuesta del clero tardó varios años. El apoyo decidido a Fox no fue una casualidad. Éste construyó la imagen de un candidato "temeroso de Dios", enarbolando estandartes guadalupanos, comulgando en el medio de la campaña, yendo a la Basílica y a cuanto templo se le presentaba. Desmentía a las corrientes laicas del panismo y le arrimaba el voto de protestantes, pentecostales y judíos conservadores. La inclusión de tres secretarios de estado judíos en su primer gabinete y un metodista en un alto cargo ratificaba dicha estrategia.
FOTO NOTIMEX.-
De derecha a izquierda:
Cardenal Norberto Rivera Carrera,
Margarita Zavala, Presidente Felipe Calderón y
Cardenal Ennio Antonelli.
Meones de agua bendita.Pero después, a los obispos se les escuchó decir que "con el PRI nos iba mejor". Reclamaban que Fox no los recibía, -los "ninguneaba" con los obispos de la Teología de la Prosperidad-, la "opción preferencial por los ricos", que habían apoyado a Labastida y despreciaba a los obispos panistas. "A las 10 de la noche del 2 de julio (de 2000) se presentó Onésimo a la casa de campaña, que viniera no me extrañó, siempre fue un oportunista, lo que sí me dolió, fue que Fox lo recibiera después de todo lo que nos había hecho", confesó un hombre clave de la oficina religiosa de la campaña.
En el 2007, durante la campaña de Germán Martínez a la presidencia del PAN, se le acusabade enarbolar las posiciones de Adolfo Christlieb Ibarrola, dirigente del PAN entre 1962 y 1968, quien advirtiera que en el PAN no había lugar para los "meones de agua bendita, rechazando así las intenciones de configurar al PAN como un partido católico.
En ese mismo año, el Episcopado mexicano formuló su malestar de que Calderón no los recibía, a pesar del apoyo que le dieron en los inciertos días de septiembre de 2006 y del firme respaldo a las acciones antiappistas en Oaxaca. Sería un graduado de la Universidad Panamericana, del primer círculo, quien negociara, por fin, una reunión con los obispos. Poco después sería enviado al llano, a pelear una diputación.
En este contexto debe leerse la asistencia de Calderón al VI Encuentro Mundial de Familias, donde una "espontánea" gritaría "viva nuestro presidente católico" y el multimencionado expondría su total coincidencia con los postulados en materia familiar de los sectores conservadores del catolicismo. "París bien vale una misa" exclamó un rey francés, que regresó al redil de la Iglesia. El problema no es lo que dijo, sino lo que implica lo que dijo.
Comentar en forma negativa que 5 millones de hogares están encabezados por una mujer, criticar la legislación civil que protege el divorcio y atribuir a los divorciados una suerte de "complicidad intelectual" con la pérdida de valores, las adicciones, un caldo de cultivo para comportamientos delictivos, ofende a millones de mujeres que todos los días afrontan el desafío de vivir en la pobreza y sacar adelante a sus hijos. "Dios mío, hazme viuda por favor" reclama una secretaria de su gabinete, que ve positivamente el rol de las mujeres en la lucha por la vida.
Contradicciones.
"En los ricos es alegría, en los pobres borrachera". De tomarse al pie de la letra este refrán popular el PAN estaría incluido en "las generales de la ley".
Uno de sus senadores no sólo se ha divorciado, sino que presionado reconoció una hija extramarital. Un candidato presidencial que se vanagloriaba de no estar casado por lo civil, el único válido "era el contraído ante Dios", se presenta ahora como divorciado y se exhibe con su pareja, más joven que sus hijos del "indestructible matrimonio anterior". Además recordemos las vicisitudes matrimoniales del primer presidente panista.
La asistencia de Calderón al Encuentro Mundial debe verse como un acto de campaña para reclamar el voto católico en las elecciones intermedias que tendremos este año. Mala estrategia, reafirma un voto que no es más del 10% y que ya estaba convencido de que votaría por el PAN; espanta otros votos que se sienten ofendidos: a los judíos, pocos pero influyentes, a los protestantes y evangélicos, muchos (el 15%) aunque "invisibles" y –lo más significativo– pierde el voto joven. Al mismo tiempo un sacerdote veracruzano pederasta muestra a la Iglesia Católica como "candil en la calle y oscuridad en la casa" y el grotesco Bando de Policía y Buen Gobierno de Guanajuato, persigue a quienes se besan en forma apasionada, dicen leperadas o piden limosna. El PAN para salir bien librado en julio de 2009 necesita también el voto de las "pecaminosas" señoritas con minifalda.
* Publicado en el semanario Enfoque, que es parte del periódico Reforma de los domingos. El 25 de enero de 2009, pag. 2
U.I.O.G.D.
Para que en todas las cosas sea Dios glorificado...
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