Un canto mozárabe de Cuaresma
para la noche de Jueves Santo.
–tomados del acervo público de You Tube.
…Innocens captus, / nec repugnans ductus; /testibus falsis / pro impiis damnatus...Gerard van Honthorst 1590-1656
Cristo ante el Sumo Sacerdote.
Attende Dómine en una coral de la iglesia católica romana de St. Bartholomew's.
Los visigodos –pueblo germánico que invadió la Hispania Romana en 415-, en un principio profesaban el cristianismo anhomeo o arriano, doctrina que afirma que Jesucristo es el Verbo de Dios encarnado como humano, y que es la criatura más perfecta de Dios, pero no es “igual a Dios”, o sea, que “no es Dios”. De ahí procede el adjetivo anhomeo (griego: ’a ó ’an = negación / ‘omós = “igual”). La enseñanza arriana fue difundida en el siglo IV a partir de la ciudad de Alejandría –en Egipto-, por el presbítero Arrio –de ahí “arrianismo”-, quien fue luego condenado, junto con sus doctrinas, por el I Concilio de Nicea (reunido en 325 d.C. por el Emperador Constantino), que proclamó la divinidad del Verbo que –encarnado-, es la persona de Jesucristo. El arrianismo habría de perdurar en toda la cuenca del Mediterráneo hasta principios del siglo VII. En España, el último rey visigodo que profesó el arrianismo, fue Recaredo, quien se convirtió al cristianismo ortodoxo, o bien: homoousiano (en griego: ‘omooúsios = “consustancial” o “de la misma naturaleza”; de: ‘omós = “igual” / ’ousía-s = “naturaleza” ó “sustancia”), propuesto por el Credo Niceno:
“Creo en un solo Señor: Jesucristo… engendrado, no creado; de la misma naturaleza (‘omooúsios) que el Padre…”
Muñoz Degrain: Conversión de Recaredo,
Palacio del senado, Madrid, 1888.
La liturgia hispánica.
La España medieval tuvo su propio rito litúrgico: el Hispano-Mozárabe –también llamado Rito Visigótico-, que se remonta, cuando menos, al siglo VI, y perduró entre los cristianos aún bajo el dominio árabe musulmán (de ahí: "muzárabe"). Aunque, ciertamente, celebrado en latín, el mozárabe es distinto del Rito Romano, y posee sus propias colecciones de himnos, antífonas y otros recursos litúrgicos.
Aunque abolido paulatinamente, a favor de la imposición del rito romano, el rito mozárabe continúa celebrándose en algunas iglesias católicas romanas con privilegio papal para hacerlo continuamente o en ciertas fechas. Juan Pablo II extendió el privilegio, en 1992, a toda España, donde la devoción o el interés histórico-litúrgico lo requieran.
El rito hispánico fue la base para la liturgia que compuso Juan Bautista Cabrera, primer Obispo de la Iglesia Española Reformada Episcopal, hacia 1880, para el naciente anglicanismo español.
Juan Bautista Cabrera (1837-1916):
Primer Obispo de la Iglesia Española
Reformada Episcopal: Su liturgia tomó en
consideración el antiguo rito hispano mozárabe.
Los cantos mozárabes y la himnografía anglicana: El Attende Dómine.
Uno de los cantos mozárabes o visigóticos más conmovedores, es Attende Dómine, cuya letra presentamos aquí; en el rito hispánico, se trata de las preces para el Oficio de Sexta (mediodía) del miércoles de la V y última semana en Cuaresma.
Sin embargo, el tema pasó, con algunas variantes, a la liturgia romana. Es un tema muy de Semana Mayor –el prendimiento y juicio de Nuestro Señor-, especialmente de la noche del Jueves Santo y la mañana del Viernes Santo.
En la mayoría de las liturgias cristianas, los himnos, antífonas y otras composiciones, por lo general se dirigen a Dios Padre, y hablan –en tercera persona- de Cristo o de los santos. Sin embargo, el Rito Mozárabe se caracteriza porque muchos de sus cantos se dirigen a Cristo, hablándole directamente y enfatizando su condición divina; esto, merced a la lucha contra las doctrinas arrianas.
