martes, 4 de diciembre de 2012

Recursos litúrgicos en Adviento.
ORACIÓN DE LOS FIELES
CON LAS ANTÍFONAS "O"

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Para usarse --con las licencias correspondientes-- en cada diócesis, durante el Tiempo de Adviento, en sustitución de la Oración de los Fieles, durante la Eucaristía, y en sustitución de los Sufragios, en el Oficio Diario, o bien, como devoción independiente, o como parte de otros formatos de oración.



O SAPIENTIA
Letanista:
Oh SabidurÍa, que brotaste de los labios del Altísimo,
abarcando del uno al otro confín, ordenándolo todo con firmeza y suavidad...
Pueblo: 
¡Ven y muéstranos el camino de la prudencia que conduce a la gloria!


O ADONAÏ
Letanista:
Oh Adonay, Pastor de la casa de Israel,
que te apareciste a Moisés en la zarza ardiente y en el Sinaí le diste tu ley...
Pueblo:
¡Ven a librarnos con el poder de tu brazo!


O RADIX IESSE
Letanista:
Oh Renuevo del tronco de Jesé, que te alzas como un signo para los pueblos,
ante quien los reyes enmudecen y cuyo auxilio imploran las naciones...
Pueblo:
¡Ven a librarnos, no tardes más!


O CLAVIS DAVID
Letanista:
Oh Llave de David y Cetro de la casa de Israel,
que abres y nadie puede cerrar, cierras y nadie puede abrir...
Pueblo: 
¡Ven y libra los cautivos que viven en tinieblas y en sombra de muerte!



O ORIENS
Letanista:
Oh Sol que naces de lo alto, Resplandor de la Luz Eterna, Sol de justicia...
Pueblo: 
¡Ven ahora a iluminar a los que viven en tinieblas y en sombra de muerte!



O REX GENTIVM
Letanista:
Oh Rey de las naciones y Deseado de los pueblos,
Piedra angular de la Iglesia, que haces de dos pueblos uno solo...
Pueblo: 
¡Ven y salva al ser humano que formaste del barro de la tierra!


O EMMANVEL
Letanista:
Oh Emmanuel, Rey y Legislador nuestro,
esperanza de las naciones y salvador de los pueblos...
Pueblo: 
¡Ven a salvarnos, Señor Dios nuestro!



COLECTA CONCLUSIVA
Celebrante:
Dios todopoderoso, danos gracia para despojarnos de las obras de las tinieblas y revestirnos con las armas de la luz, ahora en esta vida mortal, en la cual, Jesucristo –tu Hijo-, con gran humildad, vino a visitarnos; a fin de que en el día postrero, cuando vuelva con majestad gloriosa a juzgar a vivos y muertos, resucitemos a la vida inmortal; mediante Él, quien vive y reina contigo y el Espíritu Santo, un solo Dios, ahora y por siempre.
Pueblo: Amén.


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