Un himno mozárabe –Christe Lux Mundi (modo VII)-, aparece en los himnos: 33 (letra y música); 34 y 35 (sólo letra) del Himnario 1982 de la Iglesia Episcopal, la provincia anglicana de los Estados Unidos.
El Attende Domine, aparece en versión libre al castellano en el himno 47 (Christe, audi nos) del Himnario Episcopal de 1961. Este himnario ha perdido carácter oficial pero sigue en uso, al menos, en la Catedral de San José de Gracia y en algunas otras iglesias de la Diócesis de México de la Iglesia Anglicana.
La mencionada versión castellana del Attende Dómine, (del Himnario 1961), fue traducida no desde el original en latín, sino, probablemente, desde la versión inglesa de C.S. Phillips, 1932, para el himno 586 de la colección Hymns Ancient & Modern, Revised.
Ojalá se considere su inclusión en próximas ediciones de himnarios anglicanos, especialmente de lengua castellana.
Attende Domine con coro español.
ATTENDE DOMINE
Véase una traducción castellana más abajo.
Attende Domine, et miserere,
quia peccavimus tibi.
Ad te Rex summe, / omnium Redemptor,
oculos nostros / sublevamus flentes:
exaudi, Christe, / supplicantum preces.
Attende Domine, et miserere,
quia peccavimus tibi.
Dextera Patris, / lapis angularis,
via salutis, / ianua caelestis,
ablue nostri / maculas delicti.
Attende Domine, et miserere,
quia peccavimus tibi.
Rogamus, Deus, / tuam maiestatem:
auribus sacris / gemitus exaudi:
crimina nostra / placidus indulge.
Attende Domine, et miserere,
quia peccavimus tibi.
Tibi fatemur / crimina admissa:
contrito corde / pandimus occulta:
tua, Redemptor, / pietas ignoscat.
Attende Domine, et miserere,
quia peccavimus tibi.
Innocens captus, / nec repugnans ductus;
testibus falsis / pro impiis damnatus
quos redemisti, / tu conserva, Christe.
Attende Domine, et miserere,
quia peccavimus tibi.
………………………………..
NOTA:
La forma original del canto pone Et miserere…, como respuesta del pueblo:
al fin de cada prez, y no se usa el estribillo. La primera estrofa reza:
Ad te Redemptor / omnium Rex summe,
oculos nostros / sublevamus flentes:
exaudi, Christe, / supplicantum preces.
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ATIENDE, OH SEÑOR
Traducción y adaptación: Pbro. Miguel Zavala Múgica+
Santa María Tlalmimilolpan, México, 1992.
Tonada: Attende Dómine, Mozárabe.
Atiende oh Señor, y apiádate,
porque pecamos contra ti.
A ti Rey supremo, / Redentor de todos,
los ojos nuestros / llorando elevamos:
escucha, oh Cristo, / suplicantes preces.
Atiende oh Señor, y apiádate,
porque pecamos contra ti.
Oh Diestra del Padre, / piedra angular,
via salvadora, / puerta celestial,
lava las manchas / de nuestros delitos.
Atiende oh Señor, y apiádate,
porque pecamos contra ti.
Rogamos, oh Dios, / a tu majestad:
tu santo oído / presta a los gemidos,
y nuestro crimen / perdonar te plazca.
Atiende oh Señor, y apiádate,
porque pecamos contra ti.
A ti confesamos / crimen consentido:
muestra lo oculto el / corazón contrito;
¡oh Redentor, que / tu piedad perdone!
Atiende oh Señor, y apiádate,
porque pecamos contra ti.
Inocente, preso, / dejas que te lleven;
condenado fuiste / con testigos falsos.
¡Conserva, oh Cristo, a / quienes redimiste!
Atiende oh Señor, y apiádate,
porque pecamos contra ti.
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FUENTES:
1. http://usuarios.lycos.es/sinelabe/index-0.htm
2. http://es.wikipedia.org/wiki/Liturgia_hisp%C3%A1nica
3. The Hymnal 1982, Ed. The Church Hymnal Corporation, Nueva York.
4. El Himnario de la Iglesia Episcopal 1961: Para el uso de las Congregaciones de habla española, Ed. The Seabury Press Greenwich, Connecticut.
5. http://www.oremus.org/hymnal/h/h180.html
U.I.O.G.D.
Para que en todas las cosas sea Dios glorificado…
